El Observatorio del estudiantado de Espacios de Educación Superior realizó esta primavera una encuesta para conocer la experiencia de los universitarios españoles. Las enseñanzas de este estudio nos obligan a cambiar muchos de los lugares comunes con los que se suele valorar la relación de los estudiantes con la Universidad, a la vez que nos muestran el conocimiento que tienen de sus necesidades y la oportunidad de abrir nuevas vías para su plena integración en la institución universitaria. Repensar el lugar del estudiantado en la Universidad se ha convertido en una prioridad institucional y social.
ALFONSO GONZÁLEZ HERMOSO DE MENDOZA
Participa en II Encuesta sobre la experiencia universitaria
El papel del estudiante en la Universidad
Al estudiante en las universidades se le califica para la obtención del título. En muchas ocasiones se le evalúa para acompañarle y orientarle en su aprendizaje. Más difícil es que se le escuche en la concreción
de su proyecto vital y que se considere la aportación que con sus estudios puede realizar a la sociedad.
Las encuestas de valoración del profesorado, opacas y poco estimulantes para el estudiantado, o la participación en los órganos de gobierno, a la que cada vez son más renuentes los estudiantes, a la vez que dan cobertura a las obligaciones formales, se muestran inadecuadas para vehicular una participación efectiva en la construcción de la Universidad. Por otra parte, salvo excepciones, tampoco se facilitan estímulos que promuevan la autoorganización del estudiantado, lo que favorece un movimiento asociativo escaso y fragmentado.
Desde la Asociación Espacios de Educación Superior nos planteamos conocer y publicar la experiencia de los y las estudiantes en la Universidad como un paso previo a abrir un debate sobre qué lugar corresponde al estudiantado en la Universidad del siglo XXI.
Desde la Asociación Espacios de Educación Superior nos planteamos conocer y publicar la experiencia de los y las estudiantes en la Universidad como un paso previo a abrir un debate sobre qué lugar corresponde al estudiantado en la Universidad del siglo XXI
Cuatro conclusiones sobre la encuesta “Experiencia del estudiantado en el sistema universitario español”
Los estudiantes esperan que la universidad les brinde oportunidades de empleo, pero también desean una experiencia educativa enriquecedora.
Pocos temas ocupan una presencia mayor en los medios de comunicación y en los think tanks universitarios que la adecuación de la oferta formativa de las universidades a las necesidades del mercado de trabajo.
Los datos de la encuesta de ESdeES sitúan la empleabilidad como el aspecto al que el estudiantado da una mayor importancia de la universidad con un 8,6 sobre 10. Lo que no significa que no den una valoración muy cercana al respeto por la igualdad y la diversidad en el campus con 8,46, a la atención a las necesidades emocionales y sociales de los estudiantes con 8,35, a la implicación de las universidades en las necesidades sociales de su entorno con un 8,29 o la participación de los y las estudiantes en la vida universitaria 8,15.
La Universidad se manifiesta como una institución compleja de la que los estudiantes esperan una experiencia integral de aprendizaje. La asimilación de la Universidad a un centro de capacitación sólo puede entenderse por prejuicios ideológicos o por ignorancia.
En este sentido podemos recoger la opinión de los empresarios de EEUU que en un reciente estudio de noviembre de 2023 de la Asociación Estadounidense de Colegios y Universidades señalaban que «A pesar de toda la reacción contra los títulos formales, reconocemos las enormes ventajas de un título universitario, particularmente por las habilidades interpersonales que son necesarias para tener éxito en un ambiente colegiado…limitar lo que se puede discutir en las aulas universitarias no sólo obstaculiza el aprendizaje de los estudiantes sino que también perjudica su empleabilidad”
Los datos de la encuesta de ESdeES sitúan la empleabilidad como el aspecto al que el estudiantado da una mayor importancia de la universidad con un 8,6 sobre 10
Como señala el profesor Ismael Sanz en relación con la encuesta de ESdeES, “La satisfacción de los estudiantes universitarios españoles con la empleabilidad que proporciona asistir a la Universidad se encuentra en un 6,9 sobre 10 no es negativa y se encuentra cerca del Notable aunque está por debajo de las expectativas iniciales”. Las mayores frustraciones de los estudiantes se encuentran en la incapacidad de atención a las necesidades emocionales y sociales del estudiante que no llega al 5 en su valoración, o la participación en la vida universitaria y la creación de networking con los compañeros que llegan al 6 en su valoración. El cuidado y la escucha del estudiantado aparece como una asignatura pendiente de la
Universidad española.
Los estudiantes están satisfechos con la Universidad, aunque demandan mejoras significativas en su funcionamiento.
Un 87 % del estudiantado realiza el título que tenían como primera opción y un 80% lo hace en la universidad preferida. Aunque el 56,5% del estudiantado no ha visto cumplidas las expectativas que tenía al empezar sus estudios, o solo lo ha hecho parcialmente, el 84% volvería a estudiar el mismo título, el 69% repetiría los mismos estudios u otros en la misma universidad en la que los está realizando y el 62% del estudiantado volvería a estudiar el mismo título en la misma universidad.
Ahora, son muchos los alumnos y alumnas que quieren mejorar las condiciones de su aprendizaje. Un 45,4% del estudiantado valora de manera neutra o negativa la implicación del profesorado en su aprendizaje, porcentaje que llega al 48,2 % cuando hablamos de adecuación de las prácticas de enseñanza y al 59,6% cuando nos referimos a la idoneidad de los métodos de evaluación. Sólo el 12,2% del estudiantado utiliza a menudo las tutorías personalizadas, el 50,9% recurre poco o nunca a las tutorías.
El 79% de los encuestado quisiera tener más flexibilidad a la hora de elegir asignaturas de acuerdo con sus intereses personales, el 66% participar en más seminarios de debate y talleres prácticos, el 73% considera que se le debería dar más importancia a aprender a través de actividades fuera del campus y el 52% pide mejor oferta de movilidad para completar la formación en otras universidades españolas o extranjeras. Más de dos tercios de los estudiantes universitarios declara que no tienen prácticas
externas adecuadas y suficientes.
La universidad española en la pasada década fue capaz de duplicar su producción científica con una reducción significativa de la financiación pública
La universidad española en la pasada década fue capaz de duplicar su producción científica con una reducción significativa de la financiación pública. Escuchar hoy a los y las estudiantes, como señala Germán Gutiérrez Vicepresidente de CREUP, es un clamor oculto que compromete el futuro de la institución universitaria.
La percepción de la universidad pública y privada está cambiando en el estudiantado.
La irrupción de la universidad privada, de manera especial vinculada a la formación en línea y en máster, es el principal cambio estructural del sistema universitario español en la última década. En el curso 2000-2001 menos de un 10% del total de los estudiantes universitarios estaban matriculados en universidades privadas, en el curso 2020-2021, dicho porcentaje supera el 20%. En este periodo las universidades privadas han pasado de 16 a las 41 que están actualmente inscritas en el Registro de Universidades, Centros y Titulaciones (RUCT).
La encuesta ESdeES nos muestra razones de este incremento que van más allá del incremento de la oferta, en especial en las titulaciones que resultan más costosas (ciencias de la salud), de la mayor competencia tecnológica o de la proximidad al mercado laboral. Razones que parecen cimentarse en una mejor atención al estudiantado.
Así, como pone de manifiesto Joaquín Rodríguez, el 42,4% del alumnado de la privada valora muy positivamente la relación de mentorización que entablan con sus profesores mientras que solamente el 11,2% del alumnado de la pública lo calificaría así. Ocurre lo mismo al evaluar la calidad de los materiales ofrecidos al alumnado, con diferencias que van del 34,6% de la privada al 10,5% de la pública al estimarlos muy positivamente. Y algo similar sucede al ponderar los métodos de evaluación, aparentemente más arcanos y sumatorios en la pública y más transparentes y formativos en la privada. En la universidad privada: el 41,5% del estudiantado cree que las prácticas externas son adecuadas y accesibles mientras que solamente el 29,1% lo cree en la pública.
La irrupción de la universidad privada, de manera especial vinculada a la formación en línea y en máster, es el principal cambio estructural del sistema universitario español en la última década
El estudiantado universitario no responde a una realidad uniforme.
A pesar de las severas restricciones existentes para el acceso a la Universidad en amplios segmentos de la población, (como acreditan los datos SIIU de que en menos del 1% de los estudiantes universitarios los padres tienen estudios primarios, así como de que en el 61,42 % al menos uno de sus progenitores tiene titulación superior), la situación del estudiantado en la universidad española dista mucho de ser homogénea.
Al 49,7% del estudiantado sus estudios les resultan “Difícilmente soportable” económicamente o “Implica renunciar a otras actividades” para poder realizarlos. Este porcentaje llega al 65,8% en el caso de los estudiantes online y al 71,6% en las universidades privadas. Entre estos un 17% declara una situación “Difícilmente soportable” económicamente para su permanencia en la universidad.
Los estudiantes con más dificultades económicas son los de Humanidades y Artes y los de Ciencias de las Salud para los que en un 14% y en un 12% respectivamente sus estudios suponen un esfuerzo económico difícilmente soportable. Las diferencias entre los estudiantes de las distintas áreas académicas que refleja la encuesta son muy significativas no sólo en aspectos económicos, sino en otros como la empleabilidad, el acceso a prácticas, la orientación profesional o el cumplimiento de expectativas iniciales.
El porcentaje de estudiantes a los que sus estudios les supone un esfuerzo económico difícilmente sostenible se reduce entre el primer curso y el cuarto de un 11,3% a un 4.2%. Los estudiantes para los que su permanencia en la universidad no resiente su economía familiar pasan del 40,1% en el primer curso al 57,8% en el cuarto.
Las diferencias entre los estudiantes de las distintas áreas académicas son muy significativas no sólo en aspectos económicos, sino en otros como la empleabilidad, el acceso a prácticas, la orientación profesional o el cumplimiento de expectativas iniciales
La imperiosa necesidad de una política que incentive un acceso socialmente justo a la Universidad, así como de itinerarios de equidad soportados en becas de diversa índole y en préstamos sociales que faciliten la permanencia, emerge de los datos de la encuesta ante la ausencia de un debate público sobre estos aspectos. Urge reforzar las actuaciones que permitan que en las universidades puedan desarrollar sus estudios cualquier persona con el menor impacto posible de su situación socioeconómica de partida.
A modo de conclusión
Necesitamos una Universidad más comprometida con la sociedad, que cuide mejor de sus estudiantes y sea más accesible para todos. La propuesta de “todo para los estudiantes sin los estudiantes” hoy resuena como un anacronismo estéril. Repensar la Universidad en una sociedad democrática más justa y sostenible es inimaginable sin el propósito y el conocimiento del estudiantado. La transformación de las universidades es la transformación de las sociedades que las acogen. Un reto común que demanda ilusión, compromiso y propósito, y que ofrece esperanza en un futuro en libertad más justo y sostenible.
Este artículo se publicó en boletín de Marzo del obsvatorio de la Fundación Aspasia
Acceso a informe completo I Encuesta experiencia universitaria
Participa en la segunda encuesta sobre la experiencia del estudiantado universitario del Obsevatorio ESdeES
ALFONSO GONZÁLEZ HERMOSO DE MENDOZA
Presiente Asociación ESdeES