En el panorama educativo actual, la formación de docentes emerge como un punto de reflexión crítico y esencial para garantizar la calidad y equidad en el acceso a la enseñanza.
En esta entrada de ESdiES formulamos una pregunta, «¿Habría que regular el acceso a las titulaciones universitarias que habilitan para el ejercicio profesional de la docencia?», sobre la que dialogan tres decanos de facultades de educación en universidades españolas: Miquel F. Oliver Trobat, Universitat de les Illes Balears, Jesús Manso, Universidad Autónoma de Madrid, y Marta Bertran Tarrés, Universitat Autònoma de Barcelona.
Jesús Manso:
Este es un aspecto complicado. Teóricamente diría que sí. En el momento y situación actual diría que sería conveniente pero no es prioritario ni se puede hacer de cualquier manera. Sobre todo porque las propuestas viables suelen ser demasiado sencillas (pruebas “objetivas”) para la finalidad que debería conseguirse con una regulación adecuada de acceso a nuestras titulaciones.
Si tuviera que indicar lo que sería más importante a este respecto diría que es el que desde la administración educativa se colaborase (como se hace en algunas Comunidades Autónomas) con las universidades para hacer una planificación de necesidades de docentes de Educación Infantil y Primaria y de Educación Secundaria para poder realizar algunos ajustes entre necesidades y demandas a la hora de acceder a los Grados y al Máster, respectivamente. De ello se derivarían algunas cuestiones relativas al acceso a las titulaciones pero también de parte de su desarrollo como, por ejemplo, las asignaturas de prácticas profesionales en centros educativos.
No tiene sentido, bajo mi punto de vista, que estemos formando a casi un 50% de futuros maestros/as que no van a terminar ejerciendo porque el sistema educativo no necesita tantos docentes de las etapas de Educación Infantil y Educación Primaria. Sin embargo, en Educación Secundaria pasa lo contrario, se necesitan profesores/as en algunas especialidades.
lo más importante es que desde la administración educativa se colabore con las universidades para hacer una planificación de necesidades de docentes de Educación Infantil y Primaria y de Secundaria para poder realizar ajustes entre necesidades y demandas a la hora de acceder a Grados y Máster
En cualquier caso, como indicaba, creo que la planificación coordinada por la administración educativa podría ayudar y, además, permitiría un trabajo coordinado entre universidades de la misma Comunidad Autónoma que sería beneficioso por ambas partes y para los programas de formación inicial docente. Evidentemente, esta propuesta varía en complejidad entre regiones con una única universidad pública y otras con numeras universidad públicas y privadas (y creciendo), como es el caso de Madrid.
Regular el acceso a las titulaciones es una propuesta que apoyo y me parece oportuna aunque ya he indico que no considere que sea la medida más prioritaria. A este respecto considero que, más interesante que generar pruebas añadidas a la EvAU, sería que cada facultad pudiera desarrollar algunas pruebas competenciales (incluyendo entrevistas individuales o grupales) propias. El modelo aplicado en la Universidad de Islas Baleares me parece que puede servir como inspiración para lo que podríamos hacer otras facultades, reconociendo la situación, idiosincrasia e identidad de las distintas universidades y facultades de Ciencias de la Educación.
Miquel F. Oliver Trobat:
La práctica totalidad de países establecen criterios para acceder a los estudios universitarios, entre ellos los orientados a la docencia. Estos criterios se basan en las calificaciones académicas previas o en las obtenidas en pruebas diseñadas específicamente para cada estudio. La primera opción –el promedio de calificaciones previas: Grade Point Average GPA– es la más recurrente para la selección de los aspirantes a estudios pedagógicos, tanto en el ámbito internacional como en el caso de España (EBAU).
Paradójicamente, la investigación ha evidenciado una débil relación entre el GPA y el éxito de los docentes en formación inicial y en el futuro desempeño docente; sin embargo, en los países que aplican pruebas diseñadas específicamente para los estudios orientados a la docencia desde hace años –Estados Unidos, Reino Unido, Finlandia, Canadá, Singapur, Taiwán, Israel, entre otros– se observan evidencias científicas sobre sus ventajas. Las experiencias desarrolladas en España por universidades públicas (las universidades de Cataluña des de 2017 y la de les Illes Balears a partir de 2021) también aportan evidencias de la conveniencia de estas pruebas.
Es importante no abordar estas pruebas como iniciativas aisladas. Los modelos que permiten una selección más afinada son los que contemplan una fase de selección cognitiva (mediante pruebas escritas sobre competencias lógico-matemáticas y de competencia comunicativa y razonamiento crítico) y que a la vez incorporan una fase de selección mixta (cognitiva y no cognitiva) que se desarrolla de forma oral mediante entrevistas. Sea cual sea el modelo que se pretenda aplicar, las pruebas deben acompañarse de medidas de política educativa de mejora de la formación inicial y permanente y de desarrollo profesional.
las pruebas deben acompañarse de medidas de política educativa de mejora de la formación inicial y permanente y de desarrollo profesional.
Marta Bertran Tarrés:
Las titulaciones que habilitan para el ejercicio profesional de la docencia deben recuperar el prestigio que merecen socialmente como pilar fundamental para la mejora de toda la sociedad. Deben atraer a estudiantes con cualidades actitudinales y personales modelables para las necesidades de una buena docencia, y que tengan también competencias y conocimientos necesarios para poder comenzar la formación inicial des de una buena base para potenciar su aprovechamiento. Por otro lado, des de la administración debería haber una planificación a medio plazo del número de plazas de formación docente que se ajustase a la necesidad de plazas docentes.
Debería existir, pues, una regulación del acceso a las titulaciones que habilitan para la docencia para poder elegir las personas con las competencias y conocimientos de base más adecuados. Más allá de que sea una práctica presente en diferentes países europeos que avalan sus beneficios, también algunas comunidades autónomas establecen regulaciones en forma de pruebas de acceso para realizar esta selección.
Debería existir, pues, una regulación del acceso a las titulaciones que habilitan para la docencia para poder elegir las personas con las competencias y conocimientos de base más adecuados
Otra cuestión es qué formulación deben tener estas pruebas, y si se dispone de los recursos necesarios para realizar el formato de prueba que se considera más conveniente. Así mientras que puede ser más extensible la realización de pruebas sobre la competencia comunicativa y razonamiento crítico y sobre la competencia lógico matemática, necesita de mayor compromiso de recursos la existencia de una fase oral mediante entrevista.