La Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas, AMIT, tiene como uno de sus principales objetivos dar visibilidad a las científicas. Mostrarlas a la sociedad como lo que son, profesionales cualificadas y expertas en sus respectivas disciplinas.
VICTORIA TORO
AMIT. Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas
La Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas tiene como uno de sus principales objetivos dar visibilidad a las científicas. Mostrarlas a la sociedad como lo que son, profesionales cualificadas y expertas en sus respectivas disciplinas. Y ¿por qué buscamos esto? Porque no ocurre, porque hasta el momento la idea general que el ciudadano o la ciudadana media tiene de una persona que se dedica a la investigación sigue siendo la de un varón de mediana edad blanco y heterosexual. Y esa idea es falsa. Según el último informe Científicas en cifras elaborado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el 42% de las personas empleadas en el sector de ciencia e innovación en España son mujeres, una cifra que está dentro de lo que se considera paridad. Y sin embargo, no se visibiliza.
La aparición de investigadoras en los medios de comunicación, en las series de televisión o en cualquiera de los recursos culturales que se difunden y que son, en teoría, un reflejo de lo que somos como sociedad, sigue estando muy por debajo de la presencia real de mujeres en el ámbito científico. Y no solo eso, una buena parte de las veces que aparecen, el relato tiene una preocupante mirada machista sobre ellas.
No está tan lejos lo que ocurrió en 1994 en Reino Unido cuando la neurocientífica e investigadora de la Universidad de Oxford Susan Greenfield se convirtió en la primera mujer en dar la prestigiosa conferencia de Navidad de la Royal Institution. Los medios de comunicación informaron sobre ello pero pusieron su atención en el aspecto de Greenfield e incluso un diario riguroso como The Independent publicó que entre las razones que habían llevado a la centenaria institución a elegir a Greenfield como conferenciante estaban “su entusiasmo contagioso, sus favorecedores trajes llamativos, sus ojos castaños, su pelo rubio y su amplia sonrisa”.
Según el último informe Científicas en cifras elaborado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el 42% de las personas empleadas en el sector de ciencia e innovación en España son mujeres
Proyectos para promover la visibilidad y participación de las científicas en la sociedad
Para desterrar esa forma de mirar a las científicas, para que la sociedad las vea como son, en AMIT hemos puesto en marcha una serie de proyectos. Uno de ellos fue la creación de una base de datos de investigadoras y tecnólogas. Creada en el año 2018, tiene la intención de ofrecer una herramienta que luche precisamente contra esa invisibilización de las mujeres como expertas. En septiembre de este 2023, nuestra base de datos cuenta con 3.800 científicas inscritas.
Todas ellas doctoras en alguno de los campos del saber. Y la base de datos es pública, cualquier periodista o persona que se dedique a la programación cultural o científica puede entrar en ella y buscar a la experta que necesite para una conferencia, como fuente para un artículo periodístico, para organizar una mesa redonda sobre cualquier tema o para cualquier otra actividad de divulgación.
Otro de los proyectos que desarrollamos también con esa intención de visibilización de las mujeres como expertas es la realización de un consultorio científico semanal en el diario El País. “Las científicas responden” es un consultorio científico al uso al que lectoras y lectores envían sus dudas científicas. Pero a esas dudas solo responden investigadoras. Cada semana, una científica española hace divulgación de alto nivel en Materia, la sección de ciencia del periódico, de la mano de AMIT.
en AMIT sabemos que vivimos en una sociedad machista y en una cultura patriarcal que determinan el funcionamiento de la sociedad pero sabemos también que una enorme parte de esa sociedad quiere que las cosas cambien
No More Matildas
Ambos proyectos son un enorme éxito. Y es que en AMIT sabemos que vivimos en una sociedad machista y en una cultura patriarcal que determinan el funcionamiento de la sociedad pero sabemos también que una enorme parte de esa sociedad quiere que las cosas cambien. Si hubiéramos tenido alguna duda sobre esto, esa duda se habría borrado cuando lanzamos otro de nuestros proyectos: #NoMoreMatildas.
No More Matildas fue una campaña que AMIT, junto a la agencia de publicidad Gettingbetter, lanzó en 2021. Quisimos entonces llamar la atención sobre un hecho que nos parece muy preocupante para nuestra sociedad: el bajísimo número de mujeres que se matricula en algunas de las carreras científico técnicas, sobre todo aquellas que tienen mejor proyección de futuro como ingeniería informática o matemáticas.
De esa preocupación nació No More Matildas que alertaba sobre el hecho frecuente de que las mujeres sean borradas de la historia de la ciencia y la técnica. Para ello aludía al llamado efecto Matilda, el nombre con el que se conoce a ese borrado de las mujeres, consciente o inconsciente, y que fue descrito por primera vez por la pensadora y sufragista estadounidense Matilda Joslyn Gage.
Nombrar para existir
La campaña fue un éxito tremendo y no solo en España. Una idea de las dimensiones que adquirió la difusión de No More Matildas la da el hecho de que el mismo 11 de enero, el día que se lanzó, y cuatro horas después de su lanzamiento, recibimos una llamada del rector de una universidad de Panamá para colaborar con AMIT en la visibilización de las científicas. Fue la primera de muchas llamadas, nacionales e internacionales, de instituciones (universidades, colegios, ayuntamientos, embajadas, empresas, centros culturales, etc…) que querían participar de alguna manera en la campaña. Incluso el presidente del gobierno de España se hizo eco en su Twitter (ahora X) de #NoMoreMatildas.
Durante mucho tiempo se ha atribuido al filósofo George Steiner la frase “Lo que no se nombra no existe”, y aunque esa adjudicación parece dudosa, lo que es indiscutible es que en lo que se refiere a las científicas y su imagen en la sociedad es totalmente real. Por eso desde AMIT nos esforzamos para que se les nombre. Queremos que se hable de científicas, como genérico, porque ahí están, porque ahí han estado siempre y más ahora pero también queremos que se les nombre individualmente, para reivindicar cada una de sus carreras, porque también están ahí, impulsando el conocimiento y mejorando la sociedad.
Victoria Toro @victtoro05
Directora de Comunicación de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas.