Abordar los desafíos actuales con una perspectiva ética y sostenible es esencial para construir un futuro donde la inteligencia artificial beneficie a la sociedad en su conjunto. Es necesario que nuestra clase política esté formada en los desafíos que proporciona esta tecnología. Sin duda, el mayor reto es ser capaces de construir estas bases entre, empresarios, políticos, formadores y legisladores. Necesitamos ir construyendo un camino sólido para redefinir juntos un mercado laboral en constante evolución.
ALEJANDRO MOLPECERES
Revolución Laboral Global
Estamos en el momento cero de una revolución laboral global con un impacto a nivel profesional sin precedentes. El 85% de las organizaciones identifican la adopción acelerada de tecnologías emergentes y el acceso digital amplio como los impulsores clave en la transformación en sus próximos cinco años según el informe “Future of Jobs Report 2023 de World Economic Forum”. Sin embargo, esta creación de oportunidades para su desarrollo, generará desafíos ya que la Inteligencia Artificial se estima que automatice un 42% de las tareas comerciales y administrativas en 2027.
Se espera que la mayoría de las tecnologías tengan un impacto neto positivo en el empleo en los próximos cinco años y el análisis de datos, las tecnologías de gestión del cambio climático, la encriptación y ciberseguridad se perfilan como los impulsores más importantes del crecimiento del empleo. Además, plataformas digitales, aplicaciones, el comercio electrónico y el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial generarán oportunidades significativas en el mercado.
El impacto de la IA generativa podría automatizar cerca del 10% de las tareas básicas en las economías occidentales, afectando de manera desproporcionada a los empleados de salarios más bajos, con una probabilidad 14 veces mayor de pérdida o transición laboral según un informe de Mckinsey Global Institute.
El 85% de las organizaciones identifican la adopción acelerada de tecnologías emergentes y el acceso digital amplio como los impulsores clave en la transformación en sus próximos cinco años
El Impacto de la IA Generativa en el Mundo Laboral
La IA Generativa por tanto va a impactar directamente en la manera en la que abordamos el trabajo: vamos a ser capaces de analizar, procesar y tomar decisiones de una manera más eficiente y eso deriva directamente en la necesidad de formar a casi 12 millones de potenciales transiciones laborales antes del 2030. ¿Los sectores más afectados? De nuevo, servicios de atención al cliente, alimentación, producción y tareas administrativas de oficina. Específicamente en los sectores con menos acceso a la formación y con trabajos no cualificados, es donde vamos a ver una erosión más agresiva.
Haciendo foco en España, según el primer Barómetro sobre la adopción de Inteligencia Artificial realizado por NTT DATA, Microsoft e ISDI, se aprecia una mayor madurez en el ámbito de gobierno del dato en contrapunto a la adopción de la IA. Es decir, las organizaciones entienden y reconocen que tienen que trabajar con un modelo de toma de decisiones basados en los datos, pero la práctica de la IA no cuenta aún con procesos.
Existe una oportunidad real de que las organizaciones revisen y definan su propuesta de valor, identifiquen qué tareas de su organización son altamente automatizables, que analicen objetivamente sus equipos y que formen adecuadamente a sus trabajadores.
La IA Generativa va a impactar en la manera en la que abordamos el trabajo: vamos a ser capaces de analizar, procesar y tomar decisiones de una manera más eficiente
La Velocidad de Adaptación en la Era de la Inteligencia Artificial
Por tanto la paradoja, ahora más que nunca, no se encuentra en brecha de conocimiento ni en el acceso a la información. El reto reside en la velocidad de adaptación de los equipos y cómo las organizaciones tampoco están siendo capaces de crear planes de talento enfocados en Inteligencia Artificial que vayan desde la captación, fidelización y formación, upskilling.
Es crucial dotar a los equipos de la capacidad técnica para hacer sus modelos más eficientes. No invertir en formación específica en tecnología y transformación es literalmente una irresponsabilidad a nivel empresarial. Es no querer mirar el mercado, es no querer adaptarse y es una pérdida de eficiencia que se reduce a unos peores resultados económicos a medio plazo en función del sector. Existe una oportunidad para esa transición enfocada a personas y datos y a nuevas profesiones.
En ISDI en la elaboración del Informe de Mapa de Profesiones Digitales 2023 realizado de la mano de Accenture, IBM, NTT DATA, L’Orèal, KPMG y Linkedin solo en un año hemos identificado más de 25 nuevas posiciones relacionadas en el ámbito de ciberseguridad, legaltech y data e inteligencia artificial. Este dato, sumado a que en España se han dejado sin cubrir 120.000 posiciones el año pasado, nos hace una idea de cómo las necesidades empresariales y el desarrollo tecnológico están siendo más rápidas que lo que tardamos en formar a nuestra fuerza laboral.
El reto reside en la velocidad de adaptación de los equipos y cómo las organizaciones tampoco están siendo capaces de crear planes de talento enfocados en Inteligencia Artificial que vayan desde la captación, fidelización y formación, upskilling.
Entre la Innovación Tecnológica y la Ética Laboral
Estamos por tanto ante un nuevo desafío más que debemos abordar con humildad, con alta capacidad de aprendizaje. Necesitamos crear modelos que ayuden a dotar a los empleados de mejores herramientas para resolver retos cada vez más complejos. Sin olvidar los desafíos éticos y sociales asociados con la inteligencia artificial. La relación entre la sociedad y la inteligencia artificial está ahora en un punto crítico. La Unión Europea está liderando la regulación de la inteligencia artificial como parte de su estrategia digital.
Esta propuesta, clasifica los sistemas de IA según el riesgo que puedan tener para los usuarios, marcando un hito como las primeras normas a nivel mundial y también analizando el impacto en el marco laboral, pero de nuevo, la regulación no está siendo capaz de ir al ritmo del mercado.
Si bien la innovación tecnológica es inevitable, nuestras decisiones éticas hoy determinarán la dirección de esta evolución. Abordar los desafíos actuales con una perspectiva ética y sostenible es esencial para construir un futuro donde la inteligencia artificial beneficie a la sociedad en su conjunto. Es necesario que nuestra clase política esté formada en los desafíos que proporciona esta tecnología. Sin duda, el mayor reto es ser capaces de construir estas bases entre, empresarios, políticos, formadores y legisladores. Necesitamos ir construyendo un camino sólido para redefinir juntos un mercado laboral en constante evolución.
ALEJANDRO MOLPECERES
Talent Growth Director en ISDI
