Elisa de la Nuez: «Aprender a vivir en democracia»


Gracias a personas como Elisa de Nuez cada vez es menos frecuente tener que aprender a convivir y a enfrentarse a desconsideraciones vinculadas a la condición de ser mujer.

De la Nuez nos cuenta como en los finales de los años 80 de manera natural se cuestionaba la condición de una joven abogada del Estado pidiendo la presencia de su jefe, por su supuesto hombre. Pasados más de treinta años, el testimonio de de la Nuez sirve para alertarnos de las nuevas contradicciones que se están generando en las administraciones, por otra parte, cada vez más feminizadas.

A lo largo de la entrevista vamos descubriendo los distintos espacios en los que de la Nuez ha ido aprendiendo: la administración y los juzgados, pero también en la docencia, la empresa y el periodismo, y sin duda, el activismo.

Aprender a vivir en democracia es en último término la propuesta que Elisa de la Nuez comparte con nosotros en esta entrevista

Porque como reconoce su gran proyecto personal es la Fundación “Hay Derecho”. Tras ocho años de trabajo la fundación ha conseguido posicionarse como una referencia internacional en lucha contra la corrupción pública en España.

Estamos sufirendo, denuncia una degradación de la democracia, provocada en buena parte por la partitocracia bipartidista. La pérdida de calidad democrática se ha ido viendo reflejada en el progresivo deterioro y distanciamiento de la administración pública con respecto a la sociedad. Señala de la Nuez tenomos una administración lejana, sino temerosa, de los ciudadanos, que ve pasar la globalización y el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad en un falso confort, ajena a la búsqueda de la eficiencia y a la mejora de los servicios públicos, y, sobre todo, incapaz de generar un discurso alternativo en la defensa del bien común.

El Estado de Derecho tan sólo empieza con la Constitución y las leyes. Vivir en democracia, disponer de una administración profesional y una justicia independiente, supone un esfuerzo continuo que implica a toda la sociedad. Como señala de la Nuez, luchar contra la impunidad de los que poseídos por el poder desprecian las instituciones y sólo aspiran a controlarlas, demanda una sociedad civil activa y comprometida. Una sociedad que supere el letargo autocomplaciente que propician las empresas tecnológicas en la captura de su atención, así como que se enfrente a la inevitabilidad de los profetas del odio.

Aprender a vivir en democracia es en último término la propuesta que Elisa de la Nuez comparte con nosotros en esta entrevista.      

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