Hacia una Universidad accesible, acogedora, educativa y participativa. Informe sobre salud mental en el SUE

Encuentro Expresamente

Un estudio del Ministerio de Universidades y Sanidad sobre la salud mental en estudiantes universitarios revela que una de cada dos estudiantes experimenta síntomas de ansiedad y/o depresión. Frente a esta problemática, se destaca la necesidad de apostar por una universidad accesible, acogedora, educativa y participativa. Para ello es imprescindible la difusión de servicios de apoyo y la promoción de ambientes acogedores, siendo responsabilidad de la sociedad en su conjunto cuidar de la salud mental de los actuales estudiantes y futuros profesionales.

MARÍA JESÚS MOREL RIOSECO E INÉS BUENO PASCUAL


Espacio del estudiantado


Hablemos de salud mental entre las aulas

Durante el año 2022 y 2023, a solicitud del Ministerio de Universidades en conjunto con el Ministerio de Sanidad, y en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red – Salud Mental (CIBERSAM) y la Cooperativa Aplica, se realizó el estudio “La salud mental en el estudiantado de las universidades españolas” [1]. A través de un análisis cuantitativo y cualitativo se estudió la prevalencia y factores de riesgo de los problemas de salud mental y los recursos que contribuyen a mejorar el bienestar emocional de los y las estudiantes de las universidades en España. Se espera que este diagnóstico sirva de recurso para estimular políticas públicas, además de fomentar a la generación de conocimiento sobre los problemas de salud mental y los factores que benefician o perjudican el bienestar emocional de la comunidad universitaria.

Siguiendo con los resultados de este trabajo de una encuesta aplicada a más de 59 mil estudiantes del sistema universitario español, uno/a de cada dos estudiantes que completaron la encuesta presentan prevalencia en síntomas depresivos y de ansiedad moderada o grave. Además, se observó un porcentaje significativamente mayor de prevalencia de depresión y ansiedad en estudiantes de género femenino, con respecto a los de género masculino, y en estudiantes de grado, con respecto a los de Máster y Doctorado.

Pero, además de saber cómo se sienten los estudiantes y qué síntomas están manifestando, es necesario conocer qué están haciendo las universidades para cuidar a sus estudiantes, y cómo podrían mejorar sus dinámicas institucionales. Con la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) las universidades deberán contar en adelante con servicios de prevención y orientación psicopedagógica y de fomento del bienestar en los campus [2].

además de saber cómo se sienten los estudiantes y qué síntomas están manifestando, es necesario conocer qué están haciendo las universidades para cuidar a sus estudiantes, y cómo podrían mejorar sus dinámicas institucionales

El diagnóstico del Ministerio de Universidades y del Ministerio de Sanidad, entrega una aproximación al “estado” de la salud mental de los y las universitarias, resultados que podrían ser calificados de desalentadores o, quizás, alarmantes, aunque también ofrece un largo listado de propuestas de los mismos estudiantes para mejorar la experiencia universitaria. Es en este último punto donde consideramos que está la clave para avanzar en todos los sentidos, desde nuestra perspectiva como estudiantes e investigadoras. Si queremos mejorar la situación de las y los estudiantes, primero debemos escucharlos(nos).

Desde los resultados cualitativos del estudio, donde se realizaron ocho entrevistas grupales a un total 57 estudiantes de universidades públicas del país, se abordan las barreras y activos que identifican los y las estudiantes para la promoción de su bienestar emocional dentro del espacio universitario y, por ende, del disfrute de su vida en la universidad. De esta manera, la universidad se presenta bajo cuatro categorías o títulos, que agrupan estas propuestas y que resumen hacia donde deberían encaminarse las instituciones educativas, esto es, hacia una universidad accesible, acogedora, educativa y participativa.

Hacia una universidad accesible

Respecto a la universidad accesible, es de gran importancia atender las desigualdades interseccionales, tanto estructurales como contextuales, cuando se trata de buscar soluciones a esta problemática.

Dentro de las propuestas para avanzar hacia esta universidad accesible, encontramos la idea de fomentar los espacios de encuentro entre los distintos actores de la comunidad universitaria, y especialmente para los colectivos anteriormente mencionados. El propósito de estos espacios consiste en establecer relaciones más cercanas y de confianza, donde se facilite la participación y se fomente el compañerismo entre el estudiantado.

establecer relaciones más cercanas y de confianza, donde se facilite la participación y se fomente el compañerismo entre el estudiantado

Es necesario prestar especial atención a aquellos colectivos a los que, habitualmente, no se alcanza, y repensar los espacios/red de apoyo con un enfoque de cuidado y de espacio seguro. Espacios donde se puedan intercambiar experiencias, brindar y compartir información sobre tipos de problemas y formas de enfrentarlos, así como información sobre recursos y ayudas económicas. Todo ello con el fin de generar una comunidad en torno al bienestar emocional y a una mejor adaptación.

Hacia una Universidad acogedora

Otra característica de esa universidad alternativa o diferente que necesitamos como estudiantes, y que presenta también el estudio en cuestión, es la universidad acogedora. Una universidad donde los y las estudiantes encontremos mentoría, acompañamiento y recursos específicos de apoyo psicológico, que sea un espacio libre de discriminación y donde se pueda formar un sentimiento de pertenencia.

Una de las propuestas necesarias para alcanzar esta universidad es cuidar la acogida del nuevo estudiantado, con especial atención a las personas más vulnerables, y tomando en cuenta la importancia de este período de transición en la vida de un/a estudiante. Las nuevas exigencias de los estudios universitarios, contrastadas con las expectativas de las/los estudiantes, pueden traducirse en dificultades para la adaptación, la motivación, el sentimiento de pertenencia, e incluso académicas [3].

Una de las propuestas necesarias es cuidar la acogida del nuevo estudiantado, con especial atención a las personas más vulnerables, y tomando en cuenta la importancia de este período de transición en la vida de un/a estudiante

De esta manera, se podrían fomentar la conformación de grupos de apoyo en cada facultad en la que pudieran participar personas tanto del Personal de Administración y Servicios, como del Personal Docente e Investigador, como estudiantes en diversos niveles. Estos grupos deberían tener una forma de contacto fácil y ágil para poder actuar cuando sea necesario y constituir un canal constante de comunicación e información.

Mejorar el acceso a los servicios de apoyo y espacios amigables para la Salud Mental

Si bien muchas universidades cuentan con servicios de atención psicológica, los resultados cuantitativos del estudio indican que sólo un tercio de los estudiantes encuestados conocían la existencia del gabinete de psicología de su universidad, y solo un 5% había sido usuario/a de estos servicios. Es por eso por lo que otra de las propuestas del estudio para avanzar hacia la universidad acogedora es mejorar la difusión sobre los servicios específicos de apoyo a la salud mental.

Es necesario ampliar el alcance y las posibilidades de atención de estos servicios, asegurando el acceso gratuito a aquellas personas que no puedan pagar. Las formas de enfrentar la problemática de los malestares emocionales y el sufrimiento psíquico son plurales, por este motivo, resulta necesario un compromiso institucional y que toda la comunidad universitaria se involucre en visibilizar los recursos disponibles en la Universidad, hacerlos accesibles e incentivar la atención comunitaria dentro y fuera del ámbito universitario.

fomentar la conformación de grupos de apoyo en la que pudieran participar personas del Personal de Administración y Servicios, Personal Docente e Investigador o estudiantes

Queremos destacar también la propuesta de promocionar espacios acogedores, prestando especial atención a la calidad de los servicios de cafetería, la biblioteca, las zonas verdes e instalaciones deportivas. El ambiente educativo, entendido como el medio físico donde se da la educación y las interacciones que se producen en dicho medio [4] tiene efectos en el aprendizaje y en el bienestar socio-emocional, y debe ser construido activamente por las personas que acoge. Sería deseable que estos espacios acogedores sean espacios seguros para fomentar la creatividad colectiva y para poder expresar, intercambiar y proponer formas de intervención de carácter comunitario.

Hacia una Universidad educativa basada en la cultura de cuidados

Por último, la universidad educativa incluye las propuestas que abordar la relación con el contenido académico, la calidad docente, los ritmos universitarios, la presión académica, prácticas y proyección. Nos parece necesario relevar, en particular, la importancia de establecer y cuidar ritmos académicos saludables, que generen mayor disponibilidad de tiempo de estudio y de descanso.

Después de revisar el estudio y sus propuestas, lo que cabe plantearse al respecto es si las innovaciones sugeridas serán suficientes para abarcar toda esta problemática o seguirán siendo parches que permitan a esta gigantesca estructura aguantar un poco más. Poder tratar dignamente la salud mental sigue siendo un lujo, ya sea dentro o fuera de la universidad. Esto hace plantearse, de quien es la responsabilidad de cubrir esta necesidad. ¿Debería ser la sanidad pública o las propias instituciones universitarias? ¿O deberíamos referirnos a una responsabilidad compartida y a una acción complementaria entre instituciones? Finalmente, hablamos de la salud mental de una sociedad, de un problema comunitario que debe ser atendido desde los distintos espacios sociales.

cuidar la salud mental de las/los estudiantes universitarios contribuye a la mejora del bienestar de toda la sociedad

Lo que sí sabemos es que un acceso adecuado, universal y de calidad a servicios de atención a la salud mental es fundamental. Las instituciones deben continuar con la promoción y prevención de la salud mental, anticipándose a cómo va evolucionando esta problemática, y no centrándose meramente en solucionar los efectos de lo que ya ha pasado. Está demás decir que debe haber mayor inversión en programas y recursos para la salud mental en la sanidad pública, enfocándose en la enseñanza de estrategias de afrontamiento. En cuanto al contexto universitario, este tiene un rol fundamental y tiene un gran desafío en esta materia por los diversos factores estresantes que vive la juventud en este espacio educativo.

Finalmente, estamos convencidas de que cuidar la salud mental de las/los estudiantes universitarios contribuye a la mejora del bienestar de toda la sociedad. Un estudiante capaz de manejar diferentes dificultades y malestares emocionales es una persona mejor preparada para enfrentar los desafíos de la vida y trabajar con el resto de la sociedad. Si empezamos a crear una cultura de cuidados desde la propia educación, crearemos un futuro más responsable hacia nuestras propias necesidades emocionales y hacia las de los demás.


Notas

[1] Disponible en https://www.universidades.gob.es/estudio-sobre-la-salud-mental-en-el-estudiantado-de-las-universidades-espanolas/

[2] Ley Orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario. Boletín Oficial del Estado, 70, de 23 de marzo de 2023. https://www.boe.es/eli/es/lo/2023/03/22/2

[3] Cifuentes Gomez, G., Guzmán, P., & Santelices, M. V. (2022). Transitioning to higher education: students’ expectations and realities. Educational Research, 64(4), 424-439

[4] Duarte, D. (2003). Ambientes de aprendizaje: una aproximación conceptual. Estudios pedagógicos (Valdivia), (29), 97-113. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-07052003000100007


INÉS BUENO PASCUAL

Artista, doctoranda en Psicología e investigadora.

MARÍA JESÚS MOREL RIOSECO

Socióloga

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.