¡La peor defensa! ¡Negar o tratar de ocultar las debilidades!

Mark Evamy

Las universidades tienen una indiscutible legitimidad, valor e importancia; reconocer errores o debilidades no las pone en duda, sino que las fortalece, porque, en todo caso, si no los reconocemos de manera constructiva, otros los señalarán de forma crítica desde fuera.

TELÉMACO TALAVERA SILES


¡Actuar no pasiva ni reactivamente, sino proactivamente!

Hay docentes que a pesar de tener tremendas limitaciones hacen una gran labor, que son verdaderos educadores por la pasión, vocación y compromiso con que realizan su trabajo.

Hay docentes que hacen uso de los medios, equipos y recursos disponibles (muchos o pocos, viejos o nuevos) con extraordinaria creatividad y eficiencia.

Por otro lado, hay docentes que subutilizan los medios, equipos y recursos disponibles por falta de interés y/o limitada capacitación o porque las mismas normas, políticas y/o modelo institucional contrario a promover la creatividad e innovación son una barrera para lograrlo.

Muchos docentes, que más allá de los recursos y medios con que cuenten, se convierten en verdaderos amig@s, motivadores(as), facilitadores(as) del aprendizaje, constructores(as) de esperanzas, pero hay algun@s que hacen lo contrario, o simplemente hacen su trabajo de manera rutinaria sin valorar las debilidades, limitaciones y potencialidades de cada estudiante.

El Cambio de nuestro mundo y los retos del futuro

El mundo ha cambiado y sigue cambiando a una velocidad vertiginosa y habrá cambiado aún mucho más cuando los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que hoy son estudiantes sean adult@s por la convergencia de la Nano, Bio, Cogno e Infotecnología, así como por fenómenos como el cambio climático, la pobreza, la corrupción, las migraciones, la xenofobia, la violencia e inseguridad a todos los niveles y en todas sus expresiones, la desigualdad y vulnerabilidad económica, social y ambiental, etc.

La pandemia del COVID 19 en cortísimo tiempo y de forma impensable e inimaginable, evidenció muchas cosas, entre ellas:

– Lo vulnerable que somos como personas y como sociedad.

– La enorme brecha digital como expresión, entre otras cosas, de la brecha social.

– El valor e importancia de las tecnologías de información y comunicación,

– La importancia de convertir las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en Tecnologías de Aprendizaje y Conocimiento (TAC) y en Tecnologías de Empoderamiento y Participación (TEP).

Hay docentes que a pesar de tener tremendas limitaciones hacen una gran labor, que son verdaderos educadores por la pasión, vocación y compromiso con que realizan su trabajo.

– El verdadero valor de la familia, la comunidad y la solidaridad.

– El verdadero valor e importancia del sector rural y de la producción de alimentos.

– La importancia y valor de los servicios públicos como la salud, educación, etc.

– El enorme potencial y creatividad que encierra cada persona. Solo basta ver los TIK TOK donde hay muchas cosas negativas, peligrosas, vanas, ridículas, superfluas, pero también hay infinitas muestras de la creatividad humana. Mucha gente forzada por las circunstancias y la crisis, y aprovechando las oportunidades, ha descubierto talento que ni ell@s mismos sabían que tenían.

La peor defensa

(A mi criterio)

¡Quedarse a la defensiva, no actuar proactivamente! ¡Dejarse quitar la iniciativa!

Las universidades tienen una indiscutible legitimidad, valor e importancia; reconocer errores o debilidades no las pone en duda, sino que las fortalece, porque, en todo caso, si no los reconocemos de manera constructiva, otros los señalarán de forma crítica desde fuera.

Basarse solo en las fortalezas:

– Si alguien como persona o como institución señala que solo tiene fortalezas, en primer lugar, está faltando a la verdad, porque eso jamás ni para nadie en ninguna parte del mundo será cierto. En segundo lugar, el no reconocer las debilidades impide tener la suficiente pasión, energía e impulsar procesos para superarlas. Autocomplaciente.

– El problema no es tener problemas, porque los problemas, limitaciones y dificultades son parte de la vida misma, el verdadero problema es no estar dispuesto a conocer y reconocer los problemas, limitaciones y dificultades y por tanto no estar dispuesto a hacer todo lo posible por superarlos. El reconocer debilidades y errores no quiere decir, necesariamente, que lo que se ha hecho fue malo, sino que obedecía a otras circunstancias. Es el caso de la educación. Que una persona, institución, gobierno u organismo haga cosas buenas no justifica las malas. No escoger lo mejor, sino lo menos malo es la triste y desafortunada realidad que existe en el mundo en muchos ámbitos de la vida y el quehacer humano.

Las universidades tienen una indiscutible legitimidad, valor e importancia; reconocer errores o debilidades no las pone en duda, sino que las fortalece, porque, en todo caso, si no los reconocemos de manera constructiva, otros los señalarán de forma crítica desde fuera

El gran trabajo que hacen las universidades, los excelentes resultados de la investigación e innovación, que muchos estudiantes y profesores se involucren en actividades de extensión y en voluntariado debe generarnos satisfacción y elevado compromiso y debe ser motivación para toda la comunidad y ser la base para una firme y sólida defensa de estas. Pero si eso lo hace el 10, 20, 30, 40 ó 50% de los miembros de la comunidad universitaria no debe ser una excusa o justificación para el resto que no lo hace.

El impacto real de la educación

Mas allá de los números absolutos los cuales nos pueden parecer excelentes, debemos preguntarnos siempre:

¿Cuántos docentes están haciendo investigación y que porcentaje del total representan? ¿Cuántas publicaciones científicas y técnicas se producen? ¿Cuántos docentes y estudiantes están involucrados de manera sistemática en las actividades de vinculación con la sociedad y que porcentaje del total representan? De los docentes que solo hacen docencia: ¿Cuántos están siendo trasmisores de conocimiento y cuántos verdaderos facilitadores del aprendizaje? ¿Cuántos materiales educativos producen: libros, folletos, audioturiales, moocs, ¿etc.? y ¿Qué porcentaje representan? ¿Con que frecuencia las autoridades institucionales y gremiales se ponen en contacto abierto, amplio y transparente con la base de la comunidad universitaria y con las comunidades con las cuales y para las cuales debe trabajar la universidad? También debemos revisar si estamos estimulando moral y materialmente en base a resultados e impacto.

Cuando uno reconoce sus errores y debilidades y asume el compromiso para superarlos deja a los adversarios sin argumentos propios. Es como un profesor, por bueno que sea, que presuma que lo sabe todo, en un abrir y cerrar de ojos un estudiante listo con un smartphone en la mano lo puede hacer quedar mal.

el verdadero problema es no estar dispuesto a conocer y reconocer los problemas, limitaciones y dificultades y por tanto no estar dispuesto a hacer todo lo posible por superarlos

Basarse solo en las debilidades:

En primer lugar, es reflejo de baja autoestima, pesimismo, “masoquismo”

En segundo lugar, esto lo hace más frágil ante las adversidades y al ataque de los adversarios, críticos o como se les llame y que todo mundo tiene.

– Pensar que mejorar solo depende de otros y que uno, como persona, institución o país no tiene nada que hacer

– Esa es una actitud arrogante y más una justificación para no cambiar o para no superar sus propias debilidades y errores.

– Es correcto demandar y esperar que los demás cambien, pero eso no niega que cada uno como persona o como institución siempre tiene mucho que hacer y mejorar y el hacerlo lo ubica en una mejor posición al demandar que otros hagan lo que les corresponde.

Vale la pena retomar el pensamiento de Mahatma Gandhi cuando dijo:

Sé el cambio que quieres ver en el mundo


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TELÉMACO TALAVERA SILES

Ha sido Rector de la Universidad Nacional Agraria, Presidente del Consejo Nacional de Universidades, Presidente de la Asociación de Consejos de Rectores Universitarios de Latinoamérica y el Caribe (ACRULAC) y en la actualidad es coordinador de Kairós

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.