La ciencia abierta es primordial para el desarrollo de la investigación científica y la innovación, para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible en todo el mundo. La difusión de los resultados de la ciencia básica y de todos los documentos necesarios para su producción es de gran importancia.
MANUEL DE LEÓN
El acceso a los conocimientos encerrados en las publicaciones
Uno de los debates más relevantes que aborda la ciencia es el acceso a los conocimientos encerrados en las publicaciones. Como sabemos, los resultados de cualquier investigación científica quedan recogidos en artículos que se publican en revistas. En algunas áreas de investigación también son relevantes los datos, pero nos centraremos solo en los artículos.
Las sociedades científicas comenzaron en el siglo XVII la publicación de las primeras revistas científicas, facilitadas por el uso creciente de la imprenta. Y estas revistas comenzaron a distribuirse por suscripciones por correo.
Estas actividades comienzan a producir grandes beneficios tras la Segunda Guerra Mundial, consolidándose las grandes editoriales que van acaparando la mayor parte del mercado. Durante décadas, el negocio consistía en publicar artículos evaluados por revisores, las bibliotecas universitarias pagaban las suscripciones, y el científico volvía así a tener acceso a esos materiales, aunque no hubiera cobrado nada de la editorial ni tampoco los revisores y miembros de los comités editoriales.
el negocio consistía en publicar artículos evaluados por revisores, las bibliotecas universitarias pagaban las suscripciones, y el científico volvía así a tener acceso a esos materiales, aunque no hubiera cobrado nada de la editorial ni tampoco los revisores y miembros de los comités editoriales
La aparición de Internet
Un cambio profundo se produce por varias circunstancias: los procesadores de textos que permiten al investigador escribir más artículos, y la aparición de Internet que permite difundirlos con una gran inmediatez. Aunque estas circunstancias parecían favorecer el acceso universal a los contenidos, las editoriales ahora solo permiten acceder a ellos previo pago.
Ya no se envían las revistas por correo, ahora se debe acceder a una página web, mediante un sistema de pago en el que ya no compras una revista en particular sino todas las de esa editorial o una gran parte de ellas. Y los precios seguían subiendo más y más, así como los beneficios, superiores a los de empresas en muchos otros ámbitos económicos.
Los presupuestos de muchas bibliotecas ya no alcanzaban estos gastos, y comenzó una guerra en la que algunas universidades relevantes cancelaron suscripciones a una gran editorial como Elsevier. La paradoja es que la mayoría de los artículos que contienen esa investigación ha sido financiada con fondos públicos, para pagar salarios de los investigadores y los gastos de asistencia a congresos, visitas de investigación, becas de doctorado, material para los laboratorios, etc., sin contar las propias infraestructuras y los gastos de gestión.
Si queremos un mundo en el que se tenga acceso libre a los resultados de la investigación para que desde cualquier país se pueda desarrollar la investigación, el modelo no servía. El que se pagara una cantidad para que tu artículo estuviera en acceso libre, solo estaba al alcance de unos pocos. Y la producción científica va creciendo cada vez más.
¿Y cómo medir el prestigio?
Por otra parte, la evaluación de la investigación, de la cuál depende la consecución de proyectos de investigación y la promoción individual, se basa mayoritariamente en las publicaciones. Las revistas prestigiosas cuentan con comités editoriales de alto nivel, y lo que busca el investigador es publicar en esas revistas. ¿Y cómo medir ese prestigio? Aquí aparece otro elemento clave, y es el factor de impacto de las revistas y los rankings de Web of Science.
Si el prestigio de una revista se mide por su FI, entonces el negocio consiste en lograr que éste suba y así los investigadores querrán publicar en ella. Esto ha llevado a la aparición de revistas con hábitos no ortodoxos para conseguir ese alto FI, con el añadido del pago para que esos artículos estén en abierto, y contribuyendo así a realimentar el FI.
queremos un mundo en el que se tenga acceso libre a los resultados de la investigación
Las grandes editoriales como Elsevier y Springer iban aumentando año tras año los precios de las suscripciones que daban acceso a sus plataformas (que ofrecían lo que interesaba y lo que no), y se añadió el Open Access previo pago de los autores. Se abría así un sistema perverso en el que el pago era doble: desde la institución del investigador y del propio investigador.
Además, los gobiernos comenzaron a aprobar acuerdos nacionales e internacionales que obligaban a los investigadores a publicar en abierto, con el fin de promover el acceso universal a los resultados de la investigación desarrollada con fondos públicos.
El negocio editorial
La solución se está abriendo paso bajo la premisa de que el negocio editorial debe dar beneficios, pero estos deben ser razonables, y que el coste debe asumirse de manera institucional. Se están firmando acuerdos en los que las instituciones pagan a, digamos Springer Nature, una cantidad que a cambio permite a los investigadores de esa institución publicar en abierto de manera gratuita. Este modelo se va imponiendo, pero sigue existiendo un problema en el caso de instituciones de países que no pueden asumir este compromiso.
el negocio editorial debe dar beneficios, pero estos deben ser razonables, y que el coste debe asumirse de manera institucional
Previamente, se han intentado otras soluciones, como el modelo arXiv, que ofrece los preprints en una plataforma gratuita bajo una moderación de 24 horas. Esto es compatible con el envío a una revista del artículo en cuestión para su evaluación, y permite ofrecer nuestros resultados a la comunidad en tiempo récord. Incluso hay revistas que usan arXiv https://arxiv.org como plataforma para evaluar y una vez evaluados son publicados digitalmente (overlay journals). Otras soluciones en matemáticas han sido crear revistas digitales proporcionando el software, como en el proyecto Episciences.org.
Por supuesto, nos queda la piratería amable de Sci-Hub, pero lo razonable es coincidir todos que el acceso universal a los conocimientos proporcionados por la ciencia redundará en una mayor intensidad y profundidad de la investigación, y contribuirá a una mejora del bienestar social en todos los pueblos del planeta.
No es tiempo de construir muros, sino de derrumbar los existentes para contribuir a la sostenibilidad. Uno de los objetivos del Año Internacional de las Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible (IYBSSD) lo refleja con meridiana claridad:
“La ciencia abierta es primordial para el desarrollo de la investigación científica y la innovación, para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible en todo el mundo. La difusión de los resultados de la ciencia básica y de todos los documentos necesarios para su producción es de gran importancia.”


MANUEL DE LEÓN, Profesor de Investigación del ICMAT-CSIC y Académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España.
Twitter @manuel_de_leon
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