«La Universidad pública garantiza la equidad y más igualdad de oportunidades», entrevista a Ricardo Rivero, Rector de la Universidad de Salamanca

«Los mapas de titulaciones que deberían racionalizar las ofertas académicas apenas se han desplegado. Aun se producen muchas redundancias y solapamientos de oferta entre universidades, en lugar de especializar y ofrecer titulaciones con demandas de futuros empleos», señala el Rector de la USAL


Pensar la Universidad como institución desde el conocimiento del derecho administrativo facilita no sólo la comprensión de su función social, sino también la capacidad de enmarcar en una propuesta posible las medidas para su transformación. Así se puede apreciar en el libro «El futuro de la Universidad» del catedrático de derecho administrativo y actual rector de la Universidad de Salamanca Ricardo Rivero. «Quien se pregunte si es posible cambiar la Universidad, debería saber que la principal característica definitoria de esta institución es su inteligencia, capacidad que permite superar las propias debilidades» señala el Rector de la USAL en el libro citado.

Sin embargo, en su defensa de la Universidad tiene claro que no todo centro que expida títulos, aunque sean oficiales, debería ser considerado Universidad. «La distorsión del nombre Universidad para denominar empresas cuyo único fin es la formación lucrativa debe, en mi opinión, ser rechazada» recuerda Ricardo Rivero en su revisión de la «La misión de la Universidad» de Ortega Y Gasset para la Revista de Occidente. Filósofo con quien el profesor Rivero como experto en innovación administrativa parece coincidir en que: «Una atmósfera cargada de entusiasmos y esfuerzos científicos es el supuesto radical para la existencia de la Universidad»

La emergencia de la cultura de la cancelación y del negacionismo científico son fenómenos globales que cuestionan la actividad de la Universidad en los últimos doscientos años. ¿Cómo afectan estas tensiones a la autonomía universitaria?

La autonomía universitaria ha de servir a la libertad de la ciencia, la docencia y la investigación. Por ello, quienes niegan los resultados científicos o pretenden prohibir que se converse sobre temas de interés público son opuestos a la idea de Universidad. Hoy las universidades han de ser más que nunca espacios para el progreso del conocimiento.

Hoy las universidades han de ser más que nunca espacios para el progreso del conocimiento.

Por otro lado cabe preguntarse por la relación entre la Universidad y la sociedad. En concreto en España, ¿está la Universidad rindiendo cuentas a la sociedad de manera adecuada del ejercicio de su autonomía?

Las universidades contribuyen al progreso social, sin duda. Al mismo tiempo, deben rendir de cuentas mediante mecanismos y procedimientos eficaces. La LOSU ha perdido una buena oportunidad de reforzar estos medios, pero cada Universidad puede fortalecerlos sujetándose a controles externos

Miremos hacia dentro del campus. ¿Es compatible el ejercicio de la libertad académica, recordemos, soporte la autonomía universitaria, con tener que seguir el profesorado criterios en docencia e investigación determinados por la Universidad?

Los departamentos organizan la docencia conforme establece la legislación orgánica. No pueden restringir los contenidos o enfoques en la legítima proyección de la libertad de Cátedra. De momento no se suscitan conflictos que generen preocupación por la compatibilidad de ambos valores.

Nos gustaría analizar con usted la situación en España de algunos de los elementos básicos que configuran la autonomía universitaria. En primer lugar lo que se refiere a la financiación. ¿Puede hablarse de autonomía en las universidades públicas si no existe un marco presupuestario plurianual, estable y suficiente pactado con las administraciones responsables?

La financiación es clave. Un horizonte plurianual facilitaría la programación y las acciones estratégicas de medio y largo plazo de las universidades.

La Universidad no es una institución bajo sospecha, precisamente porque existen numerosas instancias de garantía interna de los derechos de todas las personas de la comunidad.

Pasan los años, pasan los proyectos, pasan las leyes, y las universidades públicas siguen sin implantar la obligatoria contabilidad analítica, salvo en algunas excepciones. ¿No cree que conocer los costes reales de las distintas titulaciones o de la actividad investigadora mejoraría la percepción que tiene de la Universidad la sociedad y su gestión?

La contabilidad analítica es compleja en su establecimiento y puede producir impresiones inexactas sobre la rentabilidad en el largo plazo de determinadas acciones. No obstante, creo que es una herramienta necesaria y algunas universidades ya están preparadas para su implementación.

Al hilo del tema de la financiación.¿Qué va a aportar un sistema de auditoría interna a la gobernanza de las universidades?

Todos los controles económico financieros que no dificulten en exceso la gestión me parecen oportunos.

A la extensa relación de disposiciones de control económico financiero externo que establecen las leyes de presupuestos de las CCAA, (adicionales a las establecidas por la legislación del Estado), se añaden sistemas de control interno específicos como el defensor del universitario, la inspección de servicios, unidades de igualdad y diversidad, códigos éticos o buzones de denuncias anónimas. ¿Es la universidad, y por ende la autonomía universitaria, una institución bajo sospecha?

La Universidad no es una institución bajo sospecha, precisamente porque existen numerosas instancias de garantía interna de los derechos de todas las personas de la comunidad.

En cualquier organización la selección del personal se realiza de acuerdo con el proyecto concreto que se quiere desarrollar, y en consecuencia es realizada por aquellos que van a responder de lo acertado de la contratación. Sin embargo, en el ámbito universitario parecería que el acierto de la decisión de incorporar a un profesor dependiera de alejarla lo más posible del entorno en el que va a desarrollar su actividad y de sus responsables. ¿Cómo se conjuga esta situación con la autonomía universitaria?

La selección del profesorado universitario se encuentra reglada en un modo que aspira a incorporar talento docente, investigador y de transferencia de conocimiento. Estos procedimientos son bastante objetivos y al tiempo ponderan las capacidades de los candidatos para reforzar las líneas de trabajo preexiste

Aún se producen muchas redundancias y solapamientos de oferta entre universidades, en lugar de especializar y ofrecer titulaciones con demandas de futuros empleos.

La decisión sobre la oportunidad de implantar los títulos que ofrece una Universidad, pública o privada, así como la determinación de los resultados de aprendizaje que llevan consigo y las metodologías docentes para alcanzarlos, es una atribución básica de la autonomía universitaria. ¿Cuáles son los efectos de la intervención de las agencias de calidad y de las administraciones de tutela en la autorización de los títulos oficiales sobre la oferta académica de las universidades?

Los mapas de titulaciones que deberían racionalizar las ofertas académicas apenas se han desplegado. Aún se producen muchas redundancias y solapamientos de oferta entre universidades, en lugar de especializar y ofrecer titulaciones con demandas de futuros empleos.

La ley de la ciencia establece en su ámbito excepciones al régimen general de los empleados públicos y de la contratación en las administraciones. ¿Tienen las universidades públicas un marco regulatorio que atiende a las características propias de la autonomía universitaria?

El actual marco regulatorio no es suficiente ni permite incentivar diferencialmente a los mejores investigadores.

El proceso de admisión del estudiantado es un procedimiento reglado determinado por un sistema de acceso a través de la EVAU al que son esencialmente ajenas las universidades públicas. ¿Mejoraría la equidad y la eficiencia del sistema universitario un sistema de admisión más personalizado con una mayor capacidad de decisión de las universidades?

El acceso al sistema universitario requiere cambios importantes para garantizar la igualdad real de oportunidades. Una EVAU única sería el modelo ideal, en lugar de las diferencias actuales entre exámenes de comunidades autónomas.

La Universidad pública garantiza la equidad y más igualdad de oportunidades

¿Qué aporta a la situación actual reconocer un derecho subjetivo del estudiantado a acceder a becas?

Genera expectativas de equidad que no siempre se corresponden con los resultados porque al haber reducido los requisitos de concesión, muchas familias se ven después en la tesitura de tener que devolver el dinero

¿Qué une, y qué separa a las universidades privadas, en especial a las que actúan con ánimo de lucro,  de las universidades públicas?

La Universidad pública garantiza la equidad y más igualdad de oportunidades. También es donde se produce conocimiento mediante la actividad investigadora.


Entrevista Alfonso González Hermoso de Mendoza

Lucía Bécquer

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.