Memorias de un científico, que no es cualquiera

Como señala Ricardo Amils, catedrático de Microbiología, UAM: «Con su habitual sentido del humor, JAL desgrana su azarosa vida personal y científica hasta llegar a ser profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, reputado investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y celebrado divulgador científico que nos ha acompañado a lo largo de la pandemia. Increíble, si no fuera porque es verdad».


José Antonio López Guerrero; JAL

Después de casi cuatro décadas de carrera como investigador, el Dr. José Antonio López Guerrero, catedrático de microbiología y director de neurovirología de la UAM, lleva a cabo una valoración introspectiva de su actividad científica en los campos de la inmunovirología -durante su tesis doctoral y primer postdoc-, oncovirología -en Heidelberg, Alemania, y en calidad de investigador senior- y neurovirología -a lo largo de los últimos 20 años-.

La obra, no obstante, va mucho más allá, siendo muy personal, íntima e intimista, con reflexiones críticas, desde el respeto, acerca del ambiente de la investigación en España, las relaciones en los centros de investigación, la falta de financiación, las batallas administrativas, la competitividad -no siempre sana- debido, entre otras cosas, a la falta de oportunidades profesionales, la interacción entre los investigadores y la dinámica con las administraciones.

Pero, no solo debemos circunscribir esta obra en un ámbito o contexto profesional o académico. JAL desgrana su pasión por la comunicación desde su más tierna infancia y, en sus propias palabras, traza la cuadratura del círculo en sus varios periplos germanos.

Por un lado, como emigrante durante la década de los 70, en la fría y prusiana Hannover, estudiando en el colegio alemán, por las mañanas, o español, por las tardes -donde se convirtió en profesor circunstancial- trabajando, entre clases y clases, en la tienda de “Antonio el Murciano, Spanische Spezialitäten” como tendero multiusos: Posteriormente, ya como doctor, 15 años tras su vuelta a España de la emigración profunda, JAL volvería a Heidelberg, al Centro de Investigación Oncológica. Durante ese periplo científico, de tres años, se casaría en el consulado de Hannover, donde seguía inscrito, cerrándose su círculo germano. Pero, “Virus, Chicas y Laboratorios”, como su nombre indica, va más allá.

Rosalind Franklin

Lejos de la falta de respeto mostrado por el Premio Nobel, James Watson, en un libro de título similar, “Genes, Chicas y Laboratorio” -¿oportunidad?, ¿tributo?, ¿casualidad?-, donde, a todas luces, se trata con poco respeto al vital trabajo llevado a cabo por Rosalind Franklin, necesario para descifrar la estructura tridimensional del ADN -lo que supuso el máximo reconocimiento de la Academia Sueca en 1962, el año de nacimiento de JAL-, en “Virus, Chicas y Laboratorios” el autor repasa, desde la nostalgia a lo Manrique, con sinceridad, emotividad, cariño y también respeto, algunas de las relaciones sentimentales, desde su juventud hasta varias incursiones matrimoniales.

Por supuesto, en estas incursiones más del corazón que de la razón, no pueden faltar sus hijos, utilizados como “excusa” onírica para un paseo turístico-científico por Heidelberg y su periplo investigador; periplo, dicho sea de paso, que tampoco estuvo exento de emociones, como la dura conversación que mantuvo con todo otro Premio Nobel, Harald zur Hausen, por, según las palabras del autor, un “quítame de ahí ese sueldo que no me has pagado”.

Como se ha señalado, estamos ante la obra -tras más de una docena de trabajos previos- más personal y arriesgada del profesor López Guerrero, de JAL, donde la infección con múltiples virus -polio, parvovirus, herpes o vaccinia, entre otros muchos- se utilizó en campos tan diversos como la inmunología -con infección de células inmunocompetentes o el estudio etiológico de la enfermedad autoinmune Artritis Reumatoide-, la oncología -para comprobar que algunos virus podrían llegar a ser una aceptable herramienta terapéutica- o neurología, donde el virus herpes, el de las calenturas labiales, podría estar implicado en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas o desmielinizantes tan importantes y conocidas como el Alzheimer o la Esclerosis Múltiple, respectivamente.

El “aleteo de mariposa”

En cuanto a aspectos técnicos y conceptuales, el libro está escrito con un estilo divulgativo y la premisa de que «se vive como científico, no se trabaja como científico», lo que permite al lector descubrir, como se ha señalado, el lado más personal del autor: desde sus experiencias adolescentes o como investigador sénior en Alemania hasta su papel como divulgador científico y su pasión por la ciencia y la investigación, todo ello acompañado de jugosas anécdotas.

Una lectura entretenida y conmovedora que ofrece una oportunidad para conocer a uno de los investigadores y divulgadores más dedicados y apasionados del panorama nacional, considerado como uno de los mejores ensayistas científicos en lengua castellana, tal y como publicó uno de los diarios de tirada nacional más conocidos.

Asimismo, y mientras desgrana el “aleteo de mariposa” que derivó en su personal tsunami de comunicador social de la ciencia, JAL desnuda al científico que supuso una de las caras más visibles en todos los Media de este país -y de otros muchos países- durante la luctuosa pandemia coronaviral en la que todavía estamos inmersos.

Virus, Chicas y Laboratorios: Memorias de un científico (José Antonio López Guerrero -JAL- Ed. Guadalmazán 2023)

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