El papel de las comunidades autónomas en los sistemas universitarios

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Las Comunidades Autónomas no deben actuar como meros espectadores del devenir universitario sino que deben impulsar políticas públicas ambiciosas que colaboren en el mejor desempeño de sus misiones ante la sociedad. El sistema universitario de Castilla y León ocupa la quinta posición en número de estudiantes universitarios matriculados en el conjunto del sistema estatal y destaca notablemente en algunos de los indicadores más significativos. ¿Cómo lo ha conseguido?

BLANCA ARES


Las Comunidades Autónomas en el impulso y mejora de los sistemas universitarios

La distribución de competencias en materia de educación superior entre las diferentes Administraciones Educativas y su relación con la autonomía universitaria constitucionalmente reconocida es un asunto que ha sido ampliamente estudiado por la doctrina más avanzada y objeto de numerosos pronunciamientos por parte del Tribunal Constitucional.

No siendo su análisis o valoración el objetivo de estas páginas me gustaría detenerme en el papel, desde mi punto de vista relevante, que juegan las Comunidades Autónomas en el impulso y mejora de los sistemas universitarios de su ámbito territorial, más allá de sus responsabilidades en materia de financiación y de las clásicas funciones de comprobación y seguimiento de cumplimiento normativo. 

La función esencial de generar y trasmitir el conocimiento que se atribuye a las universidades se ha visto ampliada, en los últimos tiempos, a la necesaria labor de conexión de todo este conocimiento.

Las Comunidad Autónomas cuentan con una gran capacidad para conectar a los diferentes agentes del sistema: canalizan las demandas y preocupaciones sociales, mantienen relaciones fluidas con el sector productivo y empresarial de su entorno, planifican estrategias con otras administraciones nacionales e internacionales, promocionan en el exterior a sus instituciones, acompañan en el proceso de adaptación normativa que exigen los cambios regulatorios adoptados a todos los niveles y facilitan la construcción de relaciones respetuosas y duraderas entre actores que comparten un mismo objetivo.  

Las Comunidades Autónomas no deben actuar como meros espectadores del devenir universitario sino que, con pleno respeto a la autonomía de las instituciones académicas, deben impulsar políticas públicas ambiciosas que colaboren en el mejor desempeño de sus misiones ante la sociedad.

La función esencial de generar y trasmitir el conocimiento que se atribuye a las universidades se ha visto ampliada, en los últimos tiempos, a la necesaria labor de conexión de todo este conocimiento.

El sistema universitario de Castilla y León

El sistema universitario de Castilla y León (Datos básicos del sistema universitario de Castilla y León – Universidades – Portal de Educación de la Junta de Castilla y León (jcyl.es)) es un sistema potente y cohesionado, formado por nueve universidades de diferentes tamaños, características y antigüedad que extiende su actividad en veinte campus, la mayor parte de ellos en las nueve provincias de la comunidad, vertebrando el territorio, contribuyendo a la mejora de la competitividad regional y atrayendo y fijando talento y población.

Castilla y León, un territorio de casi dos millones y medio de habitantes, refleja la diversidad y riqueza de la educación superior en nuestro país y es referente en la apuesta decidida por la educación como ascensor social (véase los resultados del informe PISA PISA 2018 – Portal de Educación de la Junta de Castilla y León (jcyl.es)) y por la economía del conocimiento como forma de resolver los innumerables retos y desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad.

El sistema universitario de Castilla y León ocupa la quinta posición en número de estudiantes universitarios matriculados en el conjunto del sistema estatal y destaca notablemente en algunos de los indicadores más significativos que habitualmente se utilizan para representar su peso y relevancia como el relativo al incremento de la demanda de estudios de grado como primera opción, la baja tasa de abandono o el alto grado de idoneidad y graduación de los estudiantes universitarios, el perfil internacional del alumnado y atractivo de las instituciones académicas y su entorno en algunas ramas de conocimiento, la alta participación de mujeres en las titulaciones STEM y en el profesorado o el éxito en los resultados de inserción laboral en cuanto a estabilidad y grado de adecuación entre estudios y profesiones de sus egresados (I-Castilla-y-Leon_21.pdf (fundacioncyd.org).

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¿Cómo lo ha conseguido?

Esta posición de liderazgo no puede deberse más que al compromiso de sus profesionales: docentes dedicados a transferir su conocimiento, investigadores motivados por alcanzar niveles de excelencia de reconocimiento internacional, personal de administración y servicios que mantienen con su trabajo a punto las instituciones; a la apuesta de los estudiantes más capacitados que eligen una de sus nueve universidades para continuar su formación; a las organizaciones del sector público y privado que colaboran para transformar todo este conocimiento en aplicaciones reales para la sociedad y la economía; al impulso decidido de los equipos rectorales en la mejora continua del servicio educativo y al apoyo de su administración más cercana, la de la Comunidad Autónoma.

Las Comunidades Autónomas no deben actuar como meros espectadores del devenir universitario sino que, con pleno respeto a la autonomía de las instituciones académicas, deben impulsar políticas públicas ambiciosas que colaboren en el mejor desempeño de sus misiones ante la sociedad.

El respeto por el trabajo de nuestro sistema universitario es una máxima en el actuar de la Comunidad de Castilla y León como también lo es el compromiso con su mejora y fortalecimiento.

Así, en los momentos más duros de la pandemia, adoptamos de común acuerdo una serie de medidas que reflejaron el firme compromiso con lo más preciado de nuestro sistema educativo: la presencialidad.

Estas decisiones supusieron no solo la puesta de disposición del sistema sanitario de todas las capacidades y medios de las universidades, sino la adaptación en tiempo récord de toda la organización docente, investigadora y de funcionamiento de los Colegios Mayores, el refuerzo de la formación del profesorado universitario o el incremento de las ayudas a los estudiantes más vulnerables, entre otras.

Castilla y León: una de las primeras regiones en aprobar la nueva estrategia de especialización inteligente para el periodo de programación 2021-2027 como agenda de transformación económica sobre la que versarán las inversiones públicas y privadas de los próximos años.

Pioneros en la planificacion estratégica de políticas participativas de ciencia e innovación

Pero este modo de actuar coordinado y colaborativo no surgió en esta crisis sino que, en Castilla y León, tenemos la suerte de practicarlo desde hace muchos años: Somos pioneros en la planificación estratégica de políticas participativas de ciencia e innovación  siendo una de las primeras regiones en aprobar la nueva estrategia de especialización inteligente para el periodo de programación 2021-2027 como agenda de transformación económica sobre la que versarán las inversiones públicas y privadas de los próximos años.

También contamos desde el año 2008 con Planes de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa que, basados en el trabajo en red de las nueve universidades y el sector productivo y social, aplican mecanismos de colaboración y valorización del  conocimiento generado en las universidades (Bienvenido a Tcue (fuescyl.com)) y somos precursores en la construcción de plataformas regionales web para gestionar la adquisición y uso compartido de equipamientos científicos de alto valor, de recursos bibliográficos y de investigación así como para garantizar el acceso abierto de los mismos. 

Las Comunidades Autónomas y Universidades, en una suerte de relación simbiótica, deben reconocerse somos socios leales ante la sociedad, aprovechar sus capacidades y transitar de forma compartida el camino del progreso y la modernidad.

Castilla y León coordina y refuerza el papel de la universidad en el territorio

Gracias a nuestro Programa de Inversiones Universitarias reforzamos el papel de la universidad en el territorio planificando inversiones estratégicas en los campus sobre la base de los criterios de sostenibilidad ambiental y energética de las infraestructuras.

En Castilla y León promovemos la coordinación, complementariedad y calidad de la oferta de titulaciones entre las nueve universidades del sistema diseñando, a medida de las instituciones académicas, protocolos de actuación conjunta como el relativo al diseño e implantación de Sistemas Internos de Garantía de la Calidad o en materia de  microcredenciales en el que estamos en estos momentos trabajando.

Del mismo modo, hemos acompañado a nuestras universidades en los procesos de integración en las novedosas Alianzas Universitarias Europeas y postulamos sus candidaturas científicas para implementar planes nacionales de investigación fundamental.

En definitiva, Comunidades Autónomas y Universidades, en una suerte de relación simbiótica, deben reconocerse somos socios leales ante la sociedad, aprovechar sus capacidades y transitar de forma compartida el camino del progreso y la modernidad.


BLANCA ARES Directora General de Universidades e Investigación

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