«Una universidad es mejor cuanto más aporta a resolver las demandas de la ciudad, región, país o continente donde se ubica». Entrevista a Álvaro Rojas (2)

Francisco Pomares

«Latinoamérica está integrada por diferentes naciones, cada una con diferentes cosmovisiones y raíces epistemológicas. Las formas de relacionarse entre pueblos o con el territorio es diferente a la de las culturas anglosajonas, ni mejor ni peor, tan solo distinta, por tal razón, existe la necesidad de conservar las culturas e identidades, teniendo respuestas oportunas nacidas en matrices de pensamiento propias«


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Entrevistamos a Álvaro Rojas Zamorano, experto chileno en educación superior. Álvaro Rojas es Director del Centro de Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad Tecnológica Metropolitana. Esta universidad estatal chilena ha mostrado una especial sensibilidad en sus políticas de vinculación con el medio ambiente. En esta segunda parte, abordamos el papel de las instituciones universitarias chilenas.

¿Cuál es la situación en Chile del sistema de aseguramiento de calidad de la educación?

Tal como mencioné anteriormente, desde hace tres décadas que Chile atraviesa un proceso de masificación de la educación superior, llegando a tal extremo que en el 2021 hubo más vacantes para estudiar una carrera que estudiantes que rindieron la prueba de admisión a la educación superior.  

El acceso masivo a la educación superior fue posible por la ampliación de la oferta académica de las universidades públicas, la creación de nuevas universidades estatales y la proliferación de universidades privadas, las que también reciben aporte estatal para su financiamiento, cuestión que ha generado una discusión sobre la legitimidad de este actuar.

el fin al lucro en educación superior se prohibió recién el 2011, producto de masivas movilizaciones estudiantiles que exigían “fin al lucro”, “educación pública, gratuita y de calidad” y “la educación como un derecho”

¿Por qué el Estado debe financiar la operación de universidades privadas que hasta hace no muchos años perseguían fines de lucro?

Y es que el fin al lucro en educación superior se prohibió recién el 2011, producto de masivas movilizaciones estudiantiles que exigían “fin al lucro”, “educación pública, gratuita y de calidad” y “la educación como un derecho”. 

Y claro, hasta la fecha, la constitución de la república no garantiza que las/os estudiantes no serán discriminados por sus características personales o sus condiciones familiares (accesibilidad), ni que la oferta curricular será pertinente a su cultura o centrada en los/as estudiantes y su interés superior (adaptabilidad).  

Junto al fin del lucro en educación superior, el Estado mejoró y complejizó sus capacidades para regular y dar garantía de calidad de la oferta educativa y es así como creó un Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior con cuatro funciones principales: de información, de licenciamiento de instituciones nuevas, de acreditación institucional y de acreditación de carreras o programas.

El Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior tiene cuatro funciones principales: información, licenciamiento de instituciones nuevas, acreditación institucional y acreditación de carreras o programas

A partir de estas definiciones, se puede entender que el aseguramiento de la calidad está fuertemente orientado hacia el control y garantía del cumplimiento de condiciones mínimas de calidad, además de la generación de información en la búsqueda de mayor transparencia y rendición de cuentas.

El sistema pone énfasis en los procesos de operación y funcionamiento, velando por la instalación de una cultura de la evaluación y mejora continua en los equipos de gestión de cada institución, es decir, el acento está en verificar estándares mínimos en relación con los propios objetivos y políticas establecidas de forma autónoma por la institución -sí, se remite a verificar lo que la propia institución dijo que iba hacer, sin acceso a más datos e información que los proporcionados por las autoridades-. 

Lo anterior, de alguna manera, restringe el concepto de calidad a la certificación de dichas condiciones, que operan como requisitos básicos de funcionamiento, siendo contraproducente para el sistema en tanto tiende a nivelar las instituciones y programas en relación a criterios más que a asegurar calidad.

Esto hace de la acreditación un mecanismo insuficiente que, lejos de asegurar niveles de calidad de acuerdo al valor agregado que generan las IES en la formación de personas, en la práctica se reduce al cumplimiento de criterios mínimos que no consideran la naturaleza de las instituciones ni su diferenciación al interior del sistema.

La acreditación es un mecanismo insuficiente que, lejos de asegurar niveles de calidad, en la práctica se reduce a la verificación del cumplimiento de criterios mínimos que deciden las propias instituciones auditadas

 El Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile advierte que los mecanismos de aseguramiento de la calidad debieran ser un instrumento útil para que las universidades e instituciones de educación superior generen políticas de mejoramiento de calidad de acuerdo con sus diferentes naturalezas y propósitos, de modo de entregar información relevante y garantizar una mayor transparencia del sistema. 

Entre los principales desafíos para el mejoramiento del sistema de aseguramiento de la calidad de la educación superior, es posible reconocer: (i) Reconocer la diversidad de las instituciones y sus estudiantes; se requieren criterios de evaluación flexibles, adaptables a los distintos propósitos; (ii) Avanzar hacia la evaluación de resultados en base a indicadores comparables; (iii) Garantizar procesos de evaluación rigurosos y transparentes; (iv) mejorar los sistemas de información y ampliar la participación de los grupos de interés (Arriagada, Gávez & Adasme; 2023) 

¿Cuál es el papel de las universidades de Chile en el impulso del cumplimiento efectivo de los ODS de ONU?     

Los objetivos de desarrollo sostenible 2030 promovidos por la ONU han marcado la agenda de las universidades chilenas, lo que se aprecia en los proyectos educativos y planes de desarrollo estratégico de las casas de estudio. 

La mayoría de las universidades, declara entre sus sellos formativos a la sustentabilidad y dispone de una dirección de sustentabilidad encargada, donde las funciones más comunes son difusión de prácticas sustentables en la comunidad universitaria, organización de jornadas de reforestación, implementar sistemas de reciclaje en los campus, medir la huella de carbono institucional, incidir en la formación transversal de estudiantes a través de electivos y proyectos de vinculación territorial, capacitar a docentes en sustentabilidad y fomentar el uso de metodologías de enseñanza -aprendizaje que promuevan la sustentabilidad, propiciar líneas de investigación coherentes con alguno de los ODS, entre otras acciones.

Los objetivos de desarrollo sostenible 2030 promovidos por la ONU están muy presentes en la agenda de las universidades chilenas

Un agente de cambio relevante en el sistema es la red de campus sustentables, organización creada el 2009 y que a la fecha agrupa a 39 instituciones de educación superior-chilenas y latinoamericanas- y 40 socios profesionales -empresas, fundaciones y ONG-. Su misión es desarrollar instancias de formación, colaboración y generación de instrumentos que promuevan culturas de sustentabilidad en la educación superior iberoamericana para construir una sociedad justa, diversa y regenerativa.

Sus acciones se organizan en las siguientes líneas estratégicas: incorporar la sustentabilidad en las políticas públicas de los diferentes Estados, diseñar cursos de formación en sustentabilidad, potenciar las habilidades de los agentes de cambio institucionales y, generar instancias de colaboración e intercambio de experiencias. 

Además de docencia e investigación cada vez adquiere más importancia la idea de una Universidad Cívica como actor determinante en la comunidad a la que pertenece. ¿Cuáles son las actividades “cívicas” más destacadas que realiza la Universidad Tecnológica Metropolitana de Chile?

La Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), con tres campus en Santiago de Chile, es una de las 18 universidades públicas del país. En su ADN está el compromiso con el pluralismo, tolerancia, desarrollo regional y nacional y, la responsabilidad social.

En su proyecto educativo declara una formación comprometida con el desarrollo tecnológico al servicio de un Chile sustentable en lo económico, medioambiental y social. Para ello, implementa una serie de iniciativas, entre ellas:  

– -Programa de derechos humanos, responsable de formar a personas para ejercer de forma consciente y comprometida su derecho de ciudadanía, en el marco de los principios fundamentaciones de la declaración de derechos humanos. Lo anterior, mediante electivos, seminarios y charlas de expertos. 

-Programa de género y equidad para la disminuir brechas entre hombres y mujeres, canalizar demandas de acoso o discriminación e, incidir en las políticas académicas de la institución. 

-Programa de sustentabilidad, responsable de gestionar campus sustentables, los que cuentan con certificación en carbono neutral en la emisión de gases de efecto invernadero. 

-Currículo con foco en la responsabilidad social, y es que todos los planes de estudio de pregrado tienen una asignatura de índole ambiental y, al menos una asignatura por carrara trabaja con la metodología aprendizaje + servicio, enfocada en contribuir a resolver una problemática del entorno, mediante la aplicación de conocimientos, habilidades y actitudes desarrolladas en la asignatura y/o de forma previa.  De esta forma, las/os estudiantes desarrollan un aprendizaje significativo y colaborar con personas, emprendedores, fundaciones, ONG y/o municipios. 

Finalmente, la universidad constantemente busca generar sinergia entre los actores con quien comparte el territorio, por lo que habitualmente sus diferentes estamentos integran mesas de trabajo con municipalidades, consejos empresariales u ofreciendo actividades culturales para los/as vecinos/as de las comunas aledañas a los campus. 

Fuente: www.un.org

¿Qué lugar ocupa la investigación científica en las universidades de Chile?  

La Comisión Nacional de Acreditación (CNA) busca promover, evaluar y acreditar la calidad de las Instituciones de Educación Superior de Chile, así como de sus carreras y programas. Para esta misión, organiza su labor en cinco áreas estratégicas 1) Docencia y resultados del proceso de formación; 2) Gestión estratégica y recursos institucionales; 3) Aseguramiento interno de la calidad; 4) Vinculación con el medio; e 5) Investigación, creación y/o Innovación. 

En investigación, la CNA audita si es que las universidades obtienen resultados que generan impacto en el medio interno o externo, ya sea del ámbito académico, cultural, de servicios, productivo o social y que estos, a su vez, apoyen la formación de las y los estudiantes en todos sus niveles.

Las universidades que logran acreditarse con la máxima distinción deben demostrar que realizan investigación en todas las áreas de su quehacer y, que sus publicaciones son reconocidas por su impacto a nivel internacional, considerándose como una contribución significativa al área de estudio. Asimismo, deben sostener programas de doctorado acreditados en todas las áreas del conocimiento que desarrolla la universidad, logrando impactar en el proceso de enseñanza y aprendizaje de las y los estudiantes.

Chile cuenta con 56 universidades chilenas que, en su mayoría se dedican en exclusividad a la docencia; de las 5 que más investigan, 4 están en el área metropolitana

No obstante, es imperioso aumentar la inversión pública en investigación, ya que a nivel latinoamericano es muy baja. Esto es comprensible en países subdesarrollados, pero en el caso de países OCDE, como Chile, el Estado tiene el deber de aumentar los recursos si es que pretende disminuir la brecha entre países del norte y el sur. En la región, el ejemplo de Brasil es positivo, quien ha aumentado su inversión, lo que parece haber tenido efecto en los resultados de investigación, citas en revistas de alto impacto e índices de innovación global.  

En Chile, donde la población aproximada es de 19.500.000 de habitantes existen 56 universidades, las que principalmente se dedican a labores docentes, ya que no existen recursos económicos, infraestructura ni capital humano avanzado suficiente para investigar en todas las áreas del conocimiento. Es más, entre las cinco universidades que más publican, cuatro se encuentran ubicadas en la región metropolitana, dejando en evidencia un grave problema para el desarrollo equitativo del país: la centralización.

En Chile es imperioso aumentar la inversión pública en investigación

¿Tiene sentido promover las publicaciones científicas en español? 

Por supuesto, en el mundo existen 512 millones de hispanos hablantes, siendo el español la cuarta lengua más hablada del planeta. Por lo demás, en los países donde se habla este idioma, existen brechas de desarrollo económico y social gigantescas a las cuales se debe contribuir mediante la generación y difusión del conocimiento, y en este sentido, el rol de la universidad es preponderante. 

Latinoamérica está integrada por diferentes naciones, cada una con diferentes cosmovisiones y raíces epistemológicas. Las formas de relacionarse entre pueblos o con el territorio es diferente a la de las culturas anglosajonas, ni mejor ni peor, tan solo distinta, por tal razón, existe la necesidad de conservar las culturas e identidades, teniendo respuestas oportunas nacidas en matrices de pensamiento propias. 

¿Una universidad es mejor cuanto más se parece a las primeras clasificadas en los rankings internacionales? 

No, los rankings hay que observarlos y valorarlos en su propio mérito, objetivos y contexto. Cada uno tiene criterios, indicadores y ponderaciones diferentes, adoleciendo de parámetros flexibles capaces de adaptarse a las diversas realidades de las regiones del mundo, por lo que comparar y sacar conclusiones a partir de estos, no debe ser tan simple ni arrojadizo.  

Para mí, la universidad es mejor mientras más aporta a resolver demandas y necesidades de desarrollo de la ciudad, región, país o continente donde se ubica o bien, en lo eficiente en el uso de sus recursos financieros, materiales o de personas.

Para mí, la universidad es mejor mientras más aporta a resolver demandas y necesidades de desarrollo de la ciudad, región, país o continente donde se ubica

En un mundo altamente digitalizado las fronteras del aprendizaje las marcan cada vez más la lengua y menos los límites territoriales. ¿Cuáles son los obstáculos para alcanzar un sistema iberoamericano de educación superior?

En mi opinión, Iberoamérica carece de una agenda de colaboración que oriente el trabajo mancomunado de las instituciones de educación superior. Existen iniciativas particulares impulsadas por gobiernos de turno, acuerdos de colaboración entre universidades-generalmente para movilidad estudiantil-, pero no hay un plan de trabajo interestatal o entre privados que oriente la consolidación de un sistema iberoamericano de educación superior.    

Lo anterior, puede deberse a que la región presenta un cuadro de baja cohesión social caracterizado por agudos niveles de pobreza, exclusión y desigualdad. Esto facilita la segregación social que, entre otros fenómenos, genera categorías de universidades según la clase social, etnia o religión que alberga, repercutiendo en los niveles de calidad y excelencia educativa. Por ejemplo, una institución con un perfil de estudiantes de sectores socioeconómicamente vulnerables, tendrá que invertir más recursos en favorecer su progresión académica y permanencia en el sistema.

La ausencia de políticas públicas efectivas para el crecimiento y desarrollo equitativo de las instituciones de educación superior perpetúa el sistema de castas entre universidades

En consecuencia, un segundo obstaculizador, es la necesidad de políticas públicas efectivas para el crecimiento y desarrollo equitativo de las instituciones de educación superior o bien, incentivos o planes de desarrollo en innovación e investigación, ya que de lo contrario, continuaremos observado la profundización de un sistema de castas entre las universidades.  

En tercer lugar, los países de la región tienen diferentes perspectivas sobre el derecho a la educación superior. Hay países donde es concebida como un bien de consumo y en otros, como un derecho social. Hay países donde la participación de privados es regulada y en otros no, países donde se financia solamente a las instituciones estatales y otros donde también los privados reciben ayuda económica, sin importar la calidad o proyecto educativo.   

Finalmente, coincido en que las fronteras ya no son un impedimento para trabajar colaborativa en el fortalecimiento de un sistema iberoamericano de educación superior, sin embargo, debemos considerar que aún existen importantes brechas en la conectividad a internet y el acceso a tecnologías de la información. Según la UNESCO (2022), menos del 50 % de la población de América Latina y el Caribe tiene conectividad a banda ancha fija y, solo el 9,9 % cuenta con fibra de alta calidad en el hogar. 

Hay un nuevo espacio de sinergia interdisciplinaria, interuniversitaria e internacional en los nuevos enfoques relacionados con el control de la tecnología, el acceso a la información, la diversidad sexual, el feminismo, las migraciones o el medio ambiente

¿Cuáles son los espacios de colaboración que podríamos construir desde hoy mismo? 

En la actualidad, somos testigos de aceleradas y vertiginosas transformaciones. Vivimos en un contexto de cambios, crisis y revoluciones. La irrupción de la tecnología, el acceso masivo a la información, el reconocimiento a las diversidades sexuales, la lucha feminista, el enfoque sustentable, las corrientes migratorias, entre otros fenómenos, son procesos que deben marcar las agendas de las universidades y abordarlas colaborativamente, ya que a diferencia de los avances científicos, en estos temas socioculturales, nadie la suficiente experiencia para abordar individualmente el problema, por lo que ahí asoma un importante espacio de sinergia interdisciplinaria, interuniversitaria e internacional.   

Las universidades deben aprender sobre sus errores del pasado y evitar ser solamente reaccionarias a las demandas de la sociedad. Debemos invertir esfuerzos para contribuir con propuestas y reflexiones a las necesidades de cambio, de lo contrario nuevamente seremos actores pasivos de protestas como el movimiento de los indignados en España o los estallidos sociales de Chile, Colombia y Ecuador.    

Post pandemia, prefiero ser optimista. Hoy estamos más preparados que en el pasado para estos desafíos. Contamos con mejores herramientas de gestión del conocimiento y las fronteras ya no marcan el límite de lo posible, pudiendo emprender instantáneamente proyectos colaborativos, indistintamente de la distancia geográfica.  

A mi juicio, algunos de los temas para una pauta de colaboración iberoamericana son: (i) Modalidades educativas y aprendizaje para la sociedad del siglo XXI; (ii) sustentabilidad y propuestas para el cambio climático; (iii) innovación e investigación interuniversitaria al servicio de la región; (iv) Feminismo, colonialismo y pueblos originarios.



Entrevista Alfonso González Hermoso de Mendoza

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.