El Sistema de Ciencia y Tecnología español a través de sus universidades

Leeds. AGHM

Si España quiere impulsar su investigación, aumentar su calidad y conseguir que la I+D+I sea el auténtico motor de desarrollo del país y de la mejora del bienestar de nuestra sociedad, es indispensable que fortalezca la investigación en sus universidades, con decididas actuaciones a nivel estatal e incrementando su financiación de un modo considerable a nivel de la Comunidades Autónomas

RAFAEL GARESSE ALARCÓN, PABLO SASTRÓN TOLEDO Y ELÍAS SANZ-CASADO


Eficiencia del sistema universitario

A pesar de la falta de inversión endémica de nuestro país en Ciencia y Educación Superior, muy por debajo de la media de la OCDE, España ocupa una posición relativamente destacada en ambos ámbitos, tanto a nivel de publicaciones científicas cómo de número de universidades que se sitúan entre las 500 primeras del mundo en diferentes rankings internacionales (11 en el Ranking de Shanghái de 2022).

Las causas de este pequeño milagro son múltiples, y sin duda dos de ellas son la vocación del personal científico y el profesorado, enormemente creativo en unas condiciones de trabajo frecuentemente inadecuadas, y el ya obsoleto, pero en su día eficiente, sexenio de investigación, que incrementó el número de publicaciones científicas de forma exponencial a partir de los años 80 del siglo pasado.

En los últimos años se han publicado numerosos informes que indican que, si bien es cierto que cuantitativamente el peso de la ciencia española es relevante a nivel internacional, publicamos mucho, pero una parte importante de esas publicaciones es en revistas de poca calidad, con lo que el impacto de la ciencia española en el avance del conocimiento es muy moderado.

Una vez realizado el diagnóstico, nada optimista, todas las miradas en busca de un responsable se dirigen a la universidad

Un hecho objetivo es que, a diferencia de otros países desarrollados, ningún científico español ha recibido un premio nobel desde Santiago Ramón y Cajal, lo que indica la debilidad del sistema científico de nuestro país, particularmente para conseguir avances científicos disruptivos. Una vez realizado el diagnóstico, nada optimista, todas las miradas en busca de un responsable se dirigen a la universidad. 

En busca de un responsable

Parece por tanto oportuno realizar un análisis del sistema de ciencia y tecnología de nuestro país utilizando indicadores que permitan identificar la contribución real de las diferentes instituciones públicas que constituyen el ecosistema científico español.

Una forma razonable, aunque no la única, de clasificar a las diferentes instituciones públicas es la siguiente: Universidades; Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); otros Organismos Públicos de Investigación y centros nacionales del Estado; Hospitales, Institutos de Investigación Sanitaria y otros centros de Sistema Nacional de Salud; y Centros de investigación creados por las Comunidades Autónomas. 

Aunque las fuentes que financian la investigación son muy variadas, existen tres convocatorias de concurrencia competitiva de proyectos en el Plan Estatal que son básicas para mantener la actividad de los grupos de investigación de nuestro país, las convocatorias de Generación de Conocimiento y Retos de la Sociedad, gestionadas por la Agencia Estatal de Investigación y la convocatoria de proyectos de I+D+I en salud gestionada por el Instituto de Salud Carlos III.

El número de publicaciones derivadas de los proyectos liderados por la universidad es también con gran diferencia el mayor de todo el sistema de ciencia y tecnología español

Una financiación de proyectos mantenida en el tiempo en estas convocatorias permite a los grupos de investigación consolidarse y tener una estructura adecuada para poder acudir con éxito a otras convocatorias nacionales e internacionales, así como mantener una producción científica coherente de sus líneas de investigación. Con estos datos también es posible tener una idea bastante cercana a la realidad del número de Investigadores Principales responsables de mantener activas las líneas de investigación competitivas que existen en las diferentes instituciones públicas de nuestro país.

Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación (EECTI) 2013-2020

Durante la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación (EECTI) 2013-2020 se han financiado 22.971 proyectos de investigación en los programas de generación de conocimiento y retos de la sociedad, con una inversión total de 2.770 M€. La Universidad es con gran diferencia la institución que más proyectos ha obtenido, aunque en todas las áreas temáticas la financiación media de los proyectos liderados por las universidades es menor que la de los proyectos obtenidos por otras instituciones

InstituciónNúmero de proyectos% Proyectos obtenidos% Financiación obtenida
Universidad17.00574.03%61.38%
CSIC3.33614.52%20.94%
Centros CCAA1.3745.98%8.85%
Centros SNS3971.73%2.74%
Otros OPI7033.06%5.54%
Centros Tecnológicos, entidades privadas1560.68%0.56%
Total22.971100%100%

Durante este periodo se han publicado 105.560 trabajos recogidos en la base de datos Web of Science (WoS), que se adscriben a los proyectos de investigación concedidos. El número de publicaciones derivadas de los proyectos liderados por la universidad es también con gran diferencia el mayor de todo el sistema de ciencia y tecnología español.

InstituciónNúmero de publicaciones WoS% Publicaciones WoS
Universidad80.85576.60%
CSIC18.18717.23%
Centros CCAA6.9396.57%
Centros SNS1.5481.47%
Otros OPI3.1592.99%
Centros Tecnológicos, entidades privadas4360.42%
Total111.124*100%

*Este número de publicaciones es mayor que el presentado en el párrafo inmediatamente superior debido a que una publicación puede estar asignada a más de una institución.

Estos datos sitúan con claridad a la universidad como la primera institución en la investigación de nuestro país. Es también la primera en todas las áreas de conocimiento, siendo en algunas y muy particularmente en matemáticas, ingeniería, ciencias sociales y humanidades, la responsable de más del 85% de los proyectos y publicaciones.

En el resto de las áreas también ocupa una posición muy relevante: Ciencia y Tecnología Químicas (79%), Ciencias Físicas y Ciencia y Tecnología de Materiales (59.8%), Ciencias agrarias, Ciencia y Tecnologías Medioambientales (55.8%), Biomedicina, Biociencias y Biotecnología (47.5%)

Un indicador adecuado para determinar la calidad de la investigación es el porcentaje de trabajos que se publican en revistas del primer decil de su especialidad. En los centros de las CCAA es el 27.67%, en el CSIC el 16.3% y en las Universidades el 9.48%. Aunque estos datos sitúan a la universidad también en la primera posición en número total de publicaciones en revistas influyentes en todas las áreas, a nivel porcentual su contribución es muy moderada y se aleja considerablemente de los porcentajes de otras instituciones.

Acción Estratégica en Salud

Estos datos se complementan con los de la convocatoria de proyectos de I+D+I de la Acción Estratégica en Salud, la segunda convocatoria de proyectos de investigación más importante del Plan Estatal, gestionada por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Los datos obtenidos en nuestra investigación muestran que durante el periodo 2013-2020 se financiaron 5.148 proyectos con una inversión de 532.12 M€. 

Por instituciones los porcentajes de proyectos obtenidos fueron los siguientes:

InstituciónNúmero de proyectos% Proyectos obtenidos% Financiación obtenida
Universidad4268.28%7.42%
CSIC450.87%0.95%
Centros CCAA1122.18%2.10%
Centros SNS4.25282.6%83.32%
Otros OPI1292.51%2.74%
Centros Tecnológicos, entidades privadas1843.57%3.47%
Total5.148100%100%

El número de publicaciones de las instituciones que han obtenidos proyectos financiados en estas convocatorias ha sido de alrededor de 14.000, y los porcentajes en revistas de primer decil son elevados y similares en todas las instituciones, incluidas las universidades, y superan el 20%.

En conjunto el número de proyectos financiados por estas tres convocatorias del Plan Estatal durante el periodo 2013-2020 es de aproximadamente 28.000.

InstituciónNúmero de proyectos% Proyectos obtenidos
Universidad17.43162%
Centros SNS4.64916.53%
CSIC3.38112%
Centros CCAA1.4865.28%
Otros OPI8322.95%
Centros Tecnológicos, entidades privadas3401.2%
Total28.119100%

Visión global

Estos datos nos suministran un mapa bastante preciso de la estructura de nuestro sistema público de Ciencia y Tecnología, y la distribución de los grupos de investigación competitivos en las diferentes instituciones. La Universidad es, muy destacada, la institución más relevante, no solo porque más del 60% de los proyectos de investigación financiados en las principales convocatorias de la EECTI 2013-2020 están liderados por profesorado universitario y gestionado por las universidades, sino porque en numerosas áreas temáticas de enorme relevancia, particularmente ciencias sociales, humanidades, ingenierías y matemáticas, casi la totalidad de la investigación se realiza en el entorno universitario. 

Un segundo dato de interés es la gran relevancia que ha adquirido en nuestro país la investigación que se realiza en los hospitales, particularmente desde la puesta en marcha de los Institutos de Investigación Sanitaria. En este sentido, los grupos de investigación que trabajan en IIS y hospitales, entre los cuales también se encuentra un porcentaje significativo de profesorado universitario, es el 17% del total del sistema de ciencia y tecnología de España, por encima del CSIC que constituye actualmente el 12%.

El número de investigadores principales universitarios de proyectos actualmente activos del Plan Estatal es aproximadamente el 10% del número total de profesorado con plaza permanente, una cifra muy baja

También hay que destacar los centros creados por las Comunidades Autónomas, fundamentalmente en Cataluña y en menor medida en el País Vasco y Madrid, que comienzan a tener un peso considerable en el sistema, liderando el 5% del total de proyectos competitivos financiados por el Plan Estatal durante el periodo 2013-2020. Estos centros, además, son los que tienen un mayor porcentaje de publicaciones en revistas de primer decil y un mayor número de centros en la alianza SOMMA, que reúne a los centros de investigación que han obtenido la acreditación de Centro de excelencia Severo Ochoa y Unidad María de Maeztu.

Motivos de preocupación

A pesar de su indudable relevancia, algunos indicadores de la investigación universitaria son preocupantes. El número de investigadores principales universitarios de proyectos actualmente activos del Plan Estatal es aproximadamente el 10% del número total de profesorado con plaza permanente, una cifra muy baja. La financiación media de los proyectos obtenidos por la universidad es inferior a la obtenida por otras instituciones, lo que indica una menor ambición en sus objetivos y/o una inferior calidad de las propuestas.

Asimismo, el porcentaje de publicaciones en revistas del primer decil de su especialidad derivadas de estos proyectos es muy bajo, inferior al 10%. Finalmente, aunque la participación de las universidades en los programas de excelencia Severo Ochoa y María de Maeztu es alta, la mayoría es a través de su pertenencia a centros mixtos con otras instituciones, fundamentalmente el CSIC. Solo existen 12 unidades propias de las universidades con la acreditación María de Maeztu, la gran mayoría (7) en Cataluña.

Solo existen 12 unidades propias de las universidades con la acreditación María de Maeztu, la gran mayoría (7) en Cataluña

Estos datos se pueden explicar en parte por la infrafinanciación de las universidades y por la dedicación docente del profesorado universitario, que ha aumentado muy considerablemente después de la incorporación al Espacio Europeo de Educación Superior (el famoso Plan Bolonia).

La recientemente aprobada Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) tampoco ayuda en nada a potenciar la investigación en las universidades. Pero los datos demuestran con enorme claridad que el Sistema de Ciencia y Tecnología español es estrictamente dependiente de sus universidades, al igual que sucede en todos los países desarrollados.

Por tanto, si España quiere impulsar su investigación, aumentar su calidad y conseguir que la I+D+I sea el auténtico motor de desarrollo del país y de la mejora del bienestar de nuestra sociedad, es indispensable que fortalezca la investigación en sus universidades, con decididas actuaciones a nivel estatal e incrementando su financiación de un modo considerable a nivel de la Comunidades Autónomas. 

El gran reto, resuelto en la mayoría de los países y que constituye una histórica asignatura pendiente en el nuestro, es como armonizar adecuadamente la docencia y la investigación en la universidad

Si esto no sucede, y la motivación para investigar en el entorno universitario es en gran medida obtener un sexenio o acreditarse a una de las figuras de profesorado, nuestro futuro estará fuertemente comprometido. Sería un error histórico y difícilmente reparable pensar que la investigación de vanguardia de un país hay que realizarla en centros de investigación externos a la universidad, porque esta tiene que dedicarse prioritariamente a la docencia, y la investigación es simplemente un complemento de su actividad, eso sí, necesaria para acreditarse. Es evidente que sin ciencia no hay futuro, pero es aún más evidente que sin una ciencia de alta calidad en las universidades no hay futuro.

Está fuera de toda duda que la misión más importante de la universidad es ofrecer una formación de la máxima calidad a nuestro joven estudiantado no solo en conocimientos que habiliten para ejercer una profesión concreta, sino también en cultura, creatividad, valores y competencias transversales. Pero debe ser compatible con una investigación también de alta calidad, que genere conocimiento y proporcione un ambiente y una dinámica vibrante y estimulante, esencial para poder ejercer una docencia de la máxima calidad.

El gran reto, resuelto en la mayoría de los países y que constituye una histórica asignatura pendiente en el nuestro, es como armonizar adecuadamente la docencia y la investigación en la universidad. O mejor dicho, como armonizar adecuadamente la docencia y la investigación en el sistema universitario.


RAFAEL GARESSE ALARCÓN, Catedrático de la UAM, ha sido Rector de esta universidad, en la actualidad es vicepresidente adjunto de Crue Universidades Españolas

ELÍAS SANZ-CASADO, Catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid y  Director del Instituto INAECU.

PABLO SASTRÓN TOLEDO. PhD student (FPI) · Universidad Carlos III de Madrid

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.