¿Qué primera conclusión arrojan los datos? Pues que mientras la transparencia en las universidades públicas es algo generalizado (90%), en el caso de las universidades privadas sigue siendo algo excepcional (23%) y concentrado en un número pequeño de universidades
JAVIER MARTÍN CAVANNA
Transparencia u opacidad
La respuesta más directa a esta pregunta sería ¡Sí! Al menos, si tenemos en cuenta los resultados de nuestros informes de transparencia en la web en los que venimos analizando desde hace diez años la transparencia de una muestra de 49 universidades públicas y de 26 universidades privadas.
Como se desprende de estos dos gráficos en los que se muestran los resultados de los informes de transparencia durante más de diez años (2011-2021), el grado de transparencia de las universidades públicas (90%) es casi cuatro veces superior al de las universidades privadas (23%).
El informe de transparencia de universidades públicas analiza un total de 27 indicadores o contenidos de información relacionados con la oferta académica, la información económica, el rendimiento académico e investigados, la estructura de gobierno, el personal, etc. En el caso de las universidades privadas el número de indicadores es de 25, al no incluirse los relativos al Consejo Social, que es un órgano específico de las universidades públicas.
Si tenemos en cuenta lo anterior, la diferencia en el nivel de compromiso con la transparencia entre las universidades públicas y privadas es mucho mayor, pues la muestra de universidades públicas (49) casi duplica la muestra de universidades privadas (26) y, además, el nivel de exigencia en las universidades públicas es mayor al incluir dos indicadores más.


¿Qué primera conclusión arrojan estos datos? Pues que mientras la transparencia en las universidades públicas es algo generalizado (90%), en el caso de las universidades privadas sigue siendo algo excepcional (23%) y concentrado en un número pequeño de universidades.
El área de Información económica es la más opaca en el ámbito de las universidades privadas. Sólo hay dos universidades privadas (Universidad Oberta de Catalunya y la Universidad Internacional de Catalunya) que cumplan todos los indicadores económicos: publicación de los estados financieros, memoria de las cuentas generales e informe de auditoría externa.
¿Sociedad mercantil es sinónimo de opacidad?
La respuesta a esta pregunta también es afirmativa. Entre la muestra de universidades privadas las más opacas son aquellas cuyo titular es una sociedad mercantil.
Si analizamos la naturaleza jurídica de las 26 universidades privadas comprobaremos que su titular puede ser una sociedad mercantil, una fundación o una institución con personalidad jurídica pública de la Iglesia católica.
El dato más significativo es que cinco de las siete universidades cuyo titular es una sociedad anónima (Universidad Alfonso X el Sabio, Universidad a Distancia de Madrid, Universidad Europea de Madrid, Universidad Europea Miguel de Cervantes, y Universidad Instituto Empresa) son opacas y se sitúan en la cola en el ranking de transparencia. Sociedad mercantil y opacidad parecen ser términos sinónimos cuando hablamos de las universidades. Una conclusión que ofrece materia para la reflexión.
Universidades Privadas | Titularidad | Calificación |
U. A Distancia de Madrid | Sociedad mercantil | Opaca |
U. Abat Oliva CEU | Fundación | Transparente |
U. Alfonso X el Sabio | Sociedad mercantil | Opaca |
U. Camilo José Cela | Sociedad mercantil | Translúcida |
U. Católica de Ávila | Corporación Iglesia católica | Opaca |
U. Católica de Valencia | Fundación | Opaca |
U. Católica de San Antonio de Murcia | Fundación | Translúcida |
U. CEU Herrera Oria | Fundación | Translúcida |
U. CEU San Pablo | Fundación | Translúcida |
U. de Deusto | Corporación Iglesia católica | Translúcida |
U. Europea de Madrid | Sociedad mercantil | Opaca |
U. Europea Miguel de Cervantes | Sociedad mercantil | Opaca |
U. Francisco de Vitoria | Fundación | Translúcida |
U. Instituto Empresa | Sociedad mercantil | Opaca |
U. Internacional de Cataluña | Fundación | Transparente |
U. Internacional de la Rioja | Sociedad mercantil | Translucida |
U. de Loyola | Fundación | Opaca |
U. de Mondragón | Cooperativa | Translúcida |
U. de Navarra | Corporación Iglesia católica | Transparente |
U. Nebrija | Fundación | Transparente |
U. Oberta de Catalunya | Fundación | Transparente |
U. Pontificia de Comillas | Corporación Iglesia católica | Opaca |
U. Pontificia de Salamanca | Corporación Iglesia católica | Opaca |
U. Ramón Llull | Fundación | Opaca |
U. San Jorge | Fundación | Translúcida |
U. de Vic-Central de Catalunya | Fundación | Transparente |
¿Existen motivos que justifiquen estas diferencias?
Las universidades privadas se hayan muy alejadas de los niveles mínimos de transparencia que deberían cumplir estas instituciones. No hay ninguna excusa o justificación para esta mala praxis. Las universidades privadas están obligadas a rendir cuenta de su actividad y principales resultados a sus diferentes grupos de interés, entre los que se encuentran sus alumnos y familias, la comunidad de profesores y trabajadores, sus donantes y la sociedad en su conjunto.
Las universidades privadas se hayan muy alejadas de los niveles mínimos de transparencia que deberían cumplir estas instituciones. No hay ninguna excusa o justificación para esta mala praxis
La creación y reconocimiento de universidades públicas y privadas es un acto que está sometido al control del gobierno autonómico (Asamblea autonómica) o central (Cortes generales). Ese acto requiere mantener un sano equilibrio entre la defensa de la libertad de iniciativa privada para impulsar proyectos educativos de educación superior y la necesidad de “garantizar la calidad del sistema universitario y, en particular, de la docencia e investigación” (artículo 4 Ley Orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario).
Nada más contrario al espíritu universitario que mantener el monopolio de la educación superior en manos del estado. Pero igualmente, nada más dañino para la universidad y la sociedad que ignorar la rendición de cuentas que las universidades privadas deben justificar ante la sociedad.
Las universidades privadas no pueden seguir viviendo de espaldas a la transparencia y rendición de cuentas públicas. Esta dejación es enteramente achacable a sus órganos de gobierno. No es admisible que los patronatos, consejos, cancillerías y demás órganos de gobierno de las universidades privadas se inhiban en un tema tan importante y trascendente. Pero también resulta irresponsable que los organismos públicos competentes para reconocer y autorizar el funcionamiento de las universidades (Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas) continúen ignorando esta situación.

