«Portugal ofrece ventajas únicas para atraer a estudiantes extranjeros, con costes de vida asequibles y más bajos que en muchos países europeos, incluida España, especialmente en términos de alojamiento, alimentación y transporte. La calidad de la enseñanza superior portuguesa se ha ganado el reconocimiento internacional, y varias universidades han alcanzado posiciones relevantes en las clasificaciones mundiales. Además, Portugal es conocido por su hospitalidad y seguridad, y ofrece un entorno multicultural en el que los estudiantes internacionales se integran fácilmente», señala Miguel Copetto.
Miguel Copetto desempeña roles destacados en educación y formación, como Vicepresidente de la CNEF (Confederación Nacional de Educación y Formación), miembro del Consejo de Administración de EUPHE y Director Ejecutivo de APESP. Es candidato a doctorado en Historia, con formación de posgrado en Ciencias Políticas, Estudios Económicos Europeos, Relaciones Internacionales y un Máster en Educación. Abogado y consultor internacional, ha publicado dos libros sobre políticas de educación superior y numerosos artículos en medios especializados.
Además, participa activamente en organismos nacionales e internacionales como CNASES, ARCA y Futurália. También colabora en la evaluación y aseguramiento de la calidad en educación superior y es miembro de diversas instituciones, como SEDES y la Asociación Escuela-Jardín João de Deus. Su experiencia combina liderazgo, investigación y asesoría en el ámbito educativo y social.
¿Qué representan actualmente las universidades privadas en el sistema de enseñanza superior portugués?
La enseñanza superior en Portugal está organizada en un sistema binario, compuesto por instituciones universitarias e instituciones politécnicas.
El sector de la enseñanza superior no estatal cuenta con 20 instituciones universitarias (incluyendo universidades, institutos universitarios y escuelas universitarias) y 42 instituciones politécnicas (incluyendo institutos y escuelas politécnicas). En el curso 2023/24, las instituciones privadas de enseñanza superior acogieron a un total de 88.840 estudiantes, lo que representa el 20% de la población estudiantil de enseñanza superior en Portugal.
¿Qué requisitos impone la legislación portuguesa para reconocer una nueva universidad privada en su territorio?
Los requisitos están definidos en el Marco Jurídico de las Instituciones de Enseñanza Superior, y la entidad fundadora debe tener personalidad jurídica y demostrar capacidad técnica, pedagógica, científica, financiera y patrimonial adecuadas. Es obligatorio presentar un proyecto detallado con los estatutos, el plan de estudios y las áreas científicas, sujeto a la evaluación de la A3ES – Agencia de Evaluación y Acreditación de la Enseñanza Superior de Portugal.
La institución de enseñanza superior debe disponer de infraestructuras, recursos humanos y equipamientos adecuados, y el proyecto debe justificar la necesidad de la nueva universidad en el contexto regional o nacional. Tras una evaluación positiva por parte de la A3ES, el Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación decide sobre la autorización de funcionamiento. El incumplimiento de estos requisitos puede dar lugar a la denegación o revocación de la autorización.
La institución de enseñanza superior debe disponer de infraestructuras, recursos humanos y equipamientos adecuados, y el proyecto debe justificar la necesidad de la nueva universidad
¿Cuál es la relación entre las escuelas de negocios y las universidades en Portugal?
En Portugal, las escuelas de gestión suelen estar integradas en las universidades, funcionando como unidades especializadas de enseñanza e investigación en gestión y empresa. Desempeñan un papel crucial en la estrategia de internacionalización y posicionamiento global de la enseñanza superior portuguesa, como demuestran las clasificaciones internacionales. Portugal cuenta actualmente con 6 escuelas de negocios entre las 100 primeras de la clasificación del Financial Times.
También hay que señalar que las escuelas se benefician de la infraestructura y la reputación de las universidades donde están ubicadas, al tiempo que contribuyen a su reconocimiento a través de programas innovadores y excelentes, como los MBA y la formación de ejecutivos. Así pues, existe una relación simbiótica: las universidades ofrecen apoyo institucional y acceso a recursos, mientras que las escuelas de negocios refuerzan la posición de las universidades en las clasificaciones mundiales y en el competitivo mercado educativo.
¿Cómo se garantiza la calidad de la enseñanza superior en Portugal?
La calidad de la enseñanza superior en Portugal está garantizada por la Agencia de Evaluación y Acreditación de la Enseñanza Superior, que evalúa y acredita cursos e instituciones, y por el Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación, que supervisa el cumplimiento de la legislación. Las instituciones aplican mecanismos internos de garantía de la calidad, complementados por auditorías y evaluaciones periódicas. Este sistema se ve reforzado por el reconocimiento en las clasificaciones internacionales y la participación de estudiantes, profesores y empleadores. Se trata de un ecosistema diversificado que ofrece garantías y permite una cierta solidez y un desarrollo continuo de la enseñanza superior en Portugal.
La calidad de la enseñanza superior en Portugal está garantizada por la Agencia de Evaluación y Acreditación de la Enseñanza Superior y por el Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación
¿Cómo está cambiando la globalización la enseñanza superior en Portugal?
La globalización ha provocado cambios significativos en la enseñanza superior, tanto en Portugal como en el resto del mundo. Es poco probable que lo que ocurre en Portugal sea muy diferente de lo que ocurre en España.
Las universidades se están adaptando a un contexto cada vez más globalizado, ofreciendo más cursos en inglés y estableciendo asociaciones con instituciones extranjeras para atraer a estudiantes, profesores e investigadores internacionales. La movilidad académica también ha experimentado un notable aumento, ya sea a través del programa Erasmus o de asociaciones y redes que promueven un intercambio enriquecedor de estudiantes y profesores, beneficiando la experiencia académica de todos los implicados.
Sin embargo, la globalización trae consigo una competencia más intensa. Las universidades portuguesas se enfrentan al reto de competir con instituciones de otros países, lo que ha llevado a hacer mayor hincapié en la calidad de la enseñanza, la investigación y las infraestructuras. Además, aspectos antes secundarios como las políticas de alojamiento, la hospitalidad, la sostenibilidad medioambiental y las actividades extracurriculares están adquiriendo cada vez más importancia, contribuyendo a una experiencia académica más completa.
En este contexto de internacionalización, las universidades deben preparar a los estudiantes con competencias que van más allá de los conocimientos académicos, como el dominio de lenguas extranjeras y la capacidad de trabajar en entornos multiculturales. Esta necesidad se refleja en los planes de estudios, que se han adaptado a esta nueva realidad. Como consecuencia, hay más oportunidades de prácticas y trabajo en el extranjero, lo que supone un beneficio directo para los estudiantes.
las universidades deben preparar a los estudiantes con competencias que van más allá de los conocimientos académicos, como el dominio de lenguas extranjeras y la capacidad de trabajar en entornos multiculturales
Otro impacto relevante de la globalización es el avance de las tecnologías digitales en la enseñanza superior. Los programas de enseñanza en línea o a distancia se han hecho más comunes, facilitando el acceso a la educación tanto a los estudiantes que viven en Portugal como a los que viven en el extranjero. Al mismo tiempo, las universidades portuguesas participan cada vez más en redes internacionales de investigación y proyectos globales, lo que no sólo aumenta la calidad científica, sino que también permite a académicos y estudiantes conectar con centros de conocimiento de alcance mundial.
Portugal, a su vez, se ha consolidado como un destino atractivo para los estudiantes internacionales, lo que ha contribuido a una mayor diversidad y enriquecimiento de la enseñanza superior en Portugal.
¿Cuáles son las ventajas diferenciales para atraer a estudiantes extranjeros a estudiar en Portugal?
Portugal ofrece ventajas únicas para atraer a estudiantes extranjeros, con costes de vida asequibles y más bajos que en muchos países europeos, incluida España, especialmente en términos de alojamiento, alimentación y transporte. La calidad de la enseñanza superior portuguesa se ha ganado el reconocimiento internacional, y varias universidades han alcanzado posiciones relevantes en las clasificaciones mundiales. Además, Portugal es conocido por su hospitalidad y seguridad, y ofrece un entorno multicultural en el que los estudiantes internacionales se integran fácilmente.
La creciente oferta de cursos en inglés, sobre todo en áreas como la gestión, la ingeniería y las ciencias, facilita que quienes no hablan portugués elijan Portugal como destino de estudios. Para los estudiantes de países lusófonos como Brasil, Angola y Mozambique, Portugal tiene además la ventaja estratégica de compartir lazos culturales y lingüísticos. El clima suave, la rica gastronomía y el patrimonio cultural hacen aún más atractiva la experiencia de vivir y estudiar en Portugal.
En comparación con España, aunque ambos países cuentan con una oferta académica de alta calidad y una rica experiencia cultural, Portugal tiene en general un coste de vida y unas tasas de matrícula más bajos. Mientras que España destaca por la mayor diversidad y tamaño de su sistema de enseñanza superior, Portugal gana en acogida de estudiantes lusófonos y en conexión con los mercados emergentes de la lusofonía. Además, el estilo de vida en Portugal suele considerarse más tranquilo y acogedor, mientras que España puede atraer a estudiantes que prefieren los grandes centros urbanos y una vida más agitada.
La calidad de la enseñanza superior portuguesa se ha ganado el reconocimiento internacional, y varias universidades han alcanzado posiciones relevantes en las clasificaciones mundiales
Portugal también ha invertido en movilidad académica, a través de programas como Erasmus+, y en su conexión con la tecnología y la innovación. En definitiva, Portugal se está posicionando como un destino competitivo para la educación superior, combinando calidad académica, accesibilidad y una experiencia de vida única.
¿Podría hablarnos de la situación en Portugal respecto a la pérdida de titulados universitarios y de las medidas que se están tomando?
Portugal se enfrenta al reto de la pérdida de titulados universitarios, fenómeno conocido como «fuga de cerebros», ya que muchos jóvenes cualificados emigran en busca de mejores oportunidades profesionales, salarios más altos o proyectos de investigación más relevantes. Este problema es especialmente evidente en áreas como la tecnología, la salud y la ciencia, donde la demanda internacional de talento es elevada. Entre las principales razones de este éxodo se encuentran las precarias condiciones laborales, los salarios relativamente bajos en comparación con otros países europeos y la falta de perspectivas de progresión profesional, factores que ponen en peligro el aprovechamiento de la inversión pública en educación y limitan el potencial innovador del país.
Para contrarrestar esta tendencia, se han puesto en marcha diversas medidas. Entre ellas destacan los programas de retención del talento, que animan a las empresas a contratar a recién licenciados mediante ayudas económicas y beneficios fiscales, y el aumento progresivo de los salarios y las oportunidades de progresión profesional, especialmente en áreas estratégicas. También se han promovido iniciativas de apoyo al espíritu empresarial, como el programa Startup Portugal, cuyo objetivo es crear un entorno más favorable a la innovación y al desarrollo de nuevas empresas.
Se ha reforzado la inversión en investigación y desarrollo, con financiación para proyectos alineados con las prioridades mundiales, con el fin de atraer y retener a los investigadores en el país. Además, se han creado redes de expatriados y programas de retorno, que ofrecen condiciones atractivas para traer de vuelta a profesionales cualificados que trabajan en el extranjero.
A pesar de estas iniciativas, el éxito dependerá de una estrategia integrada que mejore las condiciones laborales, refuerce los vínculos entre las universidades, el sector privado y la administración pública y posicione a Portugal como un destino competitivo para el talento cualificado, no sólo reteniendo a sus titulados sino también atrayendo a profesionales de otros países.
se han promovido iniciativas de apoyo al espíritu empresarial, como el programa Startup Portugal, cuyo objetivo es crear un entorno más favorable a la innovación y al desarrollo de nuevas empresas
¿Cómo valora la actual cooperación entre los sistemas de enseñanza superior portugués y español?
La cooperación entre los sistemas de enseñanza superior portugués y español se ha ido consolidando, aunque los resultados alcanzados aún están por debajo del potencial que podría generar la proximidad geográfica y cultural entre ambos países. Proyectos como el Campus Ibérico de Energías Renovables, en el que participan instituciones como la Universidad de Évora y la Universidad de Cáceres, y redes como el Grupo Tordesilhas, que promueve intercambios entre universidades de Portugal, España y Brasil, ilustran el valor de las iniciativas existentes, pero con un impacto aún limitado. Otras colaboraciones, como los doctorados conjuntos, las asociaciones de ciberseguridad y los proyectos culturales liderados por universidades históricas como Coimbra y Salamanca, muestran el potencial de una cooperación más estructurada y estratégica.
En los últimos años se han logrado avances significativos en las estructuras representativas de la enseñanza superior no estatal. APESP – Associação Portuguesa do Ensino Superior Privado (Asociación Portuguesa de Enseñanza Superior Privada) en Portugal y AEEN – Asociación Española de Escuelas de Negocios (Asociación Española de Escuelas de Negocios) en España, como organizaciones fundadoras de la Unión Europea de Enseñanza Superior Privada (EUPHE), han desempeñado un papel central en el desarrollo de asociaciones estratégicas, no sólo a escala europea, sino también en el contexto ibérico. Estas iniciativas han contribuido a estrechar las relaciones entre las instituciones de enseñanza superior de ambos países y a reforzar su presencia en los foros internacionales.
Al mismo tiempo, APESP ha mantenido contactos regulares con el Foro Emilia Pardo Bazán, una plataforma que promete abrir nuevas posibilidades de colaboración. Se espera que esta relación se traduzca en iniciativas que beneficien a las instituciones representadas, fortaleciendo su capacidad de acción conjunta.
Aunque estos esfuerzos constituyen un paso en la dirección correcta, sigue siendo necesario explorar nuevas oportunidades de articulación, especialmente en el contexto de las Redes Universitarias Europeas. Proyectos más innovadores y ambiciosos, centrados en áreas estratégicas y con una mayor integración regional, son esenciales para maximizar el impacto de la cooperación ibérica en el escenario global de la educación superior.
¿Cuáles serían las ventajas de una mayor integración entre los sistemas de enseñanza superior español y portugués? ¿Cómo podría lograrse?
Una mayor integración entre los sistemas de enseñanza superior portugués y español aportaría importantes beneficios, reforzando la Península Ibérica como área académica de excelencia.
La cooperación podría atraer a más estudiantes internacionales, a través de programas conjuntos, dobles titulaciones y campus ibéricos, además de ampliar el impacto de la investigación científica y facilitar el acceso a financiación europea e internacional.
Otro factor a destacar es el enorme potencial de las lenguas portuguesa y española, que juntas representan un mercado global con cientos de millones de hablantes en cuatro continentes. Esta ventaja lingüística abre oportunidades únicas para promover programas académicos en los países de habla portuguesa y española, así como en los mercados internacionales donde estas lenguas están en expansión. Para las instituciones de enseñanza superior, esto se traduce en un mayor atractivo, la captación de talento global y la internacionalización de la docencia y la investigación.
Una mayor integración entre los sistemas de enseñanza superior portugués y español aportaría importantes beneficios, reforzando la Península Ibérica como área académica de excelencia.
Grupos de trabajo conjuntos en áreas estratégicas como la educación superior, la transición digital, la sostenibilidad y la salud podrían profundizar la cooperación identificando prioridades y promoviendo soluciones colaborativas. Para ello, sería crucial que los gobiernos de ambos países incluyeran estas iniciativas en su agenda, traduciendo la relación diplomática en políticas públicas que favorezcan estrategias comunes y fortalezcan la integración.
Redes de cooperación más robustas, alineación de estándares académicos y una promoción coordinada de la Península Ibérica como destino académico global consolidarían esta asociación, beneficiando no sólo a los sistemas de educación superior, sino también a las economías y sociedades de Portugal y España.
En la última reunión de Presidentes y Jefes de Estado de la CELAC de la UE, celebrada en Bruselas en 2023, las cuestiones relativas a la enseñanza superior no figuraban en el orden del día. ¿Cómo se explica esta situación? ¿Qué podemos hacer para superarla?
La ausencia de la enseñanza superior en el orden del día refleja la prioridad concedida a cuestiones políticas y económicas más apremiantes, como el cambio climático, el comercio, la seguridad y la transición energética. Aunque es crucial para el desarrollo sostenible y la resolución de los retos mundiales, la enseñanza superior suele quedar relegada a foros especializados y no se trata al más alto nivel de la diplomacia.
Para superar esta laguna, es esencial reforzar el papel estratégico de la enseñanza superior en las relaciones birregionales, haciendo hincapié en su contribución a la innovación, la transición energética y la reducción de las desigualdades sociales. La enseñanza superior debe considerarse un elemento transversal, capaz de generar soluciones innovadoras y de reforzar los lazos culturales y científicos entre las regiones.
Medidas como la creación de grupos de trabajo birregionales centrados en la movilidad académica, la investigación conjunta y el desarrollo de titulaciones dobles o conjuntas serían un paso importante. Estos grupos podrían proponer políticas que resalten el impacto de la cooperación académica en la resolución de problemas globales.
Aunque es crucial para el desarrollo sostenible y la resolución de los retos mundiales, la enseñanza superior suele quedar relegada a foros especializados y no se trata al más alto nivel de la diplomacia
Además, es esencial promover la participación activa de las universidades en los diálogos políticos, animándolas a presentar proyectos concretos alineados con las prioridades de la cumbre, como la sostenibilidad, la digitalización y la inclusión social. La integración de las redes académicas en los foros birregionales reforzaría la presencia de la enseñanza superior en la agenda diplomática.
Por último, para garantizar que la educación superior sea tratada como una cuestión estratégica, es necesario incluirla formalmente en las próximas cumbres CELAC-UE, destacando su papel en el fortalecimiento de la asociación birregional y en la creación de capacidades locales para hacer frente a los desafíos globales.