Aprendizaje abierto o reglado, pero de calidad

Cada día es más frecuente que nos formemos a lo largo de nuestra vida a través de itinerarios que transcurren entre la formación profesional, la formación para el  empleo, la formación continua para desempleados y otras oportunidades  accesibles para la gran mayoría de personas, independientemente de su  condición, edad, y relacionadas con su situación laboral y/o personal

GUADALUPE BRAGADO CORDERO


Hace tiempo que desterramos la idea de que poseer un título oficial te  garantizaba un empleo, una carrera profesional exitosa, una retribución acorde  con tus estudios, una posición social relevante, etc. Quizá si siga ocurriendo que  tu entorno familiar más cercano admire el hecho de que hayas superado un  determinado nivel de estudios que quizás tus padres no tuvieron la oportunidad  de alcanzar, o bien que para la promoción interna o el acceso a determinados  cuerpos y escalas de la Administración debas demostrar poseer un determinado  título oficial, lo cual no garantiza que tengas los conocimientos, destrezas,  habilidades y competencias que lleva aparejados, aunque lógicamente se  presupone.  

Cada día es más frecuente que nos formemos a lo largo de nuestra vida a través de itinerarios que transcurren entre la formación profesional, la formación para el  empleo, la formación continua para desempleados y otras oportunidades  accesibles para la gran mayoría de personas, independientemente de su  condición, edad, y relacionadas con su situación laboral y/o personal. 

Creo que ya todos nos hemos dado cuenta de que la especialización es un  componente esencial en nuestra vida profesional, y la necesidad de  especializarnos nos lleva a optar entre distintas alternativas formativas, las  cuales, conviven entre sí de una manera más o menos integrada, coherente y  ordenada. Lo cierto es que las empresas demandan perfiles técnicos muy  competentes en determinados ámbitos, con habilidades muy probadas, que en  ocasiones nacen del autoaprendizaje, se valora más el saber hacer que el mero  saber, como acumulación de contenidos teóricos. 

Hay una gran distancia entre los contenidos, profesionales, funciones  y roles que necesitan las empresas, con las titulaciones que ofrecen  universidades, colegios, institutos y centros de formación

De hecho, hay una gran distancia entre los contenidos, profesionales, funciones  y roles que necesitan las empresas, con las titulaciones que ofrecen  universidades, colegios, institutos y centros de formación. Hay determinadas  profesiones que parecen no existir para la administración educativa y sin  embargo son las más demandadas por las organizaciones y los cazadores de  talento, que no suelen recurrir a las vías formales de reclutamiento, sino más  bien a otras más prácticas vinculadas a la realidad del mercado de trabajo. 

Los itinerarios formativos y profesionales deben ser necesariamente abiertos,  partiendo de una base educativa reglada, reconocida por el sistema educativo y  de formación profesional, para garantizar una base mínima de calidad y  adquisición de competencias clave, mediante las cualificaciones profesionales  que dan pie a la aprobación de los títulos profesionales pero no son más que una  base, una referencia que deberá complementarse y enriquecerse para generar  valor añadido al individuo y por ende a las empresas y al sistema productivo. En  este proceso la orientación académica y profesional es clave para poder guiarte  en el proceso de crecimiento personal y profesional, sin caer en la titulitis ni  tampoco en la acumulación de diplomas sin ningún valor en el mercado laboral.

La Administración educativa debe ser garante de la calidad del sistema educativo  pero también tiene la responsabilidad de responder con agilidad a las  necesidades de las empresas, si queremos ser competitivos, y no engañar a los  administrados con una oferta educativa sin valor real en el mercado, abocando  a las empresas a no encontrar profesionales cualificados en los ámbitos y  sectores que realmente crean empleo y demandan personas preparadas y  capaces. 

La Administración educativa debe ser garante de la calidad del sistema educativo  pero también tiene la responsabilidad de responder con agilidad a las  necesidades de las empresas, si queremos ser competitivos, y no engañar a los  administrados con una oferta educativa sin valor real en el mercado

Considero más bien que el debate ahora está en cómo adquirir conocimiento útil,  formación de calidad y cómo, ya sea de forma presencial, online, semipresencial,  cómo denominamos a las múltiples formas de adquirir conocimiento y cómo  establecer estándares de calidad que nos ayuden a medir y mejorar esta  formación. 

Conectar a las personas requiere mecanismos que lleven a la plena inclusión y  la formación debe ser sin duda un mecanismo que conduzca a este fin. Mejorar  la calidad de vida de las personas pasa por formar a otras que puedan ayudarnos  en determinadas tareas que no podamos afrontar por nosotros mismos, ya sea  por una situación de dependencia, capacidades diferentes, enfermedades, o tal  vez porque elegimos disfrutar de determinados servicios, actividades, realizadas  por otras personas formadas para ello. 

Las plataformas digitales de aprendizaje, las clases individuales de refuerzo  escolar, los másteres profesionales encaminados a satisfacer las  reestructuraciones que las grandes multinacionales como Amazon, Facebook, o  Google, han llevado a cabo creando nuevos puestos de trabajo en el ámbito  digital, la computación cuántica, el Metaverso, los Bootcamps, y otras fórmulas  de entrenamiento personal en conocimientos relacionados con la tecnología u  otras áreas, han demostrado la utilidad práctica que ofrecen y también el vacío  que llenan en el currículo oficial y los planes de estudios universitarios. 

Formación  profesional con títulos de reconocimiento oficial, conducentes a itinerarios en el  ámbito de la educación superior, pero complementarlos con la formación para el  empleo, el aprendizaje a lo largo de la vida y por supuesto las oportunidades de  crecer personal y profesionalmente con la formación abierta, online, o presencial  pero actual y de calidad

Actualmente triunfa quien ofrece algo distinto, crea contenido especial, y sabe  llegar a la gente. El fenómeno Tik Tok for kids, educativo, es un buen ejemplo.  Es necesario que en los colegios se aprendan las competencias propias del siglo  XXI con métodos y recursos en el aula que nos entrenen en las habilidades  técnicas, personales y sociales propios de nuestra época, lo cual no impide que  las humanidades tengan todo nuestro reconocimiento como instrumento de  autoconocimiento y enriquecimiento personal y social. 

Muchos docentes se han trasladado a las redes y se han convertido en  auténticos tiktokers, lo cual revela que efectivamente las formaciones en abierto  pueden ser necesarias y constructivas, para potenciar, mejorar y fijar  conocimientos propios de las enseñanzas tradicionales y regladas. 

Debemos conocer el perfil de los nuevos estudiantes si queremos que el sistema  educativo conecte con sus necesidades y les ofrezca un futuro prometedor.  Nativo digital, participativo y práctico, así es el nuevo estudiante deseoso de  disfrutar aprendiendo, no memorizando sino experimentando. 

En CCC estamos decididos a integrar los tres subsistemas de lo que  consideramos el ámbito de la formación, esto es: FP+FPA+FA. Formación  profesional con títulos de reconocimiento oficial, conducentes a itinerarios en el  ámbito de la educación superior, pero complementarlos con la formación para el  empleo, el aprendizaje a lo largo de la vida y por supuesto las oportunidades de  crecer personal y profesionalmente con la formación abierta, online, o presencial  pero actual y de calidad. 


Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.