La inteligencia artificial está llegando tarde a la educación

Los beneficios de la Inteligencia Artificial en los entornos de aprendizaje son demasiado valiosos para seguir posponiendo su aplicación intensiva. Especialmente en un contexto de longevidad y con necesidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida. Sin embargo, la industria de la educación no lidera la adopción de estas tecnologías. ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer?

 ISABEL FERNÁNDEZ


La industria de la educación y la aplicación de sistemas inteligentes

En este momento nadie duda de los beneficios de la aplicación de la Inteligencia Artificial a los entornos de aprendizaje. Sus beneficios son muchos, las tecnologías están maduras y contrastadas, los costes actuales ya posibilitan la escala, luego no tenemos razones para negárselos a la sociedad. 

Hoy en día los asistentes virtuales ofrecen soporte 24×7 multilingüe a los estudiantes en procesos administrativos y de aprendizaje.

Los procesos predictivos construidos aplicando técnicas de Machine Learning anticipan el patrón de abandono del estudiante y despliegan estrategias en tiempo real que mejoran la adherencia para mejorar su tasa de éxito.

Los motores auto-adaptativos son capaces de personalizar los contenidos, la metodología de aprendizaje y el canal de acuerdo al perfil de cada individuo, lo que nos lleva a maximizar el desarrollo competencial en cada caso.

Esta capacidad de personalización que nos permite alcanzar nuestra mejor versión cobra especial importancia en una sociedad longeva con necesidades de seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida. El aumento de la esperanza de vida hace que las capacidades cognitivas y las necesidades de cada individuo pueden ser muy distintas según la edad y los hábitos que le han traído hasta aquí . 

Sin embargo, la industria de la educación no es la más desarrollada en términos de aplicación de sistemas inteligentes.

Gartner estima que el tamaño del mercado de la inteligencia artificial alcanzará 62 mil millones de dólares en el 2022, 135 mil millones en el 2025. Industrias como salud, consumo, viajes, automoción y servicios financieros suponen el 83% de la inversión.

Lo que significa que a menos que hagamos algo, la educación no será la industria con mayor grado de adopción en comparación con el resto, que sí se beneficiarán en mayor medida de sus capacidades de anticipación y personalización. 

La sociedad debe entender que la misma tecnología de re-targeting que personaliza los anuncios y hace que nos persiga a través de los dispositivos ese artículo que una vez consultamos y no llegamos a comprar, es la misma que puede mejorar nuestra capacidad de aprendizaje

¿Cuál puede ser la razón en el retraso de la adopción en el caso de la educación?

Una de las razones es, sin duda, el tamaño de la industria de la educación. Ante industrias que mueven varios trillones, la industria de la salud y el bienestar alcanzará los 7 trillones en el 2205, 15 trillones la industria de los bienes de consumo, la educación superior es un mercado que llegará a los 36 mil millones de dólares, el doble si consideramos toda la industria de la educación.

El foco y la inversión que realizan las grandes tecnológicas y las empresas de servicios están dirigidos en gran medida por el tamaño de la industria a la que sirven esperando el retorno. 

La tecnología disponible está lista y madura

¿Qué podemos hacer para acelerar la adopción y beneficiarnos de sus ventajas?

Entendemos que la sociedad del bienestar debe proporcionar el mejor sistema de salud posible a sus ciudadanos. Eso permite la actualización de la capacidad de diagnóstico o implementación de nuevos protocolos que mejoran los servicios asistenciales.

De la misma forma entendemos que el Estado debe proporcionar el mejor sistema de educación posible, tutorizando de manera firme la adopción de las tecnologías que proporciona la inteligencia artificial al sistema de educación público y privado.

El gasto español en salud pública durante el 2021 fue de 81.600 millones, 5.600 millones más que el año anterior. El gasto en educación durante ese mismo 2021 ha sido de 4.893 millones. Entendiendo la presión excepcional en el sistema sanitario de un contexto de pandemia, desgraciadamente las cifras anteriores no son mejores en años anteriores. 

La sociedad debe entender que la misma tecnología de re-targeting que personaliza los anuncios y hace que nos persiga a través de los dispositivos ese artículo que una vez consultamos y no llegamos a comprar, es la misma que puede mejorar nuestra capacidad de aprendizaje.

Luego la tecnología está lista y madura. Ahora necesitamos que a los que hemos votado para que tomen decisiones estratégicas de Estado adecuadas. Porque no siempre las cuentas de resultados y la sociedad del bienestar están perfectamente alineados. Es ahí donde necesitamos líderes bien formados. 

Referencias

  1.  Spencer, S.J., Korosi, A., Layé, S. et al. Food for thought: how nutrition impacts cognition and emotion. npj Sci Food 1, 7 (2017). https://doi.org/10.1038/s41538-017-0008-y
  2. The Royal Society, Neuroscience: implications for education and lifelong learning, https://www.interacademies.org/sites/default/files/publication/4294975733.pdf

ISABEL FERNÁNDEZ Rectora de la Universidad Alfonso X el Sabio.

Twitter @uaxuniversidad

LICENCIA FOTOGRAFÍAS

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