Un mensaje y una voz para las universidades desde la CRUE

Puerta del Sol Madrid AGHM

La Universidad tiene un enorme potencial para mejorar la vida de todas las personas, no solo de la comunidad universitaria. Pero necesita que se confíe en ella y que se la dote de las herramientas necesarias para, como promulgaba Harry R. Lewis, decano de Harvard College, ser un eficaz instrumento de transformación social

ALEJANDRO CARRA BIOSCA


En este siglo XXI, es difícil encontrar otro ámbito en el que se esté avanzando a mayor velocidad que en el de la Comunicación. Y en el que, además, se esté haciendo desde una perspectiva de universalidad total. Después de siglos de predominio de los denominados gatekeepers, dueños y señores de la Agenda, asistimos a un proceso de democratización de la Comunicación que no tiene parangón. El cambio de paradigma es evidente y en un mundo en el que cualquiera tiene a su alcance plataformas para difundir informaciones, interpretaciones u opiniones es obligado que las instituciones repensemos cómo debemos interactuar.

Comunicar es –cito la primera acepción que contempla la RAE– «hacer a una persona partícipe de lo que se tiene». Y su objetivo principal, a nivel de institución, es influir en las opiniones, actitudes y conductas de los grupos de interés para involucrarlos en el desempeño de nuestra misión. Definir con claridad cuál es esa misión es el primer paso de una política de comunicación eficaz. A partir de ahí, estructuraremos canales y herramientas de difusión, identificaremos el público objetivo y elaboraremos los mensajes pertinentes.

Crue Universidades Españolas es una asociación sin ánimo de lucro formada por 76 universidades españolas –50 públicas (todas) y 26 privadas (todas las que cumplen los requisitos exigidos)– cuya misión principal es contribuir al progreso de la sociedad, a través de la mejora de la Educación Superior, la Investigación y la Transferencia del Conocimiento. En 1994 se constituyó como Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas para, después, pasar a denominarse Crue Universidades Españolas, en un claro gesto de apertura a toda la comunidad universitaria. Inicialmente, surgió como foro para discutir y opinar con independencia sobre la Universidad y para trasladar a las autoridades educativas el sentir de las universidades. A día de hoy, se ha convertido en su principal interlocutor con el Gobierno central, desempeñando un papel clave en todos los desarrollos normativos que afectan a la Educación Superior.

El cambio de paradigma es evidente y en un mundo en el que cualquiera tiene a su alcance plataformas para difundir informaciones, interpretaciones u opiniones es obligado que las instituciones repensemos cómo debemos interactuar

El principio de autonomía de las universidades está recogido en la Constitución en el artículo 27. Y, al igual que en el resto de los países democráticos, ha sido uno de los principales motores de su desarrollo. Pero esta fortaleza individual puede convertirse en una debilidad para el conjunto del Sistema Universitario Español (SUE). Las universidades son autónomas por principio constitucional, efectivamente, pero dentro de un marco legislativo que definen el Congreso y los gobiernos central y autonómico. Y si los márgenes que estos marcan son estrechos, la capacidad real de las universidades para cumplir su misión se puede ver restringida. Es aquí donde hablar con una voz, para que las universidades sean Universidad, cobra especial relevancia.

La misión de una institución es un camino interminable construido con objetivos y metas concretas y en el que se interactúa con multitud de actores. Todos realizan acciones que tienen un impacto mayor o menor en el desempeño de esa misión y, volviendo a la RAE, a todos ellos hay que hacerles partícipes de lo que la Universidad tiene y quiere conseguir (su misión). Con todos ellos debemos comunicar. Y hacerlo con transparencia.

Las organizaciones buscamos la empatía con nuestro público, reconociendo la situación en la que nos encontramos y compartiendo con él valores y preocupaciones. El objetivo es crear lazos de afecto y conseguir su confianza; lo que se consigue mediante un diálogo fluido y sincero con los grupos de interés. Como voz de las universidades, Crue Universidades Españolas está comprometida con la rendición de cuentas a la sociedad, en su conjunto, y con la comunidad universitaria, en particular.

La publicación de estudios e informes, así como de análisis de los retos y estrategias de la Universidad, permiten a la asociación visibilizar las aportaciones del SUE a la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía. Dentro de este ámbito, hay que resaltar también el papel de las campañas institucionales de promoción y de la relación con los medios de comunicación para hacer aún más visible el posicionamiento de la asociación respecto a temas estratégicos.

Las tres acciones a través de las que Crue Universidades Españolas muestra su compromiso con la transparencia son: Informar: visibilizando acciones de la organización. Explicar: Analizando realidades y situaciones de la asociación. Apelar: Proponiendo soluciones, retos o haciendo llamamientos a los grupos de interés para que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos.

Estas acciones se llevan a cabo en dos niveles, uno de comunicación activa y otro de comunicación reactiva. En el caso de la comunicación activa, hacemos públicas actividades y proyectos, realizamos jornadas y eventos, presentamos informes y estudios y lanzamos campañas de promoción para recordar periódicamente cuál es nuestra misión principal y cuáles nuestros objetivos concretos. En el de la comunicación reactiva, damos respuesta a peticiones de los periodistas, bien sea atendiendo a sus preguntas sobre cuestiones concretas o mediante comunicados, manifiestos y valoraciones cuando se trata de un tema que ha despertado un interés generalizado.

Los medios deben ser considerados como un todo imprescindible en el ecosistema de la información. Ejercen un control impagable sobre las instituciones y organizaciones y actúan, en su conjunto, como guardianes de nuestros valores

Los medios de comunicación son el puente entre las instituciones y la opinión pública. Su papel es esencial en una política de comunicación integral porque la ciudadanía les ha otorgado un rol de verificadores de la realidad y, sin su «firma», muchos de nuestros mensajes pueden acabar siendo considerados como pura publicidad (sin que este término tenga connotación negativa alguna).

Establecer una relación de máximo respeto con ellos es fundamental. Aunque no siempre escriban lo que nos gustaría. Y en este punto es muy adecuado recordar a Tocqueville cuando aseguraba en La democracia en América que «para cosechar los bienes inestimables que asegura la libertad de prensa, hay que saber someterse a los inevitables males que origina».

Los medios deben ser considerados como un todo imprescindible en el ecosistema de la información. Ejercen un control impagable sobre las instituciones y organizaciones y actúan, en su conjunto, como guardianes de nuestros valores. A veces, unos pocos trasladarán un mensaje desfavorable o incluso equivocado. Pero, sin ellos, no hay rendición de cuentas.

Crear contenidos más preparados desde los gabinetes de comunicación para que puedan ser usados con la máxima eficiencia por los periodistas nos ayudará a hacer más visible nuestra misión, minimizando enfoques anecdóticos o catastrofistas

Si los vemos así, trabajaremos para facilitar al máximo su trabajo, conscientes de que ellos lo hacen para la sociedad. No debemos olvidar que la actual saturación informativa hace muy difícil que las informaciones puedan ser comprendidas y publicadas con rapidez y que la competencia brutal que se vive en las redacciones está exacerbando al máximo la «gran debilidad del Periodismo» que, «como pintura de nuestra existencia moderna», aseguraba Chesterton en La esfera y la Cruz, «proviene de ser pintura formada enteramente de excepciones».

Crear contenidos más preparados desde los gabinetes de comunicación para que puedan ser usados con la máxima eficiencia por los periodistas nos ayudará a hacer más visible nuestra misión, minimizando enfoques anecdóticos o catastrofistas, tan habituales en esa desafortunada estrategia por conseguir «pinchazos» que se conoce como clickbait.

La Universidad tiene un enorme potencial para mejorar la vida de todas las personas, no solo de la comunidad universitaria. Pero necesita que se confíe en ella y que se la dote de las herramientas necesarias para, como promulgaba Harry R. Lewis, decano de Harvard College, ser un eficaz instrumento de transformación social. Una comunicación que muestre con claridad nuestra identidad (misión), mediante un relato riguroso y honesto, fortalecerá nuestra reputación corporativa y hará partícipe a la sociedad de la gran misión de la Universidad.


ALEJANDRO CARRA BIOSCA,  director de Comunicación y Promoción de Crue Universidades Españolas

Twitter @AlejandroCarraB

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.