«Es crucial abandonar la percepción errónea de que los maestros de educación infantil y primaria y los profesores de secundaria ocupan un escalón inferior». Entrevista a Amador Sánchez, Decano del Colegio Oficial de Docentes

«En la sociedad actual, las divisiones entre Ciencias y Humanidades han perdido relevancia. Cuando hablamos de interdisciplinariedad o competencias, promovemos una perspectiva que enfatiza la colaboración e interconexión entre distintas disciplinas. Las Humanidades desempeñan un papel crucial en la educación integral de los estudiantes y en las relaciones humanas, ya que fomentan el pensamiento crítico, el desarrollo ético y estético, el pensamiento libre y los valores necesarios para formar y comportarse como ciudadanos responsables, libres y respetuosos con el entorno.» Señala el decano del Colegio Oficial de Docentes.


Es Decano del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Comunidad de Madrid (Colegio Profesional de Docentes). Ha desempeñado, entre otros, los puestos de Viceconsejero de Organización Educativa en el gobierno de la Comunidad de Madrid, director general de Centros Docentes, director general de Calidad de los Servicios, Atención al Ciudadano e Innovación Tecnológica en la Comunidad de Madrid, subdirector General de Centros de Educación Infantil y Primaria, subdirector general de la Agencia de Reeducación y Reinserción de Menores Infractores de la Comunidad de Madrid. Ha sido director de colegio de educación infantil y primaria, de centro de educación de personas adultas y de educación secundaria y consejero técnico del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid. Es autor en 10 libros y 13 artículos relacionados con su actividad profesional. Cuenta con cuatro premios por su actividad docente, otorgados por instituciones públicas o entidades privadas.

¿Cuáles son las funciones del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias?

El Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Comunidad de Madrid, comúnmente conocido como Colegio de Doctores y Licenciados y como Colegio de Docentes, es una institución de derecho público que se estableció en 1899. Sus estatutos originales se publicaron a través de una Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes en 1907. Los estatutos más recientes se dieron a conocer en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid en 2009. En este Colegio se pueden colegiar los titulados en una veintena de títulos procedentes de las titulaciones que cuando se creó eran otorgadas por las facultades de Ciencias y de Letras.

Desde sus inicios, tiene asignadas las funciones de ordenar la profesión docente y preservar su prestigio, salvaguardar los derechos de sus miembros y asegurar que tengan la libertad necesaria para ejercer sus profesiones de manera digna. Además, el Colegio participa en organismos consultivos, especialmente en el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid , y proporciona informes periciales requ0eridos por particulares y por los tribunales de justicia. Una preocupación constante es el fomento de la armonía y la fraternidad entre sus miembros, en aplicación de sus códigos deontológicos y éticos.

Si hablamos de ellos en general, cabe señalar que, con el tiempo, los Colegios de Doctores y Licenciados de toda España han evolucionado y han adquirido responsabilidades adicionales, siendo reconocidos como entidades de derecho público en la Constitución de 1978. En su amplio ordenamiento jurídico destacan leyes como la Ley nacional de Colegios Profesionales de 1974 y la Ley de Colegios Profesionales de la Comunidad de Madrid de 1997. Esta legislación encomienda a los Colegios Profesionales la regulación del ejercicio de las profesiones, la representación exclusiva de dichas profesiones, la defensa de los intereses de sus colegiados, y la protección de los consumidores de los servicios profesionales que prestan sus miembros. Además, abre la posibilidad de que los Colegios Profesionales asuman actividades de carácter material, técnico o de servicios relacionados con sus competencias.

tiene asignadas las funciones de ordenar la profesión docente y preservar su prestigio, salvaguardar los derechos de sus miembros y asegurar que tengan la libertad necesaria para ejercer sus profesiones de manera digna

A pesar de que en la práctica nunca han recibido los recursos y medios necesarios para asumir íntegramente sus funciones oficiales, los Colegios Profesionales siguen desempeñando un papel esencial en la satisfacción de los intereses generales relacionados con las profesiones colegiadas y en la mejora de la calidad de los servicios profesionales.

En el ámbito del Colegio se encuentran algunas de las titulaciones en las que, según el Informe del Observatorio ESdeES sobre la experiencia del estudiantado, los estudiantes enfrentan mayores dificultades económicas. Estas titulaciones también suelen requerir notas de corte más bajas para su acceso. ¿Qué podemos hacer como sociedad para dar un mayor reconocimiento a las Humanidades y su enseñanza?

En la sociedad actual, las divisiones entre Ciencias y Humanidades han perdido relevancia. Cuando hablamos de interdisciplinariedad o competencias, promovemos una perspectiva que enfatiza la colaboración e interconexión entre distintas disciplinas. Las Humanidades desempeñan un papel crucial en la educación integral de los estudiantes y en las relaciones humanas, ya que fomentan el pensamiento crítico, el desarrollo ético y estético, el pensamiento libre y los valores necesarios para formar y comportarse como ciudadanos responsables, libres y respetuosos con el entorno.

Además, en la era actual, marcada por la tecnología y la inteligencia artificial, las disciplinas científicas y tecnológicas dependen, o deberían depender, cada vez más de las Humanidades. Por lo tanto, es esencial que mantengamos la presencia de las Humanidades en los planes de estudio, otorgándoles el reconocimiento que merecen. Al mismo tiempo están surgiendo nuevas titulaciones que actualizan el concepto más extendido de las Humanidades. Ese es el caso de especialidades como «Digital humanities” y otros títulos nuevos en este sentido que son muy demandados por las empresas, lo que supone una nueva forma de darle mayor relevancia a las humanidades

es esencial que mantengamos la presencia de las Humanidades en los planes de estudio, otorgándoles el reconocimiento que merecen

También debemos valorar a los profesionales de las Humanidades, ya que desempeñan un papel vital en la formación integral de los individuos y son reconocidas como tales por empresas muy relevantes como Google , -por ejemplo- a la hora de seleccionar a sus empleados.

El informe «Ideas for Designing an Affordable New Educational Institution» del MIT destaca la importancia de una visión holística del aprendizaje en todas las titulaciones universitarias. ¿Deberían todos los estudiantes universitarios recibir una formación humanística específica?

Es fundamental que todas las titulaciones universitarias ofrezcan una formación integral que refleje el espíritu de la educación universitaria. La universidad proporciona una visión amplia del mundo, como lo expresó  Alfonso X el Sabio al definirla como un «Ayuntamiento de maestros y de escolares, que es hecho en algún lugar con voluntad y entendimiento de aprender todos los saberes.» La idea de universidad se remonta a la antigua Roma y se deriva de la palabra latina «universitas,» es decir:  «el conjunto de todas las cosas.»

En definitiva: existen muchos modelos, más generalistas y más especializados, pero que cada vez más se reconoce la importancia de una formación holística. Quizá en un entorno cada vez más incierto tenga sentido que la formación sea más generalista y holística, ya que proporciona más capacidad de adaptación. Por otro lado, esta tendencia concuerda con la idea de formar ciudadanos y no solamente «mano de obra.»

Por otra parte, me consta que muchas titulaciones de ciencia y tecnología ya incluyen materias humanísticas en sus planes de estudios. Sin embargo, probablemente, esas materias adolezcan de la importancia debida y, si se me permite la expresión, en ocasiones, pueden llegar a ser consideradas como “marías”.

Quizá en un entorno cada vez más incierto tenga sentido que la formación sea más generalista y holística, ya que proporciona más capacidad de adaptación.

Por otro lado, ¿deberían todos los estudiantes de Humanidades recibir una formación específica en tecnologías de la información?

La formación y uso de las tecnologías de la información y la comunicación son elementos básicos para el desarrollo de cualquier actividad de la vida cotidiana en la época que nos ha tocado vivir.

Creo que estaremos de acuerdos con el informe del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO, al considerar que las tecnologías informáticas y otros aspectos de la cultura digital han cambiado las formas en las que las personas viven, trabajan, juegan y aprenden, lo que a su vez ha repercutido en cómo se construye y distribuye el conocimiento y el poder en todo el mundo. 

Los docentes y estudiantes que no dominan la cultura digital se encuentran en una posición cada vez más de desventaja. Por lo tanto, la formación digital -las competencias necesarias para buscar, discernir y producir información, así como la utilización crítica de los nuevos medios para participar plenamente en la sociedad- se ha convertido en un elemento importante dentro de los programas curriculares.

Como no podía ser de otra forma, este no es un tema exento de polémica, las opciones van desde considerar que la tecnología es la panacea en la enseñanza hasta la repulsa más absoluta por parte de algunos profesores.  Desde este Colegio Profesional de Docentes, si bien respaldamos el uso de la tecnología como una herramienta al servicio de los profesionales en su formación y en la enseñanza-aprendizaje, entendemos que en el ámbito educativo, la tecnología debe complementar la labor del docente pero nunca reemplazarlo. Este enfoque es una preocupación importante en nuestros cursos de formación permanente.

La formación y uso de tecnologías de la información y la comunicación son elementos básicos para el desarrollo de cualquier actividad de la vida en la época que nos ha tocado vivir.

En ellos tratamos de dotar al profesorado del conocimiento suficiente para diseñar y graduar adecuadamente los programas escolares de forma que los contenidos y el uso de las tecnologías se ajusten al desarrollo evolutivo de los alumnos, especialmente de los más pequeños, y para equilibrar un uso adecuado a su madurez intelectual y emocional y equilibrar también la interacción de las tecnologías en la actuación profesional del docente. También consideramos esencial que los profesores y el alumnado tengan acceso suficiente a recursos y formación para utilizar adecuada y eficazmente la tecnología en sus aulas y domicilios.

Recientemente, el informe de la Fundación CYD sobre empleabilidad reveló que las titulaciones universitarias de Humanidades tienen una menor tasa de empleabilidad y menores remuneraciones para los graduados, y también suelen tener más plazas vacantes cada año. ¿Considera que hay un exceso de titulaciones de Humanidades en las universidades españolas?

No creo que haya un exceso de titulaciones de Humanidades en las universidades, y, aunque es importante  reevaluar la distribución de estas titulaciones en función de la demanda en el mercado laboral y las leyes de oferta y demanda, también hay que tener en cuenta que el hecho de que  hasta ahora, el mercado laboral no siempre ha reconocido el valor de la formación de Humanidades, tal vez debido a la falta de comprensión de su capacidad para contribuir al éxito empresarial, sin embargo, esta percepción está cambiando gradualmente, y los graduados en Humanidades están encontrando oportunidades laborales con facilidad; pues la versatilidad y la amplitud de conocimientos adquiridos en las Humanidades les permiten adaptarse a diversas funciones y desafíos con eficacia.

La afirmación anterior se corrobora con el informe comparativo del INE referido a las tasas de empleo de los graduados en Artes y Humanidades, que pasan del 64% en 2014, al 76 por ciento en 2019.

No obstante, entiendo que un problema importante es que la nota de corte depende casi siempre de la oferta/demanda; no obstante,  pero, si se considera que esa titulación lleva a una profesión clave para la sociedad, habría que repensar varios criterios actuales para establecer la de nota de corte.

hay que tener en cuenta que el hecho de que  hasta ahora, el mercado laboral no siempre ha reconocido el valor de la formación de Humanidades

Un tema central en el Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias es el relacionado con la carrera docente. ¿Cuál debería ser el lugar de la Universidad en la formación inicial y permanente, así como en la habilitación profesional, de acuerdo con el Colegio?

La Universidad juega un papel esencial en la formación de profesionales, pero la transición a la vida laboral es un proceso distinto. Sin descartar a ninguna institución y mucho menos a sus profesionales, los colegios oficiales desempeñan un papel crucial al ayudar a los egresados a ingresar en el mundo laboral y en su actualización permanente. Actúan como intermediarios entre el ámbito académico y profesional, proporcionando orientación y apoyo a los recién graduados. Creo que no es cuestión ésta de la que haya que excluir a nadie.

Considero que la formación continua necesita de un nuevo diseño mucho más coral y que debe ser compartida entre diversas instituciones y profesionales de las diferentes etapas educativas desde su inicio. Desde el origen debería canalizarse con el concurso de muchos, especialmente de los mejores centros docentes, que deberían ser preparados adecuadamente para ese fin, y contando siempre con los colegios profesionales, ya que es una de sus funciones principales y, en definitiva, no son otra cosa que la unión de profesionales en ejercicio.

En lo que respecta a la carrera docente, hemos abogado durante años por la implementación de un sistema similar al MIR (Médico Interno Residente) en la educación, que seleccione a los mejores estudiantes para ejercer una de las profesiones más desafiantes y de mayor responsabilidad. Insisto, tanto los colegios como las facultades deben trabajar en coordinación para ofrecer una formación inicial y continua que ayude a los graduados en su integración en el mercado laboral y apoye su desarrollo profesional.

Considero que la formación continua necesita de un nuevo diseño mucho más coral y que debe ser compartida entre diversas instituciones y profesionales de las diferentes etapas educativas desde su inicio.

En la carrera docente, parece existir un muro en ambas direcciones entre la educación secundaria y universitaria. ¿Cómo podríamos superar esta barrera?

Para superar este obstáculo, es crucial abandonar la percepción errónea de que los maestros de educación infantil y primaria y los profesores de secundaria ocupan un escalón inferior. De hecho, desempeñan un papel fundamental en el éxito académico posterior de los estudiantes. Las diferencias en los métodos de enseñanza y aprendizaje entre la educación secundaria y la educación superior son notables.

La excelencia del sistema educativo se logra cuando todos los niveles educativos colaboran y los docentes trabajan en conjunto, centrándose en las necesidades y expectativas de los estudiantes. La profesión docente es una sola, y aunque cada etapa escolar involucra a diferentes estudiantes, currículos y contenidos, el objetivo sigue siendo el mismo: ayudar a los alumnos a convertirse en ciudadanos bien formados, preparados y emocionalmente equilibrados. ¿Qué tal si nos planteamos organizar estancias de profesorado de la universidad en secundaria y viceversa?

Partiendo de la expresión “El saber no ocupa lugar… pero si ocupa tiempo”, un elemento nada baladí es la organización del sistema educativo. Ahí todas las piezas cuentan. Sin entrar en juicios de valor éticos ni sociales, (y basta ver mi currículo para hacerse una idea de cual es mi posicionamiento en lo que concierne a atender adecuadamente a todo el alumnado), hay variables como la selección temprana versus escuela inclusiva que determinan enormemente el trabajo de los docentes y, con frecuencia, los resultados académicos del alumnado en general.

es crucial abandonar la percepción errónea de que los maestros de educación infantil y primaria y los profesores de secundaria ocupan un escalón inferior

Todo el profesorado debe ser consciente del modelo de sociedad y del modelo de centro de procedencia de su alumnado, y establecer alianzas de trabajo conjunto considerando estas variables. Otro importante aspecto para considerar, especialmente en el supuesto de escuelas comprensivas, es la duración de los estudios de secundaria y de los estudios universitarios.

Además, puede que haya llegado el momento de preguntarse sin complejos: ¿aquí y ahora, son suficientes cuatro años para cursar estudios de grado superior? ¿siguen siendo solventes, a efectos académicos, los motivos que llevaron a establecer algunos de los cambios del Plan de Bolonia?, ¿ha llegado la hora de plantearse cuáles deben ser, actualmente, las competencias docentes del profesorado, especialmente del profesorado universitario?; y, sobre todo, ¿cuáles y cuántos deben ser los recursos de todo orden  destinados al tipo de educación que definimos en las leyes?

Igualmente, ¿cómo podemos acercar a todos los estudiantes de secundaria a que conozcan e interactúen con la Universidad?

Además de fomentar la colaboración entre profesores de todas las etapas educativas, las estrategias para acercar a los estudiantes de secundaria a la Universidad incluyen ya actuaciones como la organización de jornadas de puertas abiertas, charlas de profesionales en los centros de secundaria, la celebración de foros educativos y un largo etcétera de actividades. Considero que las prácticas del alumnado universitario en los centros de educación secundaria, y la participación activa de los estudiantes universitarios en jornadas de orientación para estudiantes de secundaria en sus institutos de procedencia también son herramientas valiosas para ayudar a los estudiantes a conocer la universidad y elegir su futura carrera.

En síntesis: establecer una colaboración estrecha entre los profesores, compartir experiencias docentes, realizar investigaciones conjuntas y llevar a cabo actividades de formación para el desempeño de la profesión docente son parte de la solución para muchos de los desafíos a los que nos enfrentamos en este sentido.

Cambiando de perspectiva, ¿cuál es el nivel de internacionalización de la Universidad española en el ámbito de las Humanidades?

Tengo pocos datos para poder hacer una comparación rigurosa en esta materia, pero me consta que varias universidades españolas están trabajando en la internacionalización de sus programas y actividades académicas, incluyendo áreas de Humanidades. Esto incluye colaboraciones en proyectos de investigación a nivel internacional, la promoción de la movilidad de estudiantes y profesores, y la oferta de programas de grado y posgrado en inglés y otros idiomas extranjeros.

Algunas de las universidades más destacadas de España han establecido acuerdos de cooperación con instituciones extranjeras y participan en programas de intercambio de estudiantes, lo que contribuye a la internacionalización en el ámbito de las Humanidades.

Algunas de las universidades más destacadas de España han establecido acuerdos de cooperación con instituciones extranjeras y participan en programas de intercambio de estudiantes.

En mi opinión, la internacionalización de la Universidad española en el ámbito de las Humanidades es un aspecto en alza, aunque sigue mereciendo una atención constante, porque la colaboración internacional, la promoción de la excelencia en la investigación y la enseñanza en las Humanidades son fundamentales para mantener la relevancia de nuestras instituciones académicas a nivel mundial. La internacionalización facilita la diversidad de perspectivas y la difusión del conocimiento en un mundo cada vez más global e interconectado.

La denominada guerra cultural tiene uno de sus focos en la educación ¿Cómo evitamos que las aulas se conviertan en trincheras del enfrentamiento social?

Este me parece un tema de muy amplio calado, que no se puede abarcar en una respuesta simple; por tanto, de las múltiples interpretaciones y  respuestas voy a poner de manifiesto únicamente lo que más me preocupa: creo que para prevenir que las aulas se conviertan en campos de batalla en la llamada «guerra cultural,» es esencial que las leyes educativas sean imparciales y eviten la ideologización. Para ello, un pacto educativo basado en el consenso y la calidad de la educación es fundamental.

Además, es importante que los libros de texto se presenten de manera consensuada y objetiva en temas sensibles, como la historia, para evitar la manipulación y la tergiversación. Promover la libertad de cátedra de los profesores y su autoridad académica dentro de un marco deontológico basado en los principios democráticos es igualmente crucial.


Alfonso González Hermoso de Mendoza

Lucía Bécquer

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.