La financiación de las universidades, un desafío sin respuesta

Francisco Pomares

La financiación de las universidades públicas sigue en España un modelo de financiación pública directa, con diferencias entre Comunidades Autónomas. La implementación de planes de financiación plurianuales sujetos al cumplimiento de objetivos y a la rendición de cuentas son un instrumento imprescindible para la mejora de la calidad.

JOSÉ MARÍA MARTÍN-MORENO


Financiación de las universidades públicas en España

La forma en la que se financian las universidades públicas en España, así como su eficiencia, eficacia y equidad, han sido y continúan siendo temas muy relevantes y de debate en nuestro país. 

Según los últimos datos, en España las universidades disponían de un 1,06% del PIB, frente al 1,31% de la OCDE y el 1,20% de la UE-23. Estas diferencias suponen, en términos del PIB de 2019, una infrafinanciación de 3.043 y 1.630 millones de euros, respectivamente.

También el gasto público en este ámbito fue en España del 0,83% del PIB, frente al 0,95% del PIB de la OCDE y el 0,91% de la UE. Estas diferencias implican una insuficiencia de financiación pública de 1.557 y 1.005 millones de euros, respectivamente.

Por otra parte, y debido a la crisis económica y financiera del año 2009 los planes de financiación universitaria por actividad y resultados se paralizaron y se ha regresado a una financiación pública universitaria articulada a través de subvenciones presupuestarias nominativas, al menos en la mayoría de las Comunidades Autónomas españolas.

Además, nuestro país sigue una tendencia inversa a la que han seguido la mayoría, por no decir la totalidad, de los países desarrollados, donde el gasto público en educación superior se ha incrementado ligeramente y el gasto público en I+D ha crecido con más fuerza. En conclusión, la financiación universitaria pública escasea en España. 

En España, son las autoridades competentes en los gobiernos autonómicos las que están tomando las decisiones más importantes que afectan a las universidades públicas de su territorio

Marco actual

En este sentido, las universidades centroeuropeas, así como las españolas, responden a un modelo de financiación pública directa. Es decir, mantienen una dependencia muy significativa de los presupuestos públicos. Sin embargo, a pesar de que esto es así, se producen diferencias muy importantes entre las universidades públicas españolas en cuanto a la financiación se refiere debido a la aplicación discrecional de los porcentajes (1)  para cada una de las titulaciones impartidas por dichas universidades en las distintas Comunidades Autónomas.

Por tanto, en el escenario actual de la financiación universitaria son las autoridades competentes en los gobiernos autonómicos las que están tomando las decisiones más importantes que afectan a las universidades públicas de su territorio:

(i) el volumen de transferencias corrientes y de capital que inyectan ejercicio a ejercicio a las diferentes instituciones,

(ii) el montante de los precios de matrícula de las enseñanzas oficiales.

Así, estas decisiones están influyendo en el reparto de la financiación pública de las universidades de sus territorios.

Mejora de la calidad

A mi modo de entender, un aspecto muy importante es que la financiación universitaria es una herramienta útil para la mejora de la calidad. Sin embargo, su incremento debe venir acompañado del establecimiento de objetivos claros de eficiencia y calidad del sistema, junto a compromisos de todos los agentes implicados que permitan la evaluación de las universidades y la asignación eficiente de los recursos.

Por otra parte, además de la financiación, son muy importantes la autonomía, la rendición de cuentas y los resultados, ya que estos elementos son primordiales para la configuración de la institución. 

España sigue una tendencia inversa a la que han seguido la mayoría de países desarrollados, donde el gasto público en educación superior se ha incrementado ligeramente y el gasto público en I+D ha crecido con fuerza

Dentro del debate de la problemática desde hace muchos años y de la complejidad del mismo, mi visión al respecto, acorde con otros autores mucho más especializados en el tema que yo, es que:

i) la financiación pública universitaria debería garantizar un gasto basal que cubriese el funcionamiento básico de las universidades,

ii) debería de estar acorde en función de resultados docentes, de investigación y transferencia,

iii) aparte de que un buen sistema de financiación favorece la eficacia de los gobiernos, un sistema de financiación por resultados puede ser compatible con diferentes modelos de gobernanza y,

iv) un sistema de financiación debe de ser un sistema que genere estabilidad en el medio y largo plazo, para que permita desarrollar estrategias institucionales y establecer una previsión fiable respecto a los fondos a recibir en el futuro. 

Universidad de Vigo

En este sentido y según mi conocimiento y experiencia como ex vicerrector de economía de la Universidade de Vigo, la Comunidad Autónoma de Galicia lleva elaborando planes plurianuales de financiación del Sistema Universitario de Galicia  (SUG) desde el año 2000 e introduciendo mejoras continuas cada quinquenio de vigencia del nuevo plan. 

OASIS AGHM

El plan de financiación de reciente aprobación para el quinquenio 2022-2026 es más realista que los anteriores con el objetivo de ajustarse mejor a las demandas de las tres universidades del SUG. Es decir, plurianual, progresivo y a su vez, financiando la parte estructural del gasto, con una financiación adicional por resultados y, finalmente, otra parte condicionada a determinados objetivos de cumplimiento, permitiendo así un marco financiero estable y previsible, asegurando al mismo tiempo la capacidad de planificación a medio plazo de cada universidad.

Asimismo, un aspecto diferenciador es que este nuevo plan hace un mayor hincapié en vincular las cantidades recibidas a una serie de fondos vinculados a indicadores, 42 en concreto. De esta manera, los fondos estables, pero no fijos, van ganando terreno en cada plan de financiación con el incentivo de poner en marcha por parte de las universidades las reformas necesarias para mantener los servicios y el empleo idóneas en función de los limitados recursos públicos de los que se dispone en cada momento.

Conclusión

En conclusión, podemos decir que no existe una única estructura financiera de universidad pública en España y que las decisiones tomadas por los gobiernos autonómicos en relación al esfuerzo público en las universidades de sus territorios pueden o no ser determinantes del perfil de financiación de la universidad dependiendo del caso.

En el caso de la Comunidad Autónoma de Galicia, sí que existe un plan plurianual desde hace muchos años con fórmulas de financiación a través de resultados y condicionado a objetivos y común para las tres universidades del SUG. Sin embargo, en el resto de los casos de Comunidades Autónomas con varias universidades cabrían mayores dudas. 

La Comunidad Autónoma de Galicia cuenta con un plan plurianual con fórmulas de financiación a través de resultados y condicionado a objetivos para las tres universidades del SUG

Este panorama tan asimétrico de comportamientos financieros universitarios a nivel autonómico tendría que hacer reflexionar a los policy-makers de las consecuencias de sus políticas a medio y largo plazo. Pero además, la gran diversidad de perfiles de financiación debe hacer reflexionar también a los líderes universitarios que tienen que ser conscientes de que su universidad cuenta con una combinación diferente de recursos públicos y privados y que sus estrategias universitarias futuras deben tener en cuenta esta situación actual, tanto a la hora de tomar decisiones a corto y medio plazo, como a la de negociar nuevos modelos de financiación universitaria con las Administraciones educativas competentes. 

NOTA

(1) Por ejemplo, en algunas Comunidades Autónomas se ha aplicado el porcentaje (máximo) del 25% sobre el coste de los servicios docentes en primera matrícula en grado. Como señala el último informe de la Universidad en Cifras (CRUE, 2017), los diferenciales se manifiestan aún mayores al considerar los precios (porcentajes aplicados sobre el coste) para las segundas, terceras y sucesivas matrículas por nivel de experimentalidad según la Comunidad Autónoma donde el alumno formalice su matrícula universitaria.

REFERENCIAS

Estela Martínez Garrido (2019). “Análisis de la Universidad pública española en el siglo XXI Una relectura de sus misiones” Universidad Carlos III de Madrid. https://e-archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/29155/TESIS2_%20EstelaMartinezGarrido_definitiva.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Montalbán Castilla, J. (2019). “Financiación Universitaria: Desafios y soluciones potenciales”. Estudios sobre la Economía Española. FEDEA. 2019/16. http://documentos.fedea.net/pubs/eee/eee2019-16.pdf

Pérez-Esparrells, C., De la Torre, E. Y Gómez-Sancho, J.M. (2018). “La relevancia de la financiación pública en las universidades españolas”. Instituto de Estudios Fiscales. Presupuesto y Gasto Público 90/2018: 169-190. https://www.ief.es/docs/destacados/publicaciones/revistas/pgp/90_10.pdf. La Universidad Española en Cifr4s 2017/2018. CRUE Universidades Españolas. https://www.crue.org/wp-content/uploads/2020/02/UEC-1718_FINAL_DIGITAL.pdf


JOSÉ MARÍA MARTÍN MORENO, Exvicerrector de Economía y actual Vicerrector de Relaciones con Empresa 

Espacios de Educación Superior está dirigido a poner en contacto a las personas e instituciones interesadas en la sociedad del aprendizaje en Iberoamérica y España.