Las megatendencias y los escenarios de futuros posibles

Para construir un mejor futuro, entendemos que un punto central es la gobernanza anticipatoria, y para ello, la necesidad de introducir en el sistema educativo, a todos los niveles, lo que denominamos “Alfabetización de Futuro”, “Enseñanza del Futuro” y “Educación para la Paz”. Esto significa incorporar en los contenidos una visión prospectiva que permita pensar en futuro, en la responsabilidad transgeneracional, en la necesidad de asegurar un desarrollo ambiental, económica, cultural y socialmente sostenible, generando conductas responsables, y en la convivencia social como base de la paz.

HÉCTOR CASANUEVA


Prospectiva del siglo XXI: las megatendencias y los escenarios de futuros posibles

Un grupo de académicos prospectivistas, de Chile, Argentina y España, investigando durante dos años las mega tendencias y los componentes fundamentales de la nueva globalización, hemos abordado, con una finalidad esencialmente didáctica, en cinco capítulos en el libro “Prospectiva del Siglo XXI, entender las mega-tendencias y la nueva globalización, para construir futuros desde la prospectiva estratégica” (*) la macro transición ecológica, digital, tecnológica, geopolítica, el presente y el futuro de los desafíos globales y las amenazas existenciales para la humanidad. El prólogo está escrito por el premio Nobel de la Paz y ex presidente de Costa Rica, Óscar Arias.

Para antiguos y nuevos actores, y para la comunidad en general, dada la complejidad del Siglo XXI, existe hoy más que nunca una necesidad de mayor conocimiento y orientación sobre lo que pasa y lo que puede pasar. Las tendencias y mega-tendencias, junto con el conocimiento del pasado y la aplicación de metodologías prospectivas para construir escenarios de futuro, constituyen una base esencial para la toma de decisiones a todo nivel.

Necesitamos interpretar las señales cotidianas y vislumbrar hacia donde se dirige o podría dirigirse el mundo, y anticipar los escenarios futuros que nos sirvan para orientarnos en medio de una acelerada globalización, hiper conectada, con nuevas realidades que rompen con los paradigmas y categorías del pasado. Y entender que estamos cabalgando sobre una revolución tecnológica exponencial, que impacta en todas las manifestaciones de nuestras vidas.

Las tendencias y mega-tendencias, junto con el conocimiento del pasado y la aplicación de metodologías prospectivas para construir escenarios de futuro, constituyen una base esencial para la toma de decisiones a todo nivel

Globalización, Tecnología y Prospectiva en el Umbral de los Desafíos Globales

El pensamiento estratégico es imprescindible para entender los procesos actuales, según Miguel Ángel Gutiérrez, director del Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva (CELGIP) de Argentina. La globalización hoy tiene una nueva cara y se manifiesta de múltiples formas, acelerada por la pandemia y la guerra, según el profesor chileno Rafael Sabat.

La tecnología no es solamente un generador instrumental de nuevos y mejores procesos, sino que, como señala la experta María Pía Aqueveque, es habilitante de los nuevos sistemas económicos. Asimismo, para el experto español Ibon Zugasti, la disciplina prospectiva y el conjunto de metodologías que la componen, permite reducir la incertidumbre, apoyar la gobernanza anticipatoria y crear escenarios de futuros posibles.

El premio Nobel de la Paz y ex presidente de Costa Rica, Óscar Arias, señala en el prólogo de esta obra, que, a pesar de muchas discusiones y negociaciones internacionales, hoy en día estamos viendo las consecuencias de no haber intervenido a tiempo y de manera eficaz: olas de calor y sequías, mega tormentas, inundaciones históricas, desertificación, hambrunas y la extinción de miles de especies de la biósfera. Sobre todo, que estamos viendo cómo la humanidad pierde su capacidad de poder pronosticar y prepararse para la atención de las catástrofes naturales.

a pesar de muchas discusiones y negociaciones internacionales, hoy en día estamos viendo las consecuencias de no haber intervenido a tiempo y de manera eficaz

Desafíos del Siglo XXI y la Importancia de la Gobernanza Anticipatoria

Podemos decir que los dos años recientes, luego de la pandemia 2020-2022, fueron años de tres nuevos acontecimientos disruptivos, de esos que cambian el curso de la historia, a los que precisamente la disciplina y las metodologías prospectivas califican como “cisnes negros”, es decir, sucesos que irrumpen en la situación, de manera imprevista, que sin embargo vistos en retrospectiva eran previsibles, pero a los que no se les prestó la debida atención anticipatoria por parte de los tomadores de decisión. Son estos: la guerra de Rusia contra Ucrania, el desarrollo exponencial de la Inteligencia Artificial Generativa, y la guerra de Hamas-Israel.

Para construir un mejor futuro, entendemos que un punto central es la gobernanza anticipatoria, y para ello, la necesidad de introducir en el sistema educativo, a todos los niveles, lo que denominamos “Alfabetización de Futuro”, “Enseñanza del Futuro” y “Educación para la Paz”. Esto significa incorporar en los contenidos una visión prospectiva que permita pensar en futuro, en la responsabilidad transgeneracional, en la necesidad de asegurar un desarrollo ambiental, económica, cultural y socialmente sostenible, generando conductas responsables, y en la convivencia social como base de la paz.

Los autores de este libro, esperan que sirva de puerta de acceso al conocimiento y al análisis de las tendencias que marcan el Siglo XXI, desde lo elemental a lo más complejo, para comprender el presente en clave de futuro. Está dirigido a estudiantes, académicos, actores sociales, empresarios, y profesionales de diferentes disciplinas, tanto del sector público como privado. Así, se contribuye a divulgar, explicar, y orientar sobre los nuevos temas del presente para construir un mejor futuro.

Para construir un mejor futuro, entendemos que un punto central es la gobernanza anticipatoria, y para ello, la necesidad de introducir en el sistema educativo, la “Alfabetización de Futuro”, “Enseñanza del Futuro” y “Educación para la Paz”


A continuación pueden leer el prólogo del libro por Oscar Arias Sánchez

En el año 1986 asumí por primera vez la presidencia de la República de Costa Rica. Durante aquel gobierno tuve que enfrentarme a las dos superpotencias de la Guerra Fría, los Estados Unidos y la Unión Soviética, con el fin de detener la ola de muerte y destrucción que recorría Centroamérica y que empezaba a llegar a mi país. Recorrí muchas naciones buscando apoyo para una solución pacífica que pusiera fin a los conflictos armados en la región. Dije al mundo que ninguna guerra ideológica justificaba la muerte de hombres, mujeres, jóvenes y niños inocentes. Que la guerra y la violencia no eran armas más poderosas que la paz y la diplomacia.

Hoy sigo convencido de que la paz no se puede forzar en la nación más pequeña, ni puede imponerla la nación más grande. Sigo convencido de que la paz se construye, y eso fue lo que hicimos los presidentes centroamericanos cuando firmamos el Plan de Paz. Al reunirnos en ciudad de Guatemala, en agosto de 1987, de alguna manera entendimos que aquella sería nuestra única oportunidad. Sabíamos que las potencias mundiales no tendrían paciencia y que, si no encontrábamos una solución nuestra, la solución nos sería impuesta desde afuera. Saber eso, sentir que la vida de millones de centroamericanos estaba atada al designio de unas cuantas horas, nos infundió la fuerza que necesitábamos. Para mí, firmar el Plan de Paz fue fácil. Yo no me enfrentaba a fuerzas guerrilleras. No tenía un estado de sitio que levantar, ni prisioneros políticos que liberar, ni periódicos clausurados que reabrir.

Sin embargo, para la mayoría de mis cuatro colegas, José Napoleón Duarte, Vinicio Cerezo, Daniel Ortega y José Azcona, firmar ese acuerdo y comprometerse en su cumplimiento significó un acto de gran valor. Nosotros fuimos los protagonistas de los eventos de nuestra época y la firma del Plan de Paz cambió la historia de Centroamérica, y también cambió mi vida para siempre. Ese mismo año, en medio de la alegría del milagro que nacía en Centroamérica, recibí la noticia de que el Comité Nobel había decidido honrarme con el Premio Nobel de la Paz.

Dije al mundo que ninguna guerra ideológica justificaba la muerte de hombres, mujeres, jóvenes y niños inocentes. Que la guerra y la violencia no eran armas más poderosas que la paz y la diplomacia.

Del Plan de Paz a los Desafíos Actuales

La firma del Plan de Paz fue un segundo grito de independencia centroamericano, y lo dimos los presidentes del istmo, hablando entre nosotros y viéndonos a los ojos. El final de nuestra lucha no tuvo lugar en un campo de batalla ensangrentado, sino en las calles de la Ciudad de Guatemala, donde con alegría y orgullo los presidentes centroamericanos estrechamos las manos e intercambiamos abrazos con las personas que se apostaban a las afueras del hotel donde firmamos la paz, personas por las que habíamos trabajado incansablemente por crear una realidad diferente, una realidad a la altura de sus esperanzas.

Se superaron así las guerras civiles en Centroamérica y la región tuvo un impulso de florecimiento durante la década de los años 90. Sin embargo, el nuevo siglo trajo el resurgimiento de la violencia, la pobreza, el narcotráfico y la corrupción, males que constituyen la tormenta perfecta para provocar destrucción y muerte. Como civilización hemos aprendido, a un alto costo, que la buena gobernanza es fundamental para la creación de bienestar para la humanidad. Debemos entenderla como un arte, como una destreza, como una virtud perfectible. Si queremos buena gobernanza debemos cultivarla.

Los nuevos líderes políticos de la región parecieran no tener claro que las tendencias globales continuarán avanzando y sus consecuencias repercutirán en el futuro. Eso es inevitable. Nos corresponde tomar decisiones eficaces para que esas consecuencias sean más positivas que negativas para la economía, para la civilización y para la biósfera. Quisiera creer que podemos identificar y encontrar líderes con una vocación clara para impactar el bien común. Líderes cuya visión dé prioridad a la creación de mayor bienestar para nuestras futuras generaciones. El arte de la política es la capacidad de tener una visión clara y poder así convencer a la población respecto al futuro que anhelamos.

La buena gobernanza es fundamental para la creación de bienestar para la humanidad. Debemos entenderla como un arte, como una destreza, como una virtud perfectible. Si queremos buena gobernanza debemos cultivarla

La Prospección Estratégica como Guía para Decisiones Sostenibles

La prospección estratégica no es un oráculo. Saber escuchar las débiles señales del futuro que hoy se manifiestan es una destreza que se puede aprender y cultivar hasta alcanzar un nivel de maestría. Así lo ha hecho por más de 25 años el Proyecto Milenio, del cual forman parte varios de los escritores de este valioso libro y su editor, Héctor Casanueva. Este libro es una gran herramienta para desarrollar la destreza de aprender a escuchar y a divulgar las señales del futuro. Escuchar y divulgar las señales del futuro es algo que hoy la humanidad necesita más que nunca.

Entiendo la prospección estratégica como una herramienta metodológica que nos ayuda a estructurar nuestro pensamiento y a tomar las decisiones correctas. Esa herramienta metodológica nos permite identificar y orientar esfuerzos para acercarnos a escenarios futuros deseables y poder así evitar los escenarios indeseables que resulten luego de nuestro análisis. Utilizar esta metodología es fundamental para el aprendizaje a la hora de tomar decisiones globales de liderazgo público, privado, académico o como miembros de la sociedad civil. Siempre ha habido conflictos en la humanidad. Por conflicto entendemos una incompatibilidad de metas entre grupos con diferentes intereses y niveles de poder.

Las guerras no son un conflicto, sino la manifestación violenta de una incompatibilidad subyacente. Los conflictos tienen una dinámica orgánica y, sin intervención, tienden a crecer de manera continua. Ese crecimiento es como una espiral. Por ello se habla de la espiral del conflicto que crece y crece hasta que no se detenga. De ahí la importancia de tomar la decisión de intervenir según corresponda y evitar así que continúe creciendo en el tiempo, sobre todo cuando sus consecuencias son destructivas y afectan el bienestar futuro de la humanidad y otras formas de vida.

Entiendo la prospección estratégica como una herramienta metodológica que nos ayuda a estructurar nuestro pensamiento y a tomar las decisiones correctas

Proteger el Medio Ambiente y Prevenir Conflictos Armados como Imperativos Humanitarios

Debemos intervenir para evitar los conflictos porque no hacerlo es la mejor manera de empeorar las cosas. Edmund Burke nos lo advirtió hace más de dos siglos: “Lo único que hace falta para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada”. Es hora de actuar. No podemos sentarnos y esperar a ver el resultado de la inercia colectiva, como si fuéramos espectadores de una tragedia shakesperiana. Debemos luchar incansablemente, al menos, contra dos grandes flagelos que amenazan a la humanidad: la protección del medio ambiente y la reducción de los conflictos armados.

Tal vez suene un tanto filosófico, pero cuando la guerra nos toca a la puerta destruye todo a su paso, sobre todo los sueños de la juventud, que es la porción más fértil y productiva de la humanidad. Cuando hablamos de la guerra nos damos cuenta de que nuestra historia ha sido marcada por la visión de escenarios dantescos. De guerra en guerra, de destrucción en destrucción, hemos contado los años y las décadas a partir de los horrores que las guerras nos iban retratando y que nuestra memoria histórica ha guardado.

Las guerras del hombre contra el hombre son las que más destruyen nuestra naturaleza. La guerra no sólo pone en peligro a las poblaciones, sino que también materializa una gigantesca agresión contra el medio ambiente. Las fuerzas militares son el mayor contaminador del planeta. Aun en tiempos de paz, producen más emisiones de dióxido de carbono que cualquier otra actividad humana. Las catástrofes ambientales causadas por la guerra son aterradoras.

La guerra no sólo pone en peligro a las poblaciones, sino que también materializa una gigantesca agresión contra el medio ambiente

Los agentes contaminantes, algunas veces radiactivos, vertidos por las fuerzas armadas en los campos y sembradíos dejan los terrenos totalmente improductivos, y las cosechas de productos agrícolas y marinos se tornan perjudiciales para el consumo humano, aumentando así la inseguridad alimentaria. La combinación entre contaminación ambiental, guerra, pobreza, falta de oportunidades y hambre es lo que ha motivado las mayores crisis migratorias que hemos observado en los últimos años. La pobreza y el temor no necesitan pasaporte para viajar. No requieren sellos, ni visas. No los detienen muros, ni cercas electrificadas.

La Guerra entre Humanidad y Naturaleza

La humanidad atestigua hoy el surgimiento de una nueva visión dantesca, una que constituye, más bien, una previsión: la que nos retrata la guerra entre los seres humanos y la naturaleza. Un desierto cuyas extensiones son imposibles de vislumbrar, con tierra resquebrajada que no se puede pisar a causa de las infernales temperaturas. Un mundo cuya paleta de colores, hasta ahora infinita, se reduce a una escala de grises y cafés oscuros. Un aire enviciado, imposible de respirar. No estoy describiendo el Apocalipsis sino, sencillamente, el mundo que nos espera si no cumplimos con un acuerdo de paz con la naturaleza y no eliminamos las fuerzas que lo destruyen.

Hace 50 años se congregó, por primera vez, la Organización de las Naciones Unidas en Estocolmo para hablar sobre la degradación ambiental a partir de datos y evidencias científicas que medían una leve pero notoria tendencia de calentamiento global. Las proyecciones que se hacían para los siguientes 50 años eran severas, aunque a muy largo plazo. Desde aquella ocasión hasta hoy la población humana en la tierra se ha triplicado y la emisión de gases carbónicos se ha cuadruplicado.

A pesar de muchas discusiones y negociaciones internacionales hoy en día estamos viendo las consecuencias de no haber intervenido a tiempo y de manera eficaz: olas de calor y sequías, mega-tormentas, inundaciones históricas, desertificación, hambrunas y la extinción de miles de especies de la biósfera. Sobre todo, estamos viendo cómo la humanidad pierde su capacidad de poder pronosticar y prepararse para la atención de las catástrofes naturales. La prospección estratégica nos ayuda a entender hoy, con alta precisión económica, lo que podría suceder en los próximos cincuenta años si no actuamos a tiempo, con determinación y responsabilidad.

La humanidad atestigua hoy el surgimiento de una nueva visión dantesca, una que constituye, más bien, una previsión: la que nos retrata la guerra entre los seres humanos y la naturaleza

La obligación de construir un futuro mejor es el reto más grande que tienen los líderes mundiales de hoy. Hace 40 años nos guiaba la fe, la esperanza, la ética y el amor al prójimo. Era un mundo menos conocido, menos integrado, menos interdependiente. La lectura de este libro pone en nuestras manos herramientas y técnicas de gran valor para el diseño de políticas públicas y proyectos a largo plazo. Por ello, considero fundamental para la construcción de ese mundo más próspero y solidario que se merecen las nuevas generaciones el análisis y las enseñanzas que esta obra nos ofrece.

San José, Costa Rica


(*) “PROSPECTIVA DEL SIGLO XXI, entender las mega-tendencias y la nueva globalización para construir futuros desde la Prospectiva Estratégica». Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva, Buenos Aires, 2022. FRIPP Editor. ISBN 978-987-48606-2-0. Autor y Editor: Héctor Casanueva. Coautores: María Pía Aqueveque, Ibon Zugasti, Rafael Sabat, Miguel Ángel Gutiérrez. Prólogo del Premio Nobel de la Paz y ex presidente de Costa Rica, Óscar Arias.


Boletín 57: La Universidad que nos une


HÉCTOR CASANUEVA

Investigador del IELAT y del IAES de la Universidad de Alcalá. Vicepresidente, Foro Académico Permanente ALC-Unión Europea

OSCAR ARIAS SÁNCHEZ

Premio Nobel de la Paz y ex presidente de Costa Rica

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.