«En la medida en la que el mundo universitario sea capaz de permitir la combinación de disciplinas, experiencias, formatos, apoyos, incluso comunidades, países, e instituciones, estaremos desarrollando aprendizajes integrales. La estructura proviene del mundo real, que cada vez enfrenta retos menos estructurados y con menor relación con los conceptos preestablecidos«, señala el fundador de Global Impact EdTech Alliance
Entre las personas que mas han contribuido a pensar como las universidades deben transformarse para seguir cumpliendo su función de soporte del aprendizaje en la sociedad actual nos encontramos sin duda con la presencia de Fernando Valenzuela Migoya. Valenzuela une a su condición de líder de opinión y consultor especializado en tecnología educativa, recientemente fue considerado influencers de TI de educación superior a seguir en 2023 y nombrado Visionario Global del Año 2022 por EdTech Digest, la de emprendedor. Así, también es cofundador de Global Impact EdTech Alliance , una organización de mentores, Edlatam Alliance , una red de innovadores educativos latinoamericanos y la versión en español del podcast «The EdUp Experience», «Ed Up en español».
El informe dirigido por usted “Construir una visión de futuros para las universidades” se ha convertido en una de las referencias ineludibles a la hora de #Repensarlauniversidad como institución a escala global. En él se recoge que de acuerdo con la Asociación internacional de universidades, en la actualidad hay más de 20.000 universidades en el mundo. La pregunta que surge al oír esa cifra es, ¿a qué podemos llamar Universidad?
Esta cifra se obtiene a partir de las instituciones rectoras de la Educación Superior en el mundo y que básicamente cumplen con las regulaciones que le permiten llamarse así.
Una universidad es una institución de educación superior que ofrece programas de pregrado y posgrado que conducen a títulos académicos, brindan una amplia gama de disciplinas académicas y ofrecen títulos como licenciatura, maestría y doctorado.
Estamos frente a la desvirtuación de la Universidad en función de títulos. La oficialización de las habilidades adquiridas en función del tiempo utilizado en cada curso, la trayectoria definida rígidamente y las notas obtenidas a partir de evaluaciones estándares es claramente obsoleta frente a la velocidad de transformaciones sin precedente que estamos viviendo.
La universidad del futuro es una institución que proporciona una experiencia de aprendizaje transformadora y holística, centrándose en el desarrollo de habilidades, competencias y conocimientos que empoderan a las personas para prosperar en el futuro.
Esta definición cambia el énfasis de centrarse únicamente en diplomas y títulos al objetivo más amplio de equipar a las personas con las herramientas necesarias para tener éxito en un mundo que cambia rápidamente. La universidad moderna reconoce que el aprendizaje se extiende más allá de la adquisición de conocimientos y otorga igual importancia al desarrollo de habilidades prácticas, pensamiento crítico, desarrollo socio-emocional, adaptabilidad, colaboración y habilidades para resolver problemas en contextos e intituciones diversas.
Su objetivo ahora es convertir a las personas en aprendices completos y de por vida capaces de crecimiento personal, autorreflexión y desarrollo continuo. Reconoce el valor del aprendizaje interdisciplinario, pluri-institucional, global, promoviendo la colaboración, la creatividad y la innovación en varios campos.
La universidad del futuro brinda a los estudiantes la capacidad de navegar incertidumbres, adoptar avances tecnológicos y contribuir de manera significativa a la sociedad.
Reconoce que una educación universitaria debe ser un viaje transformador que prepare a las personas para prosperar en un mundo en constante evolución, independientemente de las credenciales específicas obtenidas.
En su estudio se habla de una Universidad “en capas” para el año 2050, ¿podría explicarnos esta idea?
Este modelo originalmente fue creado por Michael Crow en la Universidad de Arizona, State, USA. Fue el inicio de un proceso acelerado de transformación que permitió que esta universidad haya sido reconocida consecutivamente por varios años como la institución pública más innovadora en ese país.
El modelo tiene como núcleo los principios y valores que destinguen la filosofía de la institución, así como la fortaleza de talento, instalaciones y relaciones que la enriquecen.
Más allá de eso, cada capa extiende ese núcleo para servir a diversos segmentos a través de diversos formatos y capacidades. De esa forma, en la primera capa se lleva a cabo una experiencia en campus, para las personas que fundamentalmente establecen sus experiencias de aprendizaje en forma regular, presencial y que valoran la experiencia física aprovechando las instalaciones.
Cada capa subsecuente, encuentra experiencias y formatos distintos, atiende a segmentos diversos con necesidades distintivas. Incluso capas masivas totalmente en línea para individuos cuya relación con la universidad es pasajera o simplemente curiosa.
Cada capa extiende el alcance de segmentos a los que sirve, aumenta las opciones y complementa capas adicionales, hasta llegar a un metaverso que utilice el aprendizaje inmersivo como su sede.
Al desarrollar las capacidades en cada capa se incrementan las oportunidades de innovación, de adaptabilidad, se incrementan los datos, se comparan las experiencias, se conocen a los segmentos y a partir de ahí, se reconfiguran complementándose y retroalimentandose permanentemente.
Las universidades privadas, o reaccionan ante los “nuevos proveedores verticales, más ágiles, más especializados, y más dirigidos a los resultados de aprendizaje”, o su espacio será ocupado por ellos. ¿Qué papel cree que desarrollan las universidades públicas dentro de unas décadas?
La innovación abierta es la respuesta a estos retos de adaptabilidad, las universidades no aspiran a ser capaces de exceder las expectativas en todos los rubros de experiencia, flexibilidad, escala y profundidad que aparecen.
Se concentrarán en ser capaces de articular, validar, y escalar capacidades al operar como “hubs”, conformando ecosistemas interconectados, incorporando mejores prácticas, atrayento talento, asimilando tecnologías, expandiendo servicios, etc.
Una Universidad con mirada ecosistémica es capas de complementar sus capacidades, de afuera hacia adentro, de romper los silos que separan areas en función de las fronteras que se establecieron bajo premisas que no necesariamente son válidas.
Este camino empezó con el surgimiento de la oferta de Online Program Managers (OPMs), quienes complementaron por años las capacidades de las Universidades para producir, mercadear y entregar experiencias online. Hoy el tipo y número de experiencias, formatos, multi-disciplinas, multi-generaciones y multi-certificados obliga a diseñar eficientes estrategias de innovación abierta.
En un mercado de trabajo en el que los títulos cada vez tienen menos importancia y las profesiones están cada vez más desreguladas ¿cómo pueden atraer la universidades a los aprendices frente a la oferta emergente de formación a la que se refiere el estudio liderada por los nuevos actores?
La universidad aún cuenta con elementos distintivos que permiten vincular a más estudiantes, con mayor diversidad y por mayor tiempo. Para ello deben modernizar y flexibilizar sus procesos, siendo la rigidez de los curriculums, la sobre-estructuración de los formatos de entrega y la distancia de las disciplinas, algunos de los principales desafíos a vencer.
El acercamiento con las empresas sigue siendo a partir de preconcepciones que hoy dejan de ser válidas. En algunos entornos, incluso la empresa se empieza a dar cuenta que tener experiencia no es el indicativo fundamental para agregar valor, de la misma forma que tener un diploma ya no es el indicativo de que la competencia exista.
Entonces merece la pena cuestionarnos: ¿podría ser la experiencia un pasivo en el momento de enfrentar ciertas decisiones que se presentan por primera vez? ¿O podríamos conformar equipos balanceados en donde miradas inexperientes, pero curiosas podrían agregar valor?
¿Podrán las empresas, transicionar su modelo de recursos humanos hacia espacios donde el empleado es un cliente, el producto es el tipo de trabajo y la misión de la empresa sea diseñar mejores trabajos para maximizar sus resultados a partir del potencial humano?
En la medida que la universidad permita vivir más experiencias, flexibilizando la relación con el tiempo, el espacio, las personas y las actividades, muchas más personas podrán vincularse de diversas maneras, en diversas etapas de su vida para realinear sus capacidades a sus oportunidades y aspirar a trabajos más retadores.
¿Cómo cree que afectará la necesidad de repensar la Universidad a los rankings sobre los que se construye la reputación de las universidades en la actualidad?
Yo creo que la moneda de reputación sostiene a aquellas universidades cuya historia, selección y tasas de rechazo, han permitido que las mentes más brillantes, con las condiciones más privilegiadas establezcan un modelo aspiracional. La investigación es otro de los factores que sostiene a los rankings.
Yo veo que el balance entre investigación y enseñanza empieza a cambiar. Los incentivos para que aspectos más complejos de medir; como la trayectoria ascendente de personas provenientes de entornos más vulnerables hacen que siempre sea más sencillo medir el número de publicaciones o la cantidad de doctores en una facultad.
Es momento de repensar el valor del prestigio, de comparar otras fuentes de análisis y que los rankings dejen de ser centrados en modelos de docencia e investigación por modelos de aprendices y experiencias.
La alternativa se hará viable a partir de que los datos de medición sean más permeables y estén disponibles para análisis más integrales del valor. El centro de las mediciones serán los individuos en sus contextos.
¿Qué factor es preponderante hoy en día a la hora de elegir una universidad, la adquisición de conocimiento o el capital relacional y reputacional?
Ciertamente esta cuestión tiene múltiples dimensiones. La elección de universidad es un proceso que es influído por diversas fuerzas hacia una persona – normalmente inmadura -para tomar una decisión de tal trascendencia.
¿Qué quieres ser? ¿En qué quieres trabajar? Esa carrera no deja buenos réditos, Eres buena para las humanidades, aléjate de las matemáticas. ¡Mis amigas van a esta!, esa universidad no es top! y cientos de otras consideraciones que hacen que la decisión relevante se centre en apoyos de opiniones e informaciones que están lejos de las pasiones, capacidades y el potencial de quién las toma.
El problema se gesta desde edades tempranas, donde limitamos las aspiraciones para conformar individuos estándar.
Espero que evolucionemos aceleradamente hacia modelos de desarrollo que se centren en los estudiantes, que conecten con los problemas más relevantes que aún no logramos resolver y que ofrezcan experiencias, conexiones, propósitos y estructuras para que la decisión sea pertinente.
La adquisición del conocimiento aún se asocia con enseñar cómo hacer las cosas (era de la agricultura) o en qué se debe hacer ( qué fórmula, qué procedimiento, era industrial).
Ahora tenemos que centrar en enseñar a descubrir el porqué y el quién que nos dé sentido de propósito, de inspiración, de acompañamiento y de aspiración al aprendizaje permanente.
En una universidad hiperpersonalizada en la que “cada uno aprende de una manera, de acuerdo con sus intereses”, ¿cómo garantizamos que haya educación? ¿cómo enseñamos valores y habilidades básicas para la autonomía personal?
Creo que hay una confusión entre la flexibilidad y el caos. El aprendizaje tiene ritmos distintos, formatos distintos, intensidades distintas y acompañmientos distintos. No significa que la hiper-personalización sacrifique el aprendizaje, sino que lo adapte a cada estudiente con sus preferencias.
Algunos les van mejor los jueves, un aprendizaje asíncrono y totalmente autónimo, a otros ese día prefieren un aprendizaje online pero síncrono y con un coach asignado, otros se desplazan a un campus para encontrarse con sus compañeras y hacer aprendizaje social guiado por un docente.
En ese sentido y con una evaluación que no depende del formato sino que ocurre permanentemente, el aprendizaje se va generando en función no de las horas dedicadas sino de la aplicación de lo aprendido en diferentes contextos.
Recientemente presencié un caso que documenta bien las fallas de hoy: ungrupo de alumnos aprende estadística y su profesora considera que la mejor forma de engancharlos es mediante casos del deporte. Elige el basketball y centra cada uno de sus conceptos a la aplicación de ese deporte. Al final del ciclo llega el exámen y ahí el caso cambia al baseball. Sus alumnos confundidos fallan terriblemente, no son capaces de llevar el aprendizaje a contextos distintos!
El uso intensivo de la tecnología cambia la experiencia universitaria de manera radical. Dos cuestiones sobre la tecnología:¿Podemos llamar universitario a un aprendizaje realizado exclusivamente sobre una plataforma?
El formato del aprendizaje no es el determinante, sino la capacidad de integrar el conocimiento y aplicarlo. Las tecnologías inmersivas son capaces de generar aprendizajes y aplicaciones con un sentido que los libros y las lectures jamás lograron. No significa esto que son igualmente efectivas en todos los contextos, para todas las disciplinas y para todos los estudiantes. Ningún formato lo es!.
Seguimos pensando que las aulas tradicionales eran las más efectivas, sin considerar que, eran efectivas solamente para estudiantes promedio. Los que están por encima o debajo del promedio requieren diferentes opciones.
Configurar experiencias diversas y aplicarlas para contextos, formatos y estudiantes diversos es ahora nercesario. Es un ecosistema amplio de experiencias de aprendizaje que configura la mejor combinación para lograr el mejor resultado para cada estudiante.
Los retornos de educación van mas allá del conocimiento versus la inversión requerida para obtenerlo. Existen retornos en múltiples dimensiones:
Retorno en tiempo
Retorno en información
Retorno en confianza
Retorno en impacto
Al integrar estas dimensiones, se ejerce un permanente y dinámico juego de balance ya que muchas veces cada dimensión se contrapone con otra.
¿Corremos el riesgo de que la formación on line produzca una fractura entre aquellos que accedan a un aprendizaje automatizado y orientado a la resolución de problemas, y aquellos que puedan acceder a entornos presenciales ricos en relaciones personales y orientados a problematizar y a hacerse preguntas?
No porque cada formato tiene fortalezas y debilidades. No debe generarse una exclusión en ningún caso. Creo que el error es pensar que existen programas solamente online, programas solamente presenciales. Incluso los diplomas se relacionan al formato y existe la percepción de que el aprendizaje online es de menor calidad.
Existen experiencias online con altísimo grado de participación, con altísima intensidad social y con grados de acompañamiento que superan a los logrados en entornos tradicionales.
Asimismo, existen experiencias presenciales con baja o nula participación, baja intensidad de interacción y grados de acompañmiento inpersonales o lejanos.
¿Cómo cree que se resolverá la tensión entre la expansión de las universidades globales, referenciadas en términos de excelencia por los rankings, y las universidades cívicas legitimadas desde el impacto social y el compromiso con sus comunidades?
Creo que la elección de universidades por un período específico, empezará a cambiar por elecciones durante múltiples etapas de la vida a partir de múltiples rutas. Creo que las universidades tienen espacios enormes para elegir los principios y valores que transmiten y atraer a partir del propósito.
La amplitud de areas de conocimiento que hoy se interconectan, dista mucho de las estructuras uni disciplinarias que nos han regido. La combinanción dinámica debería llevarnos a tomar de múltiples opciones, experiencias, contenidos, relaciones y acompañamientos de más de una institución.
El aprendizaje informal cada vez es más accesible en lo que el profesor Faraón Llorens ha llamado “Napsterización” de la educación, ¿cómo podemos ayudar a estructurar este aprendizaje y a integrarlo dentro del mundo universitario?
La estructura proviene del mundo real, que cada vez enfrenta retos menos estructurados y con menor relación con los conceptos preestablecidos. En la medida en la que el mundo universitario sea capaz de permitir la combinación de disciplinas, experiencias, formatos, apoyos, incluso comunidades, países, e instituciones, estaremos desarrollando aprendizajes integrales.
Las estructuras del futuro son entornos sistémicos, diseños de escenarios y herramientas futuras, iteraciones, pivotajes y aproximaciones, colaboraciones radicales – entre diferentes no entre personas que piensan igual o provienen de entornos homogéneos.
¿Qué decisiones deberían tomar los gobiernos y las universidades para que tengamos un sistema iberoamericano de educación superior en el año 2050?
Permitir la transferencia frecuente, intensiva y amplia entre programas, personas, paises, tiempos y formas.
Evitar la rigidez de vincular programas a curriculums inflexibles, unidisciplinares o uni-formato.
Integrar visiones como la línea del metro. Los individuos se suben al metro en el punto que les queda más cerca, recorren la ruta que les acerca a su destino, a veces en una línea, otras interconectando líneas. Y resuelven volver al metro en el momento que deben recorrer otro camino hacia otro destino, así deben ser las regulaciones.
Por otro lado desmistificar el aprendizaje en función de las horas de permanencia. El aprendizaje futuro tiene plazos más cortos (ie: 3 meses) con objetivos más claros (3 habilidades) y con cómplices más comprometidos (acompañados de 3 personas).
La suma de experiencias adquiridas y de certificados obtenidos (desde múltiples emisores) acumula y vincula con las señales que el mercado requiere.
La Inteligencia Artificial generativa tiene mayor impacto en el trabajo de conocimiento asociado con ocupaciones que tienen salarios más altos y educación que en otros tipos de trabajo.En la era de la IA generativa es necesario construir un ecosistema completamente nuevo, más dinámico, interconectado y propicio para el aprendizaje. El ecosistema se centra en la relación entre la inteligencia humana (HI), la inteligencia artificial (IA) y la inteligencia colectiva (CI)
No hay distinción entre aprendizaje y meta aprendizaje, por lo que la evaluación se convierte en una parte integral del proceso de aprendizaje y el aprendizaje se convierte en una parte esencial del proceso de evaluación.
La IA generativa desafiará el logro de la titulación como un indicador de habilidades, obligando a tomar un enfoque más basado en las habilidades para el desarrollo de la fuerza laboral a fin de crear sistemas eficientes de capacitación.
Imagina un futuro en el que nunca más tengas que publicar un anuncio de trabajo. Con las herramientas adecuadas y una marca de empleador extraordinaria, podría ser posible.