El presente artículo responde a una petición del foro “EspacioS de Educación Superior”, creado en diciembre de 2021, sobre qué ideas aportar para la evolución necesaria de las Bibliotecas Universitarias en el marco de una universidad refugio de la lectura profunda, física y digital, que ayude a leer el mundo con atención y sentido crítico, para contribuir al desarrollo de una sociedad democrática basada en criterios científicos y valores humanistas compartidos.
ALFONSO STINUS
Introducción y contexto
Las Bibliotecas Universitarias (BBUU) de nuestro país han evolucionado en función de sus posibilidades, transformando espacios e integrando la dimensión digital, para demostrar la necesidad de disponer de bibliotecas de calidad, y en particular estos últimos años haciendo frente a los recortes económicos sufridos por el sector universitario. Cabe afirmar que esta evolución se ha realizado mayoritariamente con los equipos humanos disponibles en las BBUU, que han tenido que formarse y especializarse de forma acelerada para tratar de responder a las necesidades de los diferentes tipos de usuarios o stakeholders (la palabra en lengua inglesa stakeholders es de difícil traducción y significa: Todas aquellas personas y organismos que se juegan algo en el devenir de una institución, en este caso de las BBUU)
Las BBUU han cambiado desde finales del siglo pasado hasta ahora, completando su misión original de conservar y facilitar el acceso a la ciencia y al conocimiento escrito, con dos retos esenciales:
¿Cómo ser el lugar de referencia de la comunidad universitaria y su entorno cercano para comprender y convivir con el mundo digital? Para: resolver las dudas de búsqueda y selección de información fiable, acceder y formarse en las herramientas más avanzadas de tratamiento de la información y de elaboración de material docente, acceder y difundir los resultados de la investigación, etc. Reto aún más indispensable para las BBUU, pensando en las nuevas generaciones de estudiantes y profesores que ya viven lo digital como su medio natural.
Las Bibliotecas Universitarias (BBUU) de nuestro país han evolucionado en función de sus posibilidades, transformando espacios e integrando la dimensión digital, para demostrar la necesidad de disponer de bibliotecas de calidad
¿Cómo convertirse en el espacio, físico y digital, de interrelación más frecuentado por la comunidad universitaria? Para: la consulta, la lectura, el estudio, el aprendizaje, el intercambio y la realización de actividades socio-culturales. Y todo esto favoreciendo la transparencia y la ética compartida entre todos los participantes.
El propósito de las BBUU en el siglo XXI
En base a los retos anteriores, conviene revisar el propósito de las BBUU para el siglo XXI, y más en estos tiempos de cambios acelerados en la sociedad y de necesidad de justificar plenamente la dedicación de recursos públicos.
En el siglo XXI, las BBUU…
-apoyan a los estudiantes para que tengan éxito en su aprendizaje académico y humano
-dan soporte a los profesores en la preparación de la docencia y en los procesos del ciclo de investigación
-facilitan a todos los usuarios el acceso a la información física y/o digital de calidad y a las herramientas más actuales para tratarla
… favoreciendo la sociabilización y la empatía en la vida universitaria mediante la biblioteca como lugar privilegiado y abierto de intercambio entre todos sus stakeholders
En el siglo XXI, las BBUU apoyan a los estudiantes para que tengan éxito en su aprendizaje académico y humano
Algunas pistas de aterrizaje para cumplir el propósito de las BBUU en el siglo XXI
Tras el período de aislamiento COVID, marcado por el estudio virtual, se intensifica el uso mixto (físico y virtual) de la biblioteca como facilitadora del trabajo en equipo y de la interacción entre las personas que aprenden juntas.
Siguiendo esta oportunidad, en el siglo XXI las BBUU amplían e intensifican su oferta de servicios, actividades, espacios y recursos, y favorecen el aprendizaje crítico y autónomo de los usuarios, mediante algunos ejes de trabajo que destacamos:
– la capacitación informacional y digital (alfabetizaciones múltiples) de los estudiantes y los docentes, con especial atención a la búsqueda de referencias rigurosas y de datos fiables, en particular en un contexto de “desinformación” o de “informaciones falsas” (fake news) en redes sociales y en ciertos medios de comunicación. En lo referente a la Inteligencia artificial y el uso de ChatGPT la capacitación para saber plantear las preguntas adecuadas y hacer una lectura crítica de los resultados.
– la creación o refuerzo de hábitos de lectura profunda y su discusión, como elemento indispensable para la formación humanista de jóvenes universitarios con espíritu crítico y ética.
– la integración de plataformas de contenido abierto para facilitar el compartir conocimiento basado en ciencia.
– la preparación y elaboración de MOOCs y cursos con herramientas digitales, webs, vídeos de presentación de trabajos y de proyectos, en particular mediante tecnoteca de equipos audiovisuales.
– la disponibilidad de espacios polivalentes e inclusivos para uso colaborativo de grupos, co-creación, Makerspaces, etc.
– el apoyo a las tareas de acompañamiento al ciclo de la investigación, la difusión sistemática de los resultados de las investigaciones dentro y fuera de la universidad, y la promoción de la ciencia abierta y la ciencia ciudadana.
– la organización de actividades abiertas alrededor de temas, autores, sectores económicos, sociales, culturales, etc. favoreciendo siempre la interacción de los alumnos entre ellos y con docentes y Alumni, y también con potenciales empleadores.
– la facilitación del acceso a las BBUU de los profesores y alumnos de bachillerato y formación profesional, de las personas adultas en formación continuada, y de los profesionales del entorno.
Tras el período de aislamiento COVID, marcado por el estudio virtual, se intensifica el uso mixto de la biblioteca como facilitadora del trabajo en equipo y de la interacción entre las personas que aprenden juntas
Orientación a usuarios o stakeholders
Estas pistas para cumplir el propósito de las BBUU requieren un esfuerzo importante de orientación hacia los usuarios o stakeholders por parte de bibliotecarios y profesores, trabajando juntos: se trata de segmentar los diferentes tipos de usuarios y proceder a su escucha, detectar necesidades, y adaptar servicios y herramientas.
Seguidamente, una tipología amplia de diferentes tipos de usuarios o stakeholders a tener en cuenta:
Estudiantes:
-Estudiantes nuevos principiantes, recién salidos de los institutos o de la Formación Profesional, incluyendo los futuros estudiantes (alumnos de bachiller), para iniciarles en la vida universitaria y en el uso de la biblioteca física y de las herramientas digitales
-Estudiantes ya rodados, que pueden incluso llegar a ser tutores de los nuevos, realizando un acompañamiento como vía de maduración para ellos mismos
-Estudiantes de final de grado que han de preparar y presentar su TFG
-Estudiantes de Doctorado
-Estudiantes “becarios de biblioteca”, a los que proponer un aprendizaje progresivo de responsabilidades (talleres prácticos de uso de herramientas digitales, apoyo a la selección de información, apoyo a profesorado en la búsqueda de información para la investigación y la innovación, organización de actividades de vida universitaria, …)
-Alumni, que ya han iniciado su vida profesional y pueden ser referentes de los estudiantes (en particular en últimos cursos y masters), y de los investigadores para la innovación en las empresas
-Estudiantes que provienen de otras universidades
-Estudiantes extranjeros (por lenguas)
-Estudiantes con discapacidad
-Estudiantes mayores, de formación a lo largo de la vida
Estas pistas para cumplir el propósito de las BBUU requieren un esfuerzo de orientación hacia los usuarios o stakeholders por parte de bibliotecarios y profesores, trabajando juntos: segmentar los tipos de usuarios y proceder a su escucha, detectar necesidades, y adaptar servicios y herramientas.
Profesores
-Docentes e investigadores: nuevos, estabilizados, eméritos, asociados, extranjeros, visitantes, con discapacidad, investigadores de empresas, …
-Profesores de secundaria y FP, que quieren estar al día y reciclarse, en contenidos y herramientas
Resto de la universidad
-Órganos de gobierno de la propia universidad
-Bibliotecarios de la propia biblioteca
-Servicios y miembros del Personal Administrativo de Servicios y Técnicos de la propia universidad
Externos
-Profesionales de empresas, administraciones, gabinetes, instituciones públicas, fundaciones, sindicatos, museos, ONGs, etc. en diferentes áreas: I+D+i, laboratorios, Recursos Humanos, Comunicación y medios, dirección y gestión, archivos y documentación, informática, …
-Emprendedores y pre-emprendedores
-Bibliotecarios de otras BBUU, u otros tipos de bibliotecas, que realizan intercambios
-Financiadores
-Editoriales
-Otros proveedores
-Etc.
Lógicamente, esta orientación a usuarios y la adaptación de los servicios se realizan por parte de las BBUU en alianza y colaboración con otras unidades de la universidad implicadas en el aprendizaje y la investigación: profesorado de los departamentos y facultades, institutos universitarios, ICE, equipos de apoyo técnico a la docencia, servicios de gestión docente y de investigación, innovación y emprendimiento, parque científico, servicio de estudiantes, servicios culturales, servicio de lenguas, Informática y comunicaciones, etc.
esta orientación a usuarios y la adaptación de los servicios se realizan por parte de las BBUU en alianza y colaboración con otras unidades de la universidad implicadas en el aprendizaje y la investigación
Evolución del equipo humano de las BBUU
Por otra parte, el desarrollo de este propósito de las BBUU en el siglo XXI requiere que los equipos humanos de las bibliotecas universitarias se adapten a los cambios del siglo XXI, tal como tienen que hacerlo todos los profesionales de la universidad y del conjunto de la sociedad,
-con una formación permanente que asegure su puesta al día constante para ser relevantes ante los diferentes tipos de usuarios (incluidos los extranjeros que no hablan español)
-dejando la especialización en contenidos, que es responsabilidad de los profesores, y especializándose en facilitar los enlaces (liaison librarian) con los diferentes stakeholders, cuidando particularmente la integración con los académicos en su doble faceta de docentes e investigadores y participando en iniciativas conjuntas.
-incluyendo algunos perfiles de especialización técnica: en herramientas de comunicación, elaboración de productos docentes, técnicos de enlace con proveedores informáticos o con especialistas en propiedad intelectual, etc.
-organizándose en equipos, presenciales y virtuales, para poder dar respuesta y canalizar a los diferentes tipos de usuarios.
Algunas referencias de interés para completar las ideas comentadas
El blog de Studia XXI. Visión 2040. Dídac Martinez 21/02/2023
De Gruyter Conversations. Rudolf Mumenthaler | 24/04/2023
Plan Estratégico 2028 de la Biblioteca de la Universidad de Laval – Québec
Espacios de Educación Superior. Joaquín Rodríguez 28/11/2023
ALFONSO STINUS
Consultor independiente