«La idea de explosión educativa surgió de una conversación mientras dábamos impulso a la ley de universidades populares. El término intentó acuñar la idea de que es necesario ampliar los ámbitos de formación, las metodologías y los espacios para poder saldar las brechas de aprendizaje que atraviesan a nuestras comunidades,» señala Brenda Austin
Brenda Austin es una destacada abogada y política argentina. Estudió derecho en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y un master en Estudios Políticos Aplicados en la Universidad Menéndez Pelayo. Ha ocupado importantes cargos, incluyendo el de Diputada Nacional por la provincia de Córdoba, secretaria de Educación de la ciudad de Córdoba y actualmente legisladora provincial electa. Además, Es docente universitaria, autora de diversas publicaciones y se desempeña como Directora Ejecutiva del Consejo Social Consultivo de la UNC.
¿Cuál es la situación legal de la Universidades Populares (UUPP) en Argentina en la actualidad?
Las Universidades Populares surgieron en la Argentina hacia finales del siglo XIX, reconociendo su mayor desarrollo durante buena parte del siglo XX. Lo hicieron sin marco legal alguno, montadas sobre estructuras jurídicas preexistentes como asociaciones o fundaciones o bien desprovistas de toda personería jurídica. Para el año 1965, el entonces presidente Arturo Humberto Illia dictó el Decreto 4369 que habilitó a estas instituciones a usar la denominación de “Universidades” pues se entendía que, al conocer todas las personas cual era el alcance de las UUPP, no se prestaba a confusión con la figura de las universidades tradicionales. Ese constituye hoy en día el único marco jurídico nacional que menciona a las Universidades Populares.
En los últimos años las Universidades Populares tuvieron un nuevo proceso de expansión. Un renovado impulso que surgió a instancias de gobiernos locales, como municipios o comunas, de gobiernos subnacionales como las provincias, y fundamentalmente por impulso de las universidades nacionales las que, como Córdoba, promovieron e impulsaron la creación y multiplicación de esta valiosa herramienta.
En este contexto y con el fin de brindar un marco jurídico acorde a la expansión que estaban teniendo, en el 2017, presenté ante el Congreso de la Nación -en mi condición de diputada nacional- un proyecto de ley que buscaba cubrir el vacío legislativo. La iniciativa tuvo tratamiento parlamentario, pero al día de la fecha no se ha convertido en ley.
Frente a este escenario las Universidades Populares se rigen por sus instrumentos de creación: actas constitutivas de fundaciones o asociaciones, ordenanzas locales y acuerdos y convenios entre las Universidades y los municipios.
En este contexto y con el fin de brindar un marco jurídico acorde a la expansión que estaban teniendo presenté ante el Congreso de la Nación un proyecto de ley que buscaba cubrir el vacío legislativo.
¿Cuál es la implantación de las UUPP en la Argentina en concreto?
Las Universidades Populares en Argentina han tenido un proceso reciente de expansión. Sin embargo, como ya señalé, algunas de ellas datan de comienzos del siglo pasado.
Así el caso de la Universidad Popular de la Boca, que cumplió cien años; la Universidad Popular de Belgrano, inserta en un proceso de crecimiento y expansión hacia sectores donde la desigualdad es sumamente preocupante; la Universidad Popular de Colonia Caroya, en el interior de la Provincia de Córdoba y desarrollada desde el municipio; la Universidad Popular de Paraná “Elio Leyes”; la Universidad Popular de Concepción del Uruguay; la Universidad Popular de Resistencia –Chaco; la Universidad Popular de Catamarca, creada por el movimiento obrero en la década de los 50; la Universidad Popular de Misiones, con un proceso descentralizado en varias ciudades de la Provincia y bajo el desarrollo de la Vicegobernación; mas otras experiencias locales, algunas de ellas impulsadas por la Cátedra Libre de Universidades Populares de la Universidad Nacional de La Plata, tal como se reseñó al momento de presentar la iniciativa parlamentaria en el Congreso.
La Universidad Nacional de Córdoba sin embargo, es quién ha dado mayor impulso a esta iniciativa. Al día de la fecha, mas de 200 municipios y comunas de la provincia de Córdoba han firmado en conjunto con la UNC acuerdos de cooperación para la puesta en marcha de las Universidades Populares en sus territorios y muchas de ellas se encuentran en pleno funcionamiento.
Las Universidades Populares en Argentina han tenido un proceso reciente de expansión. Sin embargo algunas de ellas datan de comienzos del siglo pasado.
En sus más de cien años de historia, ¿cómo se han transformado las UUPP?
En su nacimiento las UUPP reflejaron a las viejas escuelas de artes y oficios. Muchas de estas instituciones se anclaron en nuestro país en la estructura de las Bibliotecas Populares. Talleres de lectura y culturales, aprendizaje de ciertas actividades u oficios fueron quizás sus notas características.
En la actualidad las UUPP aparecen como un instrumento válido para pensar la formación para el trabajo, la capacitación y actualización de trabajadores, el reentrenamiento de quienes han perdido sus empleos por el avance tecnológico; es decir un fuerte enfoque mirando el desarrollo socioproductivo de las comunidades dónde están insertas. La triangulación de esfuerzos entre los municipios, la Universidad y el sector productivo encuentran en las UUPP un instrumento virtuoso para promover la cooperación.
¿Qué valor aportan las UUPP sobre la actividad que desarrollan las universidades tradicionales?
Las UUPP contribuyen a resignificar la tarea extensionista de las universidades tradicionales. Sirven para salir de una acción aislada en el territorio para ser multiplicador de cientos de acciones y fundamentalmente para tejer redes que potencien su crecimiento autónomo. Son semillas que germinan y florecen dando lugar a nuevas semillas.
A su vez, han permitido romper el corsé en el que muchas veces se encuentran las universidades tradicionales negadas a construir puentes con el sector productivo y a pensar los modos de potenciar las comunidades en un diálogo propositivo y activo con todos los actores de la sociedad.
Sirven para salir de una acción aislada en el territorio para ser multiplicador de cientos de acciones y para tejer redes que potencien su crecimiento autónomo.
Universidades como las Nacionales de Córdoba o La Plata tienen programas específicos de colaboración con las UUPP, ¿Cuál es el espacio natural de colaboración?
El ámbito en el que se produce la vinculación en el caso de la UNC, es a través de la Secretaria de Extensión del rectorado, que promueve la firma de convenios de cooperación con los gobiernos locales de la provincia para la puesta en marcha de la UUPP. El municipio se compromete a buscar un espacio físico y la UNC a facilitar capacitadores para distintos talleres que se puedan requerir. A la vez, la UNC certifica los cursos que se dictan dándole una validez a esos procesos de formación, concebidos como créditos académicos que en un futuro puedan dialogar con los procesos educativos formales.
Durante la dictadura las UUPP pasaron a llamarse Institutos Argentinos de Capacitación ¿Por qué es importante el nombre de Universidad?
La dictadura militar fue un duro golpe para las UUPP. Muchas de ellas cerraron sus puertas o vieron restringidas sus actividades. El cambio de nombre reduce en lo simbólico su rol, su historia, su aporte a la cultura y a la construcción de una ciudadanía crítica. No son meros espacios de capacitación sino ámbitos de diálogo interdisciplinario, de construcción y reconocimiento de los saberes que habitan en el territorio y de fortalecimiento de la cultura democrática. Recuperar el nombre de Universidades Populares es recuperar esa fuerza que la habita y dar una disputa simbólica y real por la democratización del conocimiento
La actividad de las UUPP están unidas a las demandas concretas que surgen del barrio o del municipio, están unidas a las necesidades de comunidades de las surgen. ¿Cómo influye este origen en los procedimientos educativos que utilizan, en su relación con el estudiantado?
Influyen dotando de mucho sentido la oferta educativa. Si las propuestas de formación tienen origen en un diálogo genuino con los actores sociales, las propuestas que se lleven adelante van a encontrar receptividad en los vecinos y vecinas. Aun más, en aquellos casos en dónde el proceso es muy virtuoso las Universidades Populares pueden formar parte de las instancias de creación de los planes estratégicos de una localidad. Cuando en esa lógica se suman los actores productivos es posible pensar los procesos de formación para potenciar el desarrollo contribuyendo a la formación integral de las personas y a la apertura de nuevas oportunidades de inclusión y de inserción laboral. En esa línea los aprendizajes experienciales, prácticos, vinculados a demandas concretas de estos entornos productivos cobran fortaleza.
El aprendizaje en las UUPP responde al ansia de aprender de las personas, más allá de los títulos oficiales. ¿Cómo relacionamos este aprendizaje no formal, y en ocasiones cercano a lo informal, con el reconocimiento oficial a efectos académicos o laborales?
Todavía resulta un camino pendiente de desandar, pero imprescindible. Argentina viene hace un tiempo comenzando a reconocer trayectos formativos cortos, una suerte de créditos académicos, que faciliten la circulación entre carreras y universidades. Eso puede ser visto como un primer eslabón de un proceso más complejo y extenso que puede devolverle la autonomía al estudiante en el diseño de su recorrido de aprendizaje. En esa lógica si las universidades pueden certificar competencias y trayectos, es posible construir puentes entre el conocimiento académico y el que anida en el territorio, aquel que viene de la experiencia del hacer. Esos diálogos entre lo formal y lo informal constituyen una oportunidad de encuentro de saberes y prácticas históricamente distanciadas.
La Universidad Nacional de Litoral viene iniciando un proceso de reconocimiento y certificación de competencias que están en las comunidades, la de Córdoba -de modo inverso- desarrollando talleres y cursos que luego certifica. Ensamblar las piezas para pensarlos como parte de un trayecto que puede luego continuar en estudios de grado es solo cuestión de tiempo.
El reconocimiento a efectos laborales será sin duda más avanzado. Algunas experiencias en el interior agropecuario de Córdoba muestran el éxito de cursos de capacitación de operarios en manejo de maquinaria agrícola; eso constituye un ejemplo de una rápida puerta de entrada a un tipo de empleo que va requiriendo nuevas habilidades y que la Universidad Popular puede brindar y certificar.
Argentina a comenzando a reconocer trayectos formativos cortos, una suerte de créditos académicos, que faciliten la circulación entre carreras y universidades.
La UNESCO en el informe de la UNESCO “Reimaginar juntos nuestros futuros, un nuevo contrato social para la educación”, plantea el derecho humano a la educación a lo largo de la vida como un valor esencial en la construcción de una sociedad justa del aprendizaje. ¿Cómo afecta este nuevo contrato social a las UUPP?
Creo que poner el acento en la educación a lo largo de toda la vida es clave. Quizás como nunca antes, asistimos a una transformación muy acelerada de las áreas de conocimiento y a la necesidad de enfrentarnos a un proceso constante de aprendizaje.
Mientras eso ocurre, en comunidades como las latinoamericanas, son aun muchos los ciudadanos y ciudadanas que no han visto garantizado el acceso a una educación de calidad en los niveles obligatorias. De modo que el desafío es doble: implica generar ámbitos de formación y capacitación para profesionales y trabajadores, pero también para la inclusión de los desafiliados/as sociales, aquellos que están fueran de los ámbitos de trabajo formal y en muchos casos sin haber terminado la escuela secundaria y con el retorno de altos índices de analfabetismo. Enfrentar los desafíos de esta era requiere un renovado compromiso con la educación.
La fuerza de las UUPP viene en buena medida propiciado por su trabajo en red. Su capacidad de apoyarse y aprender unas de las otras. ¿Cómo podemos incrementar estas redes locales de cooperación y experiencia?
El ejemplo de Córdoba vuelve a ilustrar el camino. Las más de 200 universidades populares empezaron a conformarse en redes, estructuradas por regiones, lo que le permite enfrentar los desafíos de su entorno de manera conjunta. Esto permite construir nodos de vinculación, pensarse en clave regional para ver las potenciales que la zona tiene, sus oportunidades de crecimiento y qué tipo de formación o capacitación se requiere para alcanzarlo. Incluso dictar cursos de formación entre varias universidades populares. Pensarse como parte de un entramado cultural y productivo es un gran paso para construir mejores oportunidades de desarrollo sostenible.
Las más de 200 universidades populares empezaron a conformarse en redes, estructuradas por regiones, lo que le permite enfrentar los desafíos de su entorno de manera conjunta
¿Cómo afecta la expansión digitalización de la educación a las UUPP?
Como en todo, es una oportunidad de amplificar su alcance. Brinda acceso a través de distintos medios a lugares y entornos más remotos. Sin embargo, hay que encontrar un equilibrio que no nos haga perder de vista la potencia del vínculo humano y la calidad de los procesos de aprendizaje o conocimientos que se imparten. Multiplicar sin poder garantizar un piso mínimo de calidad constituiría una mala decisión.
Usted habla de que necesitamos una “explosión educativa”. ¿Nos podría precisar a qué se refiere con esta idea?
La idea de explosión educativa surgió de una conversación mientras dábamos impulso a la ley de universidades populares. El término intentó acuñar la idea de que es necesario ampliar los ámbitos de formación, las metodologías y los espacios para poder saldar las brechas de aprendizaje que atraviesan a nuestras comunidades. Argentina es uno de los países de la región con mayor desigualdad educativa. Es imprescindible multiplicar los ámbitos de formación enlazando, en la medida de las posibilidades, lo formal con lo informal para saldar la deuda con los cientos de jóvenes que están fuera del sistema escolar. Esto, como ya señale, debe hacerse además brindando espacios de formación de calidad. Un enorme desafío.
La idea busca potenciar la generación de oportunidades de aprendizaje que pongan foco en la educación permanente y a lo largo de toda la vida, poniendo el eje en las competencias y habilidades, en la formación integral del ser humano, en el despliegue de la creatividad, el arte y la innovación, ampliando el universo de la educación para que sean muchas manos brindando muchas oportunidades.