Denominamos Inteligencia Artificial (IA) a la rama de las ciencias computacionales que busca respuestas generadas por ordenador a cuestiones más o menos complejas, prescindiendo de la intervención humana en el proceso. El concepto de Inteligencia Artificial fue acuñado por el informático John McCarthy en la Conferencia de Dartmouth. Hoy tiene múltiples aplicaciones en la educación superior.
PABLO ACOSTA
La IA se está convirtiendo rápidamente en una herramienta importante en la educación universitaria. Desde sistemas de tutoría automatizados hasta plataformas de aprendizaje en línea impulsadas por la IA, la tecnología está cambiando la forma en que se imparte y se recibe educación en todo el mundo.
Personalización del aprendizaje
Una de las principales ventajas de la IA en la educación universitaria es su capacidad para personalizar el aprendizaje. Los sistemas de IA pueden analizar el rendimiento y las preferencias de cada estudiante y adaptar el contenido y la velocidad del aprendizaje en consecuencia. Esto puede ayudar a asegurar que cada estudiante recibe una educación que se ajuste a sus necesidades individuales y que se mantenga motivado y comprometido.
la tecnología está cambiando la forma en que se imparte y se recibe educación en todo el mundo
Además, la IA también puede ayudar a los profesores a gestionar mejor sus clases. Los sistemas de IA pueden ayudar a los profesores a identificar a los estudiantes que están teniendo dificultades y ofrecerles ayuda adicional, lo que puede ayudar a mejorar el rendimiento general de la clase. También pueden ayudar a los profesores a evaluar el progreso de los estudiantes y a identificar áreas en las que pueden mejorar.
IA en el aprendizaje a distancia
Otra ventaja de la IA en la educación universitaria es su capacidad para facilitar el aprendizaje a distancia. Con la IA, los estudiantes pueden acceder a material educativo en línea en cualquier momento y en cualquier lugar, lo que les permite estudiar en su propio ritmo y en función de sus propios horarios. Esto puede ser especialmente útil para los estudiantes que viven lejos de sus campus universitarios o para aquellos que tienen compromisos laborales o familiares que les impiden asistir a clases en persona.
Sin embargo, a pesar de las muchas ventajas de la IA en la educación universitaria, también hay preocupaciones sobre su impacto. Una de las principales preocupaciones es la posibilidad de que la IA reemplace a los profesores en el futuro. Aunque es cierto que la IA puede ayudar a los profesores a gestionar mejor sus clases y ofrecer un aprendizaje más personalizado, también es cierto que la tecnología no puede reemplazar completamente la experiencia y el conocimiento de un profesor humano.
Otra preocupación es la brecha digital…
Y una confesión
Paro aquí, porque he de confesar que todo lo anterior ha sido generado por ChatGPT, un software de IA de uso libre. Me limité a introducir la siguiente petición: “escribe un artículo de 1.000 palabras sobre inteligencia artificial en la educación universitaria”. En apenas un minuto tenía el texto que habéis leído.
La primera reacción de un docente al conocer esta herramienta será “mis estudiantes van a poder hacer trampa”. Y con un agravante: dado que el sistema ofrece una solución diferente cada vez que pulsas “try again”, la trampa será indetectable.
Sin embargo, es un problema que ya teníamos antes. La IA es solo una herramienta.
Recordemos las primeras veces que utilizamos traductores automáticos. Había cierta sensación de trampa, pues en vez de tardar tiempo en buscar la mejor redacción usando un diccionario, obteníamos sin esfuerzo una traducción más que aceptable en segundos. Con el tiempo, hemos naturalizado su uso; ofrece resultados que apenas hay que pulir y podemos dedicar nuestro tiempo a tareas más productivas que demostrar que sabemos idiomas.
La IA permite el acceso a distancia a contenidos flexibles y personalizados
El inevitable entrelazamiento entre la IA y la educación
Es indudable el uso creciente de las tecnologías de base digital en los entornos educativos, tanto por su exponencial desarrollo tecnológico en las dos últimas décadas como por el impulso puntual que ha provocado la Covid-19.
Son diversas las aplicaciones de la IA en territorios tradicionalmente reservados a la actividad humana: la conducción de vehículos, la escritura, la composición artística o musical, el control de sistemas, la planificación automática en logística y tantos otros campos en los que la actividad humana ha sido tradicionalmente insustituible. Lo que caracteriza a todas las herramientas de IA es el aprendizaje automático, la adaptación flexible y la autonomía para la consecución de determinados objetivos.La educación ofrece territorios inexplorados a la IA. Sin embargo, es también un espacio especialmente sensible al potencial impacto en la esfera jurídica de los ciudadanos. Los riesgos que la IA supone para los derechos de las personas han sido una preocupación de los académicos y de organismos como el Consejo de Europa, que ha publicado un informe titulado “A critical view through the lens of human rights, democracy and the rule of law” en el marco del Proyecto Intergubernamental sobre Inteligencia Artificial y Educación.
El Consejo de Europa ha mostrado su preocupación por las implicaciones de la IA en los derechos de los estudiantes y en la misma democracia
Los desafíos en el ámbito de la IA en la educación superior
El Comité de Ministros del Consejo de Europa adoptó en 2019 una Recomendación por la que instaba a educadores y gestores a ser conscientes de los desafíos éticos que plantea el uso de herramientas de IA. Este informe refiere tres usos de la IA en el campo del aprendizaje: uso de IA para apoyo directo de estudiantes, uso de IA para dar soporte a los sistemas administrativos y uso de IA para apoyo directo a los docentes.
En efecto, los centros están adoptando herramientas como los sistemas de tutoría inteligentes o adaptativos, espacios de aprendizaje interactivo inteligente, sistemas de aprendizaje personalizados, siempre más conscientes de los beneficios que proporcionan que de los riesgos que suponen para el estudiantado.
Las implicaciones éticas del uso de los modelos algorítmicos obligan a adoptar un principio de precaución. Esto implica la necesidad de analizar en el caso concreto cuáles son los potenciales beneficios de la herramienta, qué riesgos pueden derivarse de su uso y cómo es posible mitigarlos.


IA, algoritmos, educación superior y protección de derechos
Los modelos algorítmicos que sirven de base a la IA se nutren de datos masivos (big data) que recopilan durante su uso. Un sistema biométrico puede tener dificultades en identificar a una persona de otra raza, y un sistema de visión artificial contemplará como una anomalía a una persona que se desplace en silla de ruedas. El sistema funciona bien para la mayoría “normalizada”, pero tendrá dificultades con las excepciones. Es aquí donde el factor humano no puede, por el momento, ser sustituido.
En todo caso, deberá establecerse un control humano de los contenidos generados mediante IA para garantía de los derechos en riesgo. La IA es solo una herramienta, pero es deber ineludible de los gobiernos y los parlamentos construir un andamiaje legislativo robusto que garantice un uso responsable y conforme a los valores democráticos.
Nota: todas las imágenes de este artículo se han generado por IA usando Dell-e
Artículos de referencia:
Castrillón, O., Sarache, W., Ruiz-Herrera, S.: Predicción del rendimiento académico por medio de técnicas de inteligencia artificial
Coello, L. Pérez, O.L.: Contribuciones de la Inteligencia Artificial a la Educación Superior
Cuervo, R.: Ambientes virtuales de aprendizaje inteligentes: tendencias de inteligencia artificial en educación superior
Gross, B.: La inteligencia artificial y su aplicación en la enseñanza
Jalón, E.J. Molina L.J., Pulque, W.V.: La inteligencia artificial como acelerador para la creación de recursos didácticos en la educación superior
Jara, I., Ochoa, J.M.: Usos y efectos de la Inteligencia artificial en educación
León, G.C., Viña, S.M.: La inteligencia artificial en la educación superior. Oportunidades y Amenazas
Moreno Padilla, R.D.: La llegada de la inteligencia artificial a la educación
Ocaña-Fernández, Y., Luis Alex Valenzuela-Fernández, L.A., Garro-Aburto L.L.: Inteligencia artificial y sus implicaciones en la educación superior
Parra-Sánchez, J.: Potencialidades de la Inteligencia Artificial en Educación Superior: Un Enfoque desde la Personalización
Rodríguez, M.H.: Sistemas de tutoría inteligente y su aplicación en la educación superior
Sánchez Vila, E. y Lama Penín, M. (coordinadores): Monografía Técnicas de la IA aplicadas a la educación
Zapata-Ros, M.: La universidad inteligente


PABLO ACOSTA es profesor de la Universidad Rey Juan Carlos.
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