Cómo hacer un taller de prototipado colaborativo

Fundación Proa, Buenos Aires AGHM

En esta guía veremos cómo podemos hacer para que una persona que tiene una buena idea pueda encontrar a gente que le ayude a hacerla realidad trabajando en equipo y sumando las diferentes capacidades de todos. Y así, colaborando y experimentando juntos, es como aprendemos a cooperar y a desplegar el potencial de la cooperación.

MARCOS GARCÍA


El placer de colaborar, experimentar y crear de manera colectiva con desconocidos

Vas andando por la calle y ves a un grupo de gente alrededor de un coche en el aparcamiento de tierra. Te acercas a ver qué pasa y resulta que una rueda se ha hundido en el barro y el coche se ha quedado atascado. Te quedas para echar una mano. Tras varios intentos infructuosos a alguien se le ocurre ayudarse de un tablón que pone bajo la rueda y por fin conseguís sacar el coche empujando entre todos. Os despedís y cada uno sigue su camino. Ninguno os conocíais de antes pero qué fácil ha sido esta colaboración.

A veces se nos olvida lo fácil que es la cooperación entre desconocidos. Es un superpoder que no exploramos lo suficiente. Si en algo superan los humanos a otros animales es en su capacidad de cooperación. El psicólogo Michael Tomasello ha mostrado cómo los humanos a partir de los catorce meses tienen una tendencia a la cooperación con extraños mucho mayor en comparación con otros animales como los chimpancés. En los vídeos que registran los experimentos se ve a los bebés cómo corren a darle a un desconocido un objeto que se le ha caído.

Al mismo tiempo todos somos conscientes de que la cooperación y el trabajo en equipo no son fáciles cuando hay que ir más allá de una tarea puntual. ¿Cómo podemos aprender a cooperar? Los talleres de prototipado colaborativo son lugares que facilitan la colaboración entre desconocidos para llevar a cabo experimentos que requieren de habilidades y conocimientos que normalmente una sola persona no reúne. Y aunque lo hiciera es probable que contar con el apoyo de más gente facilite las cosas, sea más divertido y de lugar a resultados más sorprendentes.

En esta guía veremos cómo podemos hacer para que una persona que tiene una buena idea pueda encontrar a gente que le ayude a hacerla realidad trabajando en equipo y sumando las diferentes capacidades de todos

En esta guía veremos cómo podemos hacer para que una persona que tiene una buena idea pueda encontrar a gente que le ayude a hacerla realidad trabajando en equipo y sumando las diferentes capacidades de todos. Y así, colaborando y experimentando juntos, es como aprendemos a cooperar y a desplegar el potencial de la cooperación.

Talleres de prototipado colaborativo. ¿Qué son?

Paseando por el barrio alguien piensa que BUENO sería montar un huerto comunitario en ese solar; en un parque a unas mamás y papás les encantaría organizarse para crear una ludoteca de juego libre; unos asmáticos se imaginan que sería bueno medir la contaminación del aire en una calle con mucho tráfico; una vecina aficionada a la historia de su ciudad querría iniciar un grupo para mejorar los contenidos de Wikipedia sobre el patrimonio local…

¿Y si hubiera un lugar que recogiera esas ideas propuestas, y las hiciera públicas para ver quiénes podrían estar interesados en colaborar para ponerlas en marcha? Eso es lo que proponen los talleres de prototipado colaborativo: poner en contacto a personas con buenas propuestas con gente que quiera ayudar a hacerlas realidad y ofrecer un lugar para ello.

En esta guía veremos qué procedimientos, protocolos, funciones y saberes hay que poner en juego para que estos lugares de cooperación, experimentación abierta y creación colectiva puedan existir en nuestras ciudades

En esta guía veremos qué procedimientos, protocolos, funciones y saberes hay que poner en juego para que estos lugares de cooperación, experimentación abierta y creación colectiva puedan existir en nuestras ciudades. Lo que aquí se presenta es una metodología de talleres de prototipado colaborativo es fruto de la experiencia de Medialab Prado y otros lugares en los últimos quince años.

Breve historia de los talleres de prototipado colaborativo. ¿Para qué sirven?

El primer taller de prototipado colaborativo se organizó en Medialab Madrid en 2006 con el nombre de Interactivos? a partir de una experiencia previa con dos talleres sobre herramientas libres para creación: Processing y Arduino. Processing es un lenguaje de programación diseñado para que artistas y diseñadores sin muchos conocimientos de programación previos puedan generar sus propios gráficos, animaciones e instalaciones interactivas. Y Arduino es una placa de hardware libre para la computación física y el prototipado rápido de ingenios electrónicos. Para Interactivos? se partió de estas dos herramientas junto a Zachary Lieberman y David Cuartielles, mentores de los talleres de Processing y Arduino, y a Hans Christoph-Steiner, desarrollador de Pure Data, una herramienta de software libre para la experimentación sonora.

En un primer momento iba a ser un taller de producción de proyectos en el que a través de una convocatoria abierta a propuestas se haría una selección de tal manera que en el taller solo participarían aquellos que tuvieran un proyecto seleccionado. Pero, ¿por qué dejar fuera a los rechazados? ¿Y si se les invitara a participar como colaboradores en alguna de las propuestas seleccionadas? Es así como surgió la idea de la convocatoria a colaboradores. Se trataba de una decisión acorde con la cultura libre en auge en ese momento y con la filosofía de las herramientas que se proponían para desarrollar los proyectos: abrir los procesos de producción a la participación de cualquiera.

El deseo de aportar está latente, solo es necesario un lugar y una buena invitación para canalizarlo

¿Por qué este formato de taller?

Tras más de quince años experimentando esta metodología los talleres de prototipado colaborativo han mostrado el deseo de mucha gente de contribuir con sus capacidades a experimentos que buscan mejorar la vida en un lugar. El deseo de aportar está latente, solo es necesario un lugar y una buena invitación para canalizarlo. No hay muchos lugares de encuentro entre personas con perfiles y conocimientos diferentes para la experimentación y la producción colaborativa.

¿Quién lo ha puesto en práctica?

En todos estos años organizaciones de diferentes tipos que querían abrir lugares de colaboración y experimentación han probado la metodología de los talleres de prototipado colaborativo: universidades, bibliotecas, centros de salud, organizaciones de cooperación internacional la Secretaría General Iberoamericana o la Agencia Española de Cooperación Internacional, escuelas o asociaciones de vecinos.

¿Qué proyectos han resultado?

El número y la diversidad de proyectos que han resultado de esta metodología abierta y colaborativa es muy grande: un biodigestor a escala doméstica que transforma los residuos orgánicos de una familia en gas para cocinar; una aplicación web para visualizar la calidad del aire en una ciudad; una escultura de luz; LA traducción colaborativa de un libro; diseños de hormigueros para mirmecólogos aficionados; una máquina de coser experimental; una nueva tipografía; prótesis de código abierto.

En los talleres de prototipado colaborativo no solo se producen proyectos también se crean nuevas comunidades de personas con perfiles muy diferentes que de otra forma es muy probable que nunca se hubieran coincidido

¿Qué comunidades ha ayudado a construir?

En los talleres de prototipado colaborativo no solo se producen proyectos también se crean nuevas comunidades de personas con perfiles muy diferentes que de otra forma es muy probable que nunca se hubieran coincidido. Se trata de comunidades de práctica, aprendizaje y experimentación en las que se crean diferentes vínculos afectivos, profesionales o de afinidad que muchas veces dan lugar a nuevos proyectos, amistades o relaciones profesionales que van más allá de lo sucedido en el taller.

¿Qué aportan los talleres de prototipado colaborativo a las instituciones que los organizan?

Aportan la posibilidad de implementar un nuevo modelo de institución que hemos llamado laboratorio ciudadano. Si los talleres de prototipado colaborativo son actividades puntuales, los laboratorios ciudadanos son lugares permanentes de encuentro para la colaboración, la experimentación y la producción colectiva. Esa estabilidad permite dar continuidad a los grupos de trabajo, exponer los proyectos resultantes y experimentar nuevos formatos de creación colectiva en periodos de tiempo más dilatados. Dos ejemplos de instituciones que funcionan como laboratorios ciudadanos son Medialab Prado en Madrid o LAB Nuevo León en Monterrey.

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MARCOS GARCÍA

En la actualidad ayuda a diferentes instituciones como bibliotecas, universidades, centros culturales o escuelas en la puesta en marcha de laboratorios ciudadanos.

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.