Las Escuelas de Negocio ante la nueva empresa

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Las Escuelas de Negocio tienen la oportunidad de reflexionar sobre su razón de ser, su rol en la sociedad, su misión corporativa y cómo la llevan a cabo; de reformular y trasladar un propósito inspirador que reafirme su papel tractor de la sociedad civil y empresarial.

FERNANDO SAN MARTÍN


“Despertar de la sociedad”

El devenir del contexto global nos ha despertado de un profundo letargo, nos ha hecho ser conscientes de la importancia de no ser meros espectadores ante una emergencia medioambiental, una crisis energética, una coyuntura de recesión económica, una creciente brecha social estructural entre los “haves” y los “have-nots”, un deterioro del ascensor social basado en la meritocracia y el esfuerzo… que derivan de forma natural hacia un entorno extraordinariamente inestable y con riesgo de colapso. Esta tendencia alimenta la opinión de muchos foros sobre la necesidad de evolucionar el modelo de estructura social y económica, considerando prácticamente agotado el modelo actual de capitalismo.

“Cesión del testigo generacional”

Si los integrantes de las generaciones “Baby Boomers” y Generación X somos conscientes de estas circunstancias, son los integrantes de la generación Y y Z los que de forma más convencida han adoptado en su decálogo la prioridad de vincularse con empresas/entidades que tengan una política activa que salvaguarde unos intereses elevados y responsables. Lo traducen dando prioridad tanto a brindar sus servicios profesionales, a consumir sus productos/servicios, convirtiéndose así en factores catalizadores de cambio social y empresarial.

El nuevo escenario mundial exige evolucionar el modelo de estructura social y económico, pues el modelo actual de capitalismo está prácticamente agotado

“Impacto en el mundo corporativo”

En este sentido, en unos momentos en los que la atracción y retención de talento son un elemento diferencial para cualquier corporación, el alineamiento propositivo se convierte en un factor determinante. 

De la misma manera, en un contexto en el que la opinión por parte de los consumidores sobre la imagen de una compañía se propaga de forma viral en medios digitales, el posicionamiento y alineamiento de las motivaciones y prácticas corporativas con los consumidores se convierte en un factor capital.

Esta realidad de mercado (tanto laboral como de consumo) se ve acelerada por mandatos de grandes inversores que de forma paulatina priorizan actividades y prácticas corporativas responsables, lo que ha propiciado una adopción progresiva de políticas ESG (Environmental, Social and Governance) entre el colectivo empresarial.

El mundo corporativo se ve abocado a adoptar prácticas de responsabilidad medioambiental, social y empresarial, convirtiéndose así en factor catalizador del cambio

Esta reacción está siendo asumida especialmente por empresas insignes que adoptan (algunas por convicción, otras por imposición de sus inversores, clientes, reguladores o empleados clave), en el contexto de su ámbito de actuación, unas acciones de responsabilidad con el medioambiente (propiciando sino impacto neutro un impacto positivo), con la sociedad (tanto en la sociedad civil como en su estructura interna), y la gobernanza (explicitando sus compromisos de buenas prácticas), en total consonancia con la creación de valor para sus accionistas. Estas políticas tienen un impacto positivo en los beneficios corporativos, evidenciando que su adopción es beneficiosa para todas las partes. 

El efecto positivo de las aproximaciones y políticas ESG no es nuevo ni sorprendente, pues estas políticas están basadas en una evolución de los planteamientos de la “shared value economy”, cuyo impacto positivo ha quedado demostrado a lo largo del tiempo. Su planteamiento está basado en establecer como propósito la generación de valor no solo a los “shareholders”, sino también a los “stakeholders” (planteamientos formulados por multitud de pensadores y economistas, desde Edward Freeman hasta Michael Porter o Robert Solomon). Unos intereses que en ningún caso deben contraponerse, sino apalancarse.

La adopción de políticas ESG tiene un impacto positivo en los beneficios corporativos, evidenciando que su adopción es beneficiosa no solo para los accionistas, sino para la sociedad en su conjunto

“Escuelas de Negocio y su papel vertebral”

En este contexto, las Escuelas de Negocio tienen la oportunidad no sólo de preparar a futuros ejecutivos corporativos sobre cómo liderar organizaciones teniendo presente políticas ESG, sino de adoptar en primera persona estas políticas, releyendo su propósito y su role en la sociedad.

Gran número de Escuelas de Negocio fueron fundadas por sus promotores con el claro propósito de preparar a futuros dirigentes para que aportaran un gran valor a la sociedad, desde la actividad empresarial. Ese motivo fundacional, en no pocos casos, quedó difuminado, influido por pensamientos de grandes economistas liberales (entre cuyos iconos destacamos Milton Friedman), por una gran demanda de profesionales por parte de empresas con un extraordinario sesgo hacia incrementar el valor de las inversiones de los accionistas, y por las motivaciones de muchos de los profesionales que acudieron al entorno de las Escuelas de Negocio como medio de capacitarse para acceder al mercado laboral con unas altas retribuciones.

Las escuelas de negocio tienen la oportunidad de diseminar políticas beneficiosas en el mundo corporativo mediante la formación de sus ejecutivos

“Escuelas de Negocio como cantera de líderes responsables”

Es por ello, que ante un escenario de cambio como el actual, en el que las empresas requieren profesionales que lideren e impulsen su actividad desde la ESG, y las nuevas generaciones de futuros ejecutivos tienen una marcada sensibilidad por estas políticas, es preciso que las Escuelas de Negocio se adapten para cubrir esta realidad.

Deben adoptar, con un propósito inspirador, una aproximación de referencia de valores y principios alineados con las políticas ESG para convertirse en polo de atracción de talento de un colectivo de alumnos que quieren ser parte de proyectos motivadores, aportar valor y hacer el bien, y no ser parte del siguiente escándalo corporativo.

Pablo Acosta

«De las musas al teatro. Un paso adelante.”

Lamentablemente, gran número de Escuelas de Negocio, como mera reacción a la incorporación de factores ESG en los rankings de referencia de Escuelas de Negocio o la aparición de ranking específicos de ESG de Escuelas de Negocio, se han limitado a realizar meras adaptaciones de su oferta educativa, incorporando asignaturas tangenciales que complementen su curriculum, pero fuera de su parte nuclear. Una aproximación que en el pasado se ha visto con materia de innovación, transformación cultural o emprendimiento.  

Esta aproximación, cuasi cosmética, tiene un impacto insuficiente en la formación y desarrollo de capacidades y competencias de los futuros líderes corporativos.

La promoción comprometida de la adopción de políticas ESG requiere de una aproximación profunda, cultural, que trate desde los principios y valores todas y cada una de las dimensiones de la gestión corporativa; desde la dirección estratégica, hasta la de las operaciones, pasando por la dirección financiera, de marketing, o sin duda la de recursos humanos.

Sólo reconsiderando los syllabus de estas disciplinas, incorporando en sus ámbitos nucleares cómo servir al propósito corporativo teniendo en cuenta los principios ESG suscritos por la empresa, propiciará que los futuros líderes corporativos tengan en todo momento presente el impacto que provocarán sus decisiones. 

La incorporación de políticas ESG al espíritu de las escuelas de negocio es una ventaja competitiva para sus estudiantes

Esta aproximación convertirá la sostenibilidad y responsabilidad en una de sus ventajas competitivas tanto de estos alumnos como profesionales, como de las organizaciones de las que participen. 

Del mismo modo, y desde una perspectiva más tangible, considerar las diferentes dimensiones y aristas de las políticas ESG desde cada una de las áreas funcionales corporativas, facilitará que además de operar en pleno cumplimiento de las políticas ESG, se contribuya al cumplimiento de los KPIs que la empresa establezca a tal efecto, pudiendo contribuir a alcanzar unos objetivos sofisticados y ambiciosos, para hacer de la organización una organización sofisticada y ambiciosa.

Es por ello, que las Escuelas de Negocio, como pieza vertebral y piedra fundamental en la sociedad, tienen el reto y la oportunidad de preparar a sus alumnos, para que lideren el futuro desde la responsabilidad, haciendo que aspectos tratados por las políticas ESG estén implícitos en cada decisión corporativa que traten. Para ello, es fundamental que las Escuelas de Negocio, incorporen los principios fundamentales en los que se soportan las políticas ESG, en la integridad de las materias y áreas de conocimiento que trabajan.

Es altamente recomendable evitar que estas aproximaciones queden como meras declaraciones de buenas intenciones y se evidencien y ejemplifiquen dichas posiciones, aproximar a sus estudiantes a los impactos reales de una falta de adopción de medidas o colaborar con organismos con un foco específico (ONGs, empresas sociales, organismos de inclusión), sin duda además de una necesaria adopción interna de estas medidas por parte de la Escuela de Negocio (“walk the talk”).

“El Reto”

Es por ello que, ante el reto y oportunidad de preparar a los líderes del futuro, las Escuelas de Negocio, más allá de actualizar sus programas, deben replantearse el verdadero propósito básico de formar, así como su papel en la sociedad.


El presente artículo es una opinión personal del autor, basado en visiones y reflexiones propias, y compartidas en una relación de artículos de referencia:

Gillian Tett,  OCT 2019,  “US business schools realise ESG is no fad but part of long-term trend”, Financial Times, 

https://www.ft.com/content/55c0472c-e45b-11e9-b112-9624ec9edc59

Marlies Plank, Oct 2020  “Making Sustainability Count”, Harvard Business Review. 

https://hbr.org/2020/08/making-sustainability-count

Vishal Agrawal, et al. Nov 2021. “Making the Business Case for ESG” Georgetown University Blog. https://msb.georgetown.edu/announcements/making-the-business-case-for-esg/  

Paul Keegan, Sept 2022, “Business Schools Are Beginning to Embrace Stakeholder Inclusion”. Bloomgerg: Businessweek

https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-09-19/business-schools-teach-esg-to-win-gen-z?leadSource=uverify%20wall

EDHEC Business School, Nov 2021, “MBA Matching: How to Find the Best MBA Programme”

https://mba.edhec.edu/blog/mba-matching-how-find-best-mba-programme

Jenny Gross, Nov 21, “Business Schools Respond to a Flood of Interest in E.S.G.”, DEALBOOK NEWSLETTER, New York Times 

Paul Sullivan,  Abril, 2021, “An Argument for Investing Where the Return Is Social Change”, New York Times

Ian Wylie, Enero 2022 “Business schools learn to walk the ESG talk”, Financial Times 

https://www.ft.com/content/8330d57d-5cce-45a6-8cd6-73c639be9df0

SYDNEY LAKE, Sep, 2022, “Columbia Business School is giving MBA students more of what they want: Tech and ESG classes”, Fortune

https://fortune.com/education/business/articles/2022/09/21/columbia-business-school-is-giving-mba-students-more-of-what-they-want-tech-and-esg-classes/

Fortune Education, “Best MBA Programs in 2022”


FERNANDO SAN MARTÍN Subdirector de Transformación Digital, Negocio Digital e Innovación en Cesce

https://www.linkedin.com/in/fernandosanmartinyague/

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.