Las universidades deben reflexionar sobre las razones que hacen que determinadas titulaciones, como las ingenierías, sean poco atractivas para la población con discapacidad, y deben implementar las medidas de adaptación necesarias para garantizar la adecuada atención del alumnado con discapacidad en todas las ramas de enseñanza y ámbitos de estudio
ANTONIO JIMÉNEZ LARA, AGUSTÍN HUETE GARCIA, MÓNICA DEL PILAR OTAOLA BARRANQUERO
El estudio sobre el rendimiento académico de los estudiantes universitarios con discapacidad en España ha sido impulsado por la Fundación ONCE para dar respuesta a la laguna de información existente en este ámbito. Además de ofrecer datos sobre los logros académicos de los estudiantes con discapacidad en comparación con el conjunto del alumnado en una amplia muestra de universidades públicas españolas durante el curso 2018-2019 (21 universidades que agrupan al 57,8% del alumnado matriculado en el conjunto de universidades públicas durante el curso de referencia), el estudio incluye una revisión bibliográfica internacional de las principales aportaciones científicas sobre los factores y variables que afectan al rendimiento académico de los estudiantes con discapacidad en la Universidad.
En la muestra analizada, las personas con discapacidad matriculadas en estudios de grado representan el 2,06% del total del alumnado, un porcentaje ligeramente inferior al existente en la población general en los grupos de edad universitaria (en torno al 2,5% de las personas de entre 20 y 29 años tienen discapacidad administrativamente reconocida).
Para incrementar esta participación, las universidades deberían incluir en sus estrategias de orientación y captación de alumnado acciones para promover el acceso de los estudiantes con discapacidad a la educación superior. Asimismo, los aspirantes con discapacidad deben tener derecho a que las pruebas de acceso a las universidades se adapten, en procedimientos, forma y tiempo, a sus necesidades específicas, y deben poder disponer de los medios humanos y materiales adicionales que les garanticen su efectiva igualdad de oportunidades en los procesos de admisión.
las personas con discapacidad matriculadas en estudios de grado representan el 2,06% del total del alumnado, un porcentaje ligeramente inferior al existente en la población general en los grupos de edad universitaria
Los datos recogidos en el informe muestran que son muchas las personas con discapacidad que optan por la educación universitaria a distancia (la participación de las personas con discapacidad en el alumnado de la UNED es del 5,5%), y que la presencia de estudiantes con discapacidad en las universidades presenciales es claramente inferior a lo esperable (en ellas los alumnos con discapacidad son solo el 1,2% del total). Existe, por tanto, un reto importante en el acceso de las personas con discapacidad a la formación en universidades presenciales, que debe ser enfrentado.
La distribución por edad del alumnado universitario con discapacidad es muy diferente de la del conjunto de estudiantes matriculados en estudios de grado y máster en las universidades públicas españolas. Su media de edad es considerablemente mayor (31 años en grado y 37 en máster, frente a 22 y 28 años, respectivamente, para el conjunto de los estudiantes), lo que se debe, por una parte, a que han ingresado más tardíamente al sistema universitario (con una media de 24 años, cuando la edad promedio de ingreso a la universidad para el conjunto del estudiantado es de 20 años), y por otra a que invierten más tiempo que el conjunto de los estudiantes en completar sus titulaciones, pues una de las estrategias que siguen para adecuar la carga docente a sus necesidades específicas es la de prolongar la duración de sus estudios.
La disponibilidad de apoyos, junto con la flexibilidad y adaptabilidad de los planes de estudio, son elementos clave para el logro de unos altos niveles de rendimiento académico por parte del alumnado con discapacidad. A falta de una flexibilidad que la mayoría de las universidades no son todavía capaces de ofrecer, son las propias personas con discapacidad las que parecen haber encontrado en la prolongación del tiempo de permanencia en el sistema, la vía que permite culminar los estudios universitarios.
La población universitaria con discapacidad, al igual que la población general, se concentra más en determinadas ramas de conocimiento (en particular, en la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas), aunque en términos relativos, la proporción que suponen los estudiantes con discapacidad respecto al conjunto del alumnado muestra importantes diferencias por ramas, siendo la más alta la que se registra en Artes y Humanidades y la más baja la correspondiente a Ingeniería y Arquitectura.
A la vista de estos datos, las universidades deben reflexionar sobre las razones que hacen que determinadas titulaciones, como las ingenierías, sean poco atractivas para la población con discapacidad, y deben implementar las medidas de adaptación necesarias para garantizar la adecuada atención del alumnado con discapacidad en todas las ramas de enseñanza y ámbitos de estudio.
La accesibilidad de los centros universitarios, los apoyos disponibles y la flexibilidad en el diseño de los planes de estudio influyen directamente sobre las expectativas y sobre la elección de carrera y universidad, haciendo que una parte del estudiantado con discapacidad renuncie a determinadas carreras o a continuar sus estudios en ciertas universidades.
La accesibilidad de los centros universitarios, los apoyos disponibles y la flexibilidad en el diseño de los planes de estudio influyen directamente sobre las expectativas y sobre la elección de carrera y universidad
Los datos aportados por las universidades públicas que han facilitado información indican que, una vez tomada la decisión de presentarse a evaluación de asignaturas, los resultados académicos obtenidos por el alumnado con discapacidad son equiparables a los de la población universitaria general. La flexibilización de los tiempos y las metodologías docentes parece, pues, una estrategia clave, en un contexto en que las universidades son muy poco flexibles con los planes de estudios, y el profesorado no siempre reconoce las necesidades educativas especiales, que con frecuencia se desatienden.
Las diferencias entre el rendimiento académico de los estudiantes con discapacidad y el del conjunto de los estudiantes matriculados en las universidades públicas son menores en los estudios de máster que en los de grado, lo que podría deberse a que en los estudios de máster la flexibilidad de configuración curricular es mayor, los alumnos hacen una elección de la titulación más informada y motivada, la atención al alumnado es más personalizada al ser los grupos más pequeños, y los sistemas de calificación se basan más en la elaboración y presentación de resúmenes, ensayos y trabajos de investigación, la realización de prácticas y la participación activa en clases, seminarios y debates, dando una menor importancia a los resultados de exámenes escritos y orales.
Además de analizar el rendimiento de los universitarios con discapacidad matriculados durante el curso 2018-2019, el estudio ha recogido también información sobre el rendimiento, a lo largo de toda su titulación, de los alumnos que han egresado de sus estudios en ese curso. En este caso las tasas de rendimiento obtenidas son más elevadas, y las diferencias que se registran entre los estudiantes con discapacidad y el conjunto de los estudiantes se reducen considerablemente.


La nota media del expediente de los estudiantes con discapacidad egresados, tanto de grado como de máster, es muy similar a la obtenida por el conjunto de estudiantes egresados, con calificaciones medias que son ligeramente mayores en las mujeres que en los hombres (aunque la diferencia en las calificaciones por sexo es inferior entre los estudiantes con discapacidad que en el conjunto de los estudiantes). Las calificaciones medias también son algo mayores entre quienes han cursado estudios presenciales que entre quienes han estudiado en la UNED.
La revisión bibliográfica realizada ha puesto de manifiesto que en el rendimiento académico de los estudiantes con discapacidad influyen factores que pueden ser modificados, como son la accesibilidad, el nivel de motivación, la carga lectiva, las actitudes de los profesores y compañeros, las oportunidades de participación en el entorno universitario, la situación financiera, las relaciones sociales y el manejo efectivo del tiempo. Uno de esos factores modificables son las adaptaciones.
Entre ellas, las que se han demostrado más eficaces para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes con discapacidad son la adaptación de los materiales, la flexibilidad en la evaluación, la asistencia para el desarrollo de estrategias de estudio y aprendizaje, el apoyo en el aula y el servicio de toma de apuntes. Aunque muchas universidades han venido implementando estas adaptaciones, pocas han evaluado su impacto sobre el rendimiento académico individual de los estudiantes con discapacidad. Además de las adaptaciones académicas son necesarias medidas de accesibilidad, que todavía son poco frecuentes en las universidades.
La nota media del expediente de los estudiantes con discapacidad egresados, tanto de grado como de máster, es muy similar a la obtenida por el conjunto de estudiantes egresados
Al igual que han implementado medidas de adaptación y accesibilidad, las universidades han puesto en marcha servicios de discapacidad e inclusión que centralizan estas adaptaciones y medidas de accesibilidad. La implementación de metodologías inclusivas y el diseño universal del aprendizaje repercuten en el proceso de enseñanza no solo de los estudiantes con discapacidad, sino del estudiantado en general. Sin embargo, son muy pocas aún las universidades que han evaluado la influencia de estos servicios sobre el rendimiento académico de los estudiantes con discapacidad.
En el rendimiento académico influyen también multitud de factores personales, familiares y sociales. En el caso de los estudiantes con discapacidad, las redes familiares y asociativas son, muchas veces, un referente para explicar sus trayectorias académicas porque, por ejemplo, los animan a tener una vida independiente, suplen las barreras de accesibilidad que se dan en el entorno universitario, incentivan a los estudiantes con discapacidad ante situaciones adversas y son determinantes para el quehacer socioeducativo.
Otro de los factores que pueden favorecer el rendimiento académico de los estudiantes con discapacidad son las becas, que constituyen un elemento clave para el impulso de la dimensión social y la equidad en las universidades. Sin embargo, el sistema de becas en España tiene una gran complejidad normativa y de requisitos que obliga a los estudiantes con discapacidad a desplegar estrategias para el cumplimiento de estos requisitos que a veces influyen en su rendimiento.
el sistema de becas en España tiene una gran complejidad normativa y de requisitos que obliga a los estudiantes con discapacidad a desplegar estrategias para el cumplimiento de estos requisitos que a veces influyen en su rendimiento
La revisión ha puesto también de manifiesto la existencia de factores psicológicos y personales que influyen en la trayectoria académica, entre los que destacan nuevos aprendizajes, responsabilidades y expectativas y, sobre todo en los estudiantes con discapacidad, un alto nivel de proactividad, motivación y perseverancia para superar los obstáculos que se han desarrollado en sus carreras.
La revisión también ha identificado algunos ejemplos de buena práctica y una serie de recomendaciones en relación con el análisis del rendimiento académico de los estudiantes universitarios con discapacidad y las medidas que se pueden adoptar para mejorarlo.
El análisis de las trayectorias de los estudiantes durante su proceso educativo es un tipo de análisis muy poco explorado en relación con el estudiantado con discapacidad. De hecho, el estudio sobre el rendimiento académico de los estudiantes universitarios con discapacidad en España es probablemente el primero que intenta profundizar en ello. La incorporación de la variable discapacidad a las estadísticas del Sistema Integrado de Información Universitaria, que se demanda en este estudio, sería un avance fundamental, pues permitirá que en el futuro se pueda desarrollar una enriquecedora línea de investigación en ese ámbito.






ANTONIO JIMÉNEZ LARA
Antonio Jiménez Lara. INICO. Universidad de Salamanca.
Twitter @ajimenezlara
MÓNICA DEL PILAR OTAOLA BARRANQUERO
Barranquero. INICO. Universidad de Salamanca.
-Google Scholar: https://scholar.google.com/citations?user=1JBOCrkAAAAJ&hl=es
-Twitter: @monicaotaola
AGUSTÍN HUETE GARCIA
INICO Universidad de Salamanca.
Twitter @ahueteg